Cómo hacer que tu ropa blanca sea blanca otra vez

Cómo hacer que tu ropa blanca sea blanca otra vez

4 partes:Pretratamiento de remojo especialPretratamiento especial para manchasRefuerzos especiales para lavanderíaProceso básico de blanqueado

Aun con las rutinas de blanqueado intensivas, mantener la ropa blanca de color blanco para siempre puede ser casi imposible. Afortunadamente, hay algunos trucos que puedes probar para ayudar a devolverle el brillo a tu ropa blanca y regresarla a su tono original después de que se ha ensuciado y manchado.

Parte 1
Pretratamiento de remojo especial

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    Remoja en bicarbonato de sodio.[1] Combina 4 L (4 cuartos) de agua tibia con 250 ml (1 taza) de bicarbonato de sodio. Mezcla hasta que se disuelva el bicarbonato de sodio. Remoja tu ropa blanca sucia en esta solución y asegúrate de que cada prenda esté sumergida. Deja en remojo aproximadamente por 8 horas.
    • El bicarbonato de sodio desodoriza mientras blanquea, por lo que esta opción tiene varios beneficios. Además, se sabe que ayuda a suavizar el agua dura, por lo que tus prendas no estarán muy expuestas al agua dura con depósitos de minerales que manchan si se remojan en esta solución.
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    Toma una aspirina. Disuelve cinco tabletas de aspirina de 325 mg en 8 L (2 galones) de agua caliente. Remoja la ropa blanca en esta solución aproximadamente por 8 horas. Asegúrate de que la ropa permanezca sumergida durante todo el proceso.
    • Para acelerar el proceso, puedes triturar la aspirina antes de agregarla al agua. Hacer esto puede ayudar a disolver más rápido la aspirina al exponer una mayor cantidad de sus gránulos directamente en el agua.
    • También puedes lanzar un par de aspirinas directamente en la lavadora de ropa mientras lavas tu ropa, pero de las dos opciones, prerremojarla con aspirina es la opción recomendada.
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    Trátala con pasta de dientes.[2] Combina un tubo completo 189.3 ml (6.4 oz) de pasta blanqueadora de peróxido y bicabonato de sodio con 125 ml (1/2) taza de bicarbonato de sodio, 60 ml (1/4 de taza) de sal y 500 ml (2 tazas) de vinagre blanco. Mezcla bien hasta que la mezcla se empiece a levantar. Remoja una prenda blanca vieja sucia en esta mezcla durante 3 a 4 horas y enjuaga con agua fría.
    • Para mejores resultados, usa pasta de dientes que viene en forma de pasta en lugar de una en forma de gel. La pasta de dientes también debe contener bicarbonato de sodio.
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    Prerrremoja en detergente.[3] Combina 60 ml (1/4) de taza de detergente para ropa o de detergente para platos con un lavabo lleno de agua. Sumerge tu ropa blanca en esta solución y déjala en remojo por 2 horas.
    • Puedes usar champú en lugar de detergente para ropa o para platos, pero si lo usas, intenta elegir uno claro y sin fragancia. El tinte del champú con color podría manchar una prenda blanca y los aceites de la fragancia podrían hacer lo mismo.
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    Remoja la prenda en jugo de limón.[4] Llena una olla grande con agua y agrega las rodajas de uno o dos limones. Lleva el contenido a ebullición usando temperatura alta. Apaga el fuego, después agrega la ropa blanca y déjala en remojo por una hora en el agua de limón.
    • Asegúrate de que los limones estén cortados en rodajas en lugar de mitades. La idea es que la mayor parte de la carne del limón esté expuesta porque de esta forma puede pasar más jugo de limón de las membranas internas.

Parte 2
Pretratamiento especial para manchas

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    Prueba con un quitaóxido para tela.[5] Humedece la mancha con agua tibia. Aplica quitaóxido para tela en la mancha, usa suficiente para humedecer la tela. Frota el área con un cepillo de dientes para que el producto sea absorbido completamente por las fibras, después déjalo reposar por 5 minutos o menos. Enjuaga el quita manchas con agua tibia.
    • Esta opción funciona especialmente bien en manchas de axilas. Las manchas en esta área usualmente son causadas por una reacción entre el sudor y el desodorante antitranspirante y el color amarillo feo que resulta es causado por aluminio en lugar de únicamente por el sudor. El quita manchas de óxido se encarga de estas manchas de aluminio.
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    Aplica jugo de limón.[6] Coloca un poco de jugo de limón en la mancha y frótala con un cepillo de dientes viejo por un par de minutos. Permite que el líquido repose por otros 5 a 10 minutos antes de enjuagar.
    • Toma en cuenta que también puedes hacer esto con vinagre blanco destilado.
    • Los ácidos en el vinagre y en el jugo de limón son los suficientemente ligeros para trabajar sin dañar las telas pero lo suficientemente fuertes para disolver la tierra y los residuos que dejan las sustancias alcalinas.
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    Elimina las manchas con sal. Tan pronto como derrames algo oscuro en una prenda blanca, frota un poco de sal en la mancha. La sal puede absorber la humedad de la mancha y levantar un poco de la tinta mientras aún está en su estado líquido.
    • Este tratamiento solo funciona cuando la mancha aún está húmeda y fresca. No ayudará mucho en manchas viejas.
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    Usa un tratamiento comercial para manchas. Actualmente hay muchos tratamientos comerciales diferentes para manchas. Puedes comprar uno en la tienda para tratar las manchas, pero asegúrate de elegir uno que sea seguro para el tipo de material en el que planeas usarlo y siempre sigue las instrucciones de uso que se encuentran en la etiqueta.

Parte 3
Refuerzos especiales para lavandería

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    Agrega vinagre al ciclo de enjuague. Agrega 250 ml (1 taza) de vinagre blanco a la lavadora de ropa justo antes de que entre al ciclo de enjuague. Haz esto cuando laves una carga de ropa blanca para obtener mejores resultados.
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    Lava con bicarbonato de sodio. Vierte 250 ml (1 taza) de bicarbonato de sodio directamente en el recipiente de la máquina lavadora de ropa con una carga de ropa blanca. Ejecuta el ciclo como lo haces normalmente.
    • No viertas el bicarbonato de sodio en un dispensador de detergente separado.
    • Alternativamente, usa soda de lavar en lugar de bicarbonato de sodio. Los dos productos son similares, pero la soda de lavar tiene un pH menor, por lo que es más seguro usarla en la ropa.
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    Lanza Borax (ácido bórico) en la máquina de lavar ropa.[7] Rocía 125 ml (1/2 taza) de Borax sobre una carga de ropa blanca en la máquina lavadora de ropa. Viértelo directamente en la parte del recipiente que tiene la ropa y ejecuta el ciclo como siempre lo haces.
    • No debes agregar el Borax en un dispensador de detergente separado.
    • El Borax es similar al bicarbonato de sodio en la forma en que blanquea y desodoriza.
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    Usa lejía. Si solo lavas ropa blanca, agrega una tapa llena de lejía a la carga de ropa cuando planees lavarla. Si te preocupan los efectos fuertes de la lejía estándar, intenta con una lejía sin cloro o una lejía de acción lenta, como una solución de peróxido al 3%.[8]
    • Si tienes agua dura con un alto contenido de hierro, no uses lejía clorada. El cloro y el hierro pueden provocar que tu ropa blanca tome un tono amarillo. En su lugar usa lejía oxigenada.
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    Intenta con limpiador de color comercial.[9] Para ropa blanca particularmente sucia, puedes intentar mezclar una tapa llena de un limpiador de color comercial. Estos productos están disponibles en el pasillo de lavandería en muchos supermercados. Agrégalo al ciclo de lavado según indican las instrucciones en la etiqueta.

Parte 4
Proceso básico de blanqueado

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    Elige tus complementos. Pregúntate que pre tratamientos y refuerzos de lavandería quieres usar. Aplica cualquier pre tratamiento por adelantado y cualquier refuerzo de lavandería a la máquina de lavar ropa mientras te preparas para lavar tu ropa blanca.
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    Lava la ropa blanca por separado. Blanquea tu ropa blanca en el agua más caliente que puedas usar sin dañar el material y solo lava las prendas blancas con prendas del mismo color. También debes lavar las prendas excesivamente sucias separadas de las que están menos sucias.
    • El agua es más efectiva para eliminar la tierra a una temperatura mínima de 50 grados Celsius (120 grados Fahrenheit).
    • Si bien es cierto que el agua caliente puede fijar ciertas manchas, para ropa blanca que ya ha sido blanqueada varias veces y ha perdido su brillo poco a poco, cualquier cambio de color ya se ha fijado en las fibras. Como tal, debes tratar la suciedad y la tierra y usar agua caliente en lugar de fría.
    • Usa detergente en el ciclo de la lavadora de ropa sin importar que pre tratamiento o refuerzo de lavandería decidas agregar. Un detergente con enzimas especiales podría funcionar mejor y debes usar la cantidad máxima recomendada en la etiqueta de la botella para obtener una eficiencia máxima.
    • Toma en cuenta que si tienes agua dura, probablemente tendrás que usar cantidades mayores de detergente. También tendrás que instalar un suavizador de agua en tu casa para que el agua que entra en tu máquina lavadora de ropa sea menos dura con tu ropa.
    • Si tu agua es alta en hierro, debes usar un producto eliminador de hierro durante tu ciclo de lavado.
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    Sécala en el sol. La luz del sol tiene un efecto blanqueador natural, por lo que permitir que tu ropa se seque directamente bajo el sol puede secarla y blanquearla simultáneamente.
    • Si no puedes secar tu ropa bajo el sol debido al clima, al lugar en donde vives o por otra razón, aún puedes secar tu ropa blanca en una secadora. No recibirás los efectos blanqueadores de la luz del sol natural, pero la secadora no debería causarle ningún daño a la ropa, siempre y cuando sea seguro usar esa tela en la secadora.

Cosas que necesitarás

  • Agua
  • Cepillo de dientes limpio
  • Lavabo, olla o tubo pequeño
  • Bicarbonato de sodio
  • Aspirina
  • Pasta de dientes blanqueadora
  • Detergente
  • Jugo de limón
  • Quita óxido para tela
  • Sal
  • Tratamiento comercial para manchas
  • Vinagre
  • Borax
  • Lejía
  • Limpiador comercial de color