Cómo limpiar el cuarzo amatista: 11 pasos (con fotos)

Cómo limpiar el cuarzo amatista

3 partes:Preparar el lugar en el que la limpiarásLimpiar la amatistaEvitar errores comunes

La amatista es un tipo de cuarzo de color púrpura que tiene geodas de cristales comprimidos densamente que apuntan hacia el centro. Debes limpiarla regularmente para evitar que la suciedad y los residuos se acumulen sobre la superficie. Puedes hacerlo usando jabón, agua y un cepillo de dientes de cerdas suaves. Asegúrate de permitir que la amatista se seque al aire y no la expongas a demasiado calor.

Parte 1
Preparar el lugar en el que la limpiarás

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    Coloca un paño de cocina sobre una superficie plana. Para comenzar, extiende un paño de cocina sobre una superficie plana, como una encimera. Debes colocar la amatista en ese lugar para secarla y frotarla después de remojarla en agua.[1]
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    Traslada piezas de amatista más pesadas en una toalla. Puedes mover piezas pequeñas fácilmente con la mano. Sin embargo, si vas a lavar piezas grandes, envuélvelas en una toalla vieja y úsala como un carretilla para transportarlas de un lado a otro.[2]
    • Si las piezas de amatista son muy grandes, probablemente sea más fácil lavarlas afuera con una manguera, ya que quizá no sea posible remojarlas por su tamaño.
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    Preparar un lavabo o un tazón con agua jabonosa. Escoge un lavabo o un tazón lo suficientemente grande para sumergir la amatista. Luego, llena el recipiente con agua para comenzar el proceso de lavado.[3]
    • Opta por usar agua tibia en lugar de agua caliente o fría. Las temperaturas extremas podrían hacer que la amatista se quiebre.
    • Usa un detergente lavavajillas suave para limpiarla.

Parte 2
Limpiar la amatista

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    Remoja o limpia la amatista con un paño húmedo antes de restregarla. Puedes sumergir piezas pequeñas de amatista en agua jabonosa durante 15 a 20 minutos. De esa forma, la suciedad se aflojará y será más fácil restregarla. Si la geoda es demasiado grande para sumergirla, sumerge una toalla en agua tibia y agrega una cantidad pequeña de detergente lavavajillas. Haz espuma y limpia los lados de la amatista con la toalla.[4]
    • Si la toalla se ensucia mientras restriegas, enjuágala y agrega más detergente lavavajillas.
    • En ese punto solo aflojarás la suciedad, así que no te preocupes demasiado si no puedes conseguir quitarla totalmente. Simplemente asegúrate de que la amatista esté tan mojada como sea posible antes de continuar con el proceso de restregado.
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    Quita cualquier resto de mugre con el cepillo de dientes y enjuaga la amatista. Después de remojarla, debes restregarla con un cepillo de dientes. Úsalo para quitar cualquier resto de grasa o mugre que se haya pegado a la amatista. Pasa el cepillo por cualquier grieta y hendidura en la amatista asegurándote de restregar con más fuerza en las áreas más sucias.[5]
    • Enjuaga la amatista en un tazón de agua transparente a medida que la restriegues con el cepillo de dientes. De esa forma, podrás retirar cualquier residuo de suciedad o mugre que hayas desprendido.
    • En el caso de una pieza de amatista muy sucia, este proceso puede tomar aproximadamente 30 minutos. Sé paciente y sitúate en una posición cómoda cuando la restriegues.
    • Las joyas de amatista posiblemente no requieran que las refriegues con demasiada fuerza, ya que es poco probable que acumulen suciedad. Si se trata de una geoda, requerirá de mucha dedicación, mientras que una joya probablemente necesite una limpieza rápida con un paño húmedo.
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    Enjuaga la amatista. Una vez que hayas remojado o restregado la amatista, enjuágala completamente. Limítate a usar agua tibia para el proceso de enjuagado. Recuerda que el agua caliente o fría puede dañar este cuarzo.[6]
    • Puedes remojar piezas de amatista más pequeñas en agua cristalina o con agua del grifo. Asegúrate de enjuagarlas hasta que el agua se vuelva transparente. Si las dejas en agua jabonosa, podrías dañarlas.
    • Probablemente debas enjuagar piezas de amatista más grandes con una manguera. Asegúrate de usar agua tibia y que la presión de la manguera no sea alta. Rocía las piezas de amatista hasta que el agua de la manguera se vuelva transparente.
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    Deja que la amatista se seque al aire. Nunca intentes secarla manualmente, especialmente con calor. Después de lavarla, déjala a un lado. Antes de usarla nuevamente, permite que se seque por completo con el aire.[7]

Parte 3
Evitar errores comunes

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    Limpia las joyas una vez a la semana. Si usas joyas de amatista, será necesario que las limpies con mayor frecuencia. De esa forma, evitarás exponerte a los gérmenes. Puedes limpiar estas joyas una vez a la semana.[8]
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    Evita usar demasiado calor. La amatista es muy sensible al calor y las temperaturas extremas en general. Nunca debes usar agua caliente con este tipo de cuarzo. Tampoco debes secarla con tratamientos térmicos, como un secador de cabello. Sé paciente y deja que la amatista se seque por su cuenta.[9]
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    Opta por la luz natural cuando seques la amatista. Este cuarzo se seca mejor con la luz natural. Si es posible, coloca la amatista en la luz natural para que se seque. Puedes secarla sobre el porche de tu casa o cerca de una ventana.[10]
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    Guárdala en un área que tenga una temperatura estable. La amatista es sensible a los cambios de temperatura. Por lo tanto, después de lavarla, busca un área que tenga una temperatura estable para guardarla.[11]

Consejos

  • Limpia la amatista regularmente para evitar que la suciedad y el polvo se acumulen.