3 formas de desencoger la ropa - 绮罗网

Cómo desencoger la ropa

3 métodos:Remoja en champú de bebé (para la mayoría de las prendas tejidas)Remoja en bórax o vinagre (lana o cachemir)Agua sola y gravedad (vaqueros o jeans)

A todos nos ha pasado que un suéter o un par de pantalones hayan terminado en la secadora a temperatura alta y ahora sean una talla más pequeña de lo que deberían ser. Hablando técnicamente no hay forma de “desencoger” la ropa. Sin embargo, puedes relajar las fibras lo suficiente como para estirarla de nuevo a su forma original. He aquí algunas formas de cómo proceder al respecto.

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Remoja en champú de bebé (para la mayoría de las prendas tejidas)

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    Llena el lavadero con agua tibia. Llena el lavadero o una cubeta con 1 lt de agua tibia, como mínimo.
    • Ten en cuenta que las prendas tejidas, como el algodón, la lana y el cachemir, responden mejor a esta táctica que las telas con tejidos ajustados como la seda, el rayón o el poliéster.
    • El agua debe estar más o menos a temperatura ambiente o un poco más caliente. No uses agua ni caliente ni fría.
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    Agrégale el champú de bebé o acondicionador. Por cada litro de agua, agrégale más o menos una cucharada (15 ml) de champú de bebé o acondicionador para cabello delicado. Revuélvelo en el agua hasta que tenga una consistencia jabonosa y resbalosa.[1]
    • El champú de bebé y el acondicionador pueden relajar las fibras de tu ropa encogida. Como las fibras están relajadas se hace más fácil estirarlas y manipularlas, lo que significa que podrás devolver la prenda a la talla apropiada estirándola.
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    Remoja la ropa en el agua jabonosa. Sumerge la prenda encogida en la solución jabonosa, asegurándote de que esté completamente cubierta.
    • Déjala reposar unos 30 minutos más o menos.
    • Puedes empezar a estirar suavemente la prenda que se encuentra bajo el agua mientras se remoja, si así lo deseas aunque no es estrictamente necesario.
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    Exprímela. Saca la prenda de la solución jabonosa y enróllala hasta hacer una bola con ella. Apriétala con firmeza para exprimirle el exceso de humedad.[2]
    • No enjuagues la prenda. Mientras estiras la prenda y le das de nuevo su forma original, el agua jabonosa necesita continuar relajando las fibras activamente.
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    Exprime la humedad extra entre dos toallas. Extiende una toalla grande y ponle la prenda encima. Con la prenda adentro, enrolla gradualmente la toalla.
    • La ropa debe remojarse dentro de la toalla por unos 10 minutos. Pasado este tiempo, la ropa estará húmeda pero no mojada.[3]
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    Estira la ropa y ponla en su lugar. Desenrolla la toalla y pon la prenda sobre otra toalla seca extendida. Estira la prenda suavemente hasta ponerla de nuevo en su forma adecuada y para que la ropa conserve esta forma, ponle objetos pesados en las orillas.
    • En un pedazo de papel encerado puedes delinear una prenda similar que te quede bien, para tener una medida más exacta de la talla y del tamaño que debe ser tu ropa. Coloca la prenda que quieres desencoger sobre esta silueta y estírala hasta llenar las marcas.
    • Si se te dificulta estirar la ropa porque está muy tiesa, usa el vapor de una plancha para hacer que la prenda sea más fácil de manipular.
    • Algunos objetos que puedes usar como pesas para mantener la prenda estirada en su lugar son los pisapapeles, los libros y las tazas de café.
    • Si no tienes objetos pesados a la mano, también puedes usar alfileres para sujetar la ropa húmeda a la toalla.
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    Déjala secar al aire. Deja que la ropa mojada se seque extendida hasta que la humedad se haya ido.
    • Si tu ropa está sujeta a la toalla con alfileres en lugar de las pesas, puedes colgarla en un gancho para ropa y dejarla secar en un lugar seco y soleado. La gravedad puede ayudar a estirar la prenda aún más.
    • Si esta táctica provoca algunos cambios pero no los suficientes, puedes repetirlo varias veces hasta que la prenda se haya estirado lo suficiente.

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Remoja en bórax o vinagre (lana o cachemir)

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    Llena el lavadero con agua tibia. Llena el lavadero o una cubeta con 1 lt de agua tibia, como mínimo.
    • Este método se recomienda generalmente para lana y cachemir. Otras telas tejidas, como por ejemplo el algodón, pueden responder a este método. Las telas sintéticas y las telas naturales de tejido muy apretado no deben de tratarse de esta forma.
    • El agua debe estar más o menos a temperatura ambiente o un poco más caliente. No uses agua ni caliente ni fría.
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    Agrégale bórax o vinagre. Agrégale de 1 a 2 cucharadas (de 15 a 30 ml) por cada litro de agua. También puedes mezclar 1 parte de vinagre blanco por cada 2 partes de agua o ½ l de vinagre por cada litro de agua.
    • El bórax es un relajante para la lana, así que relaja las fibras de las prendas de lana naturalmente, haciéndolas más fácil de manejar y estirar.[4]
    • Se cree que el vinagre también tiene la capacidad de relajar las fibras de la ropa. Normalmente se prefiere el vinagre de vino blanco porque es transparente y más suave que el vinagre blanco destilado; puedes sustituirlo usando cualquier vinagre transparente.[5]
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    Remoja la ropa en la solución. Sumerge la prenda en la solución para remojar y déjala reposar durante 25 minutos.
    • Puedes considerar estirar suavemente la prenda mientas reposa en la solución, después de que hayan pasado los primeros 25 minutos, si tu ropa se ha encogido de forma severa. Jala la ropa suavemente para empezar a estirar las fibras, después déjala remojar ininterrumpidamente por otros 10 o 15 minutos.
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    Exprímela. Saca la prenda de la solución enróllala hasta hacer una bola con ella. Apriétala con firmeza para exprimirle el exceso de humedad.
    • No enjuagues la prenda. Mientras estiras la prenda y le das de nuevo su forma original, la solución necesita continuar relajando las fibras activamente.
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    Rellena la prenda con toallas secas. Enrolla las toallas y rellena la prenda con ellas, hasta que la ropa tenga más o menos el tamaño y la talla que tenía originalmente.[6]
    • Usa todas las toallas enrolladas que necesites para darle un contorno suave. Si la ropa queda abultada después de ponerle las toallas por dentro, es posible que también las fibras se estiren en la misma forma abultada: el resultado será un suéter desencogido, pero que se verá mal al usarlo.
    • Las toallas también ayudarán a absorber el exceso de agua, ayudando a que la prenda se seque más rápido.
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    Sacude la prenda. Para ayudar a estirar la tela todavía más, agita o golpea la prenda con las toallas enrolladas por dentro, durante unos 10 0 15 minutos.
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    Déjala secar al aire. Pon un gancho para ropa dentro de la prenda y cuélgala todavía con las toallas por dentro. Déjala terminar de secarse de esta forma.
    • Si esta táctica provoca algunos cambios pero no los suficientes, puedes repetirlo en múltiples ocasiones hasta que la prenda se haya estirado lo suficiente.

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Agua sola y gravedad (vaqueros o jeans)

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    Llena la tina de baño (o bañera) con agua tibia. Llena la tina por lo menos a 1/3 de su capacidad o con agua suficiente para cubrir tus piernas cuando te sientes dentro de ella.
    • El agua debe sentirse a la temperatura adecuada como para sentarse en ella. Es mejor usar el agua un poco más caliente, pero evita el agua hirviendo o el agua fría.
    • Aún si no tienes acceso a una tina de baño puedes estirar tus vaqueros o jeans. En lugar de la tina, llena un fregadero con agua entre tibia y caliente.
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    Ponte los vaqueros. Ponte los vaqueros encogidos. Si puedes súbeles la cremallera y abotónalos.
    • Si no puedes subirles la cremallera a tus vaqueros, si no puedes abotonarlos o si la cintura se ha encogido demasiado, póntelos y déjalos abiertos.
    • No te pongas los vaqueros todavía si no cabes en ellos, no tienes acceso a una tina de baño o piensas usar el método del fregadero.
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    Métete al agua. Quédate en el agua tibia de la tina de baño con los vaqueros puestos hasta que estén bien empapados.
    • Para asegurarte de que los vaqueros estén bien remojados, necesitarás permanecer dentro de la tina de baño durante unos 10 minutos más o menos.
    • Ten mucho cuidado al salir de la tina de baño, para evitar resbalarte debido al peso adicional de la mezclilla mojada y pesada.
    • Si no puedes subirle la cremallera a tus vaqueros antes de meterte a la tina, trata de hacerlo mientras estás dentro de ella. Si no es posible relajar las fibras lo suficiente como para cerrarlos mientras están mojados, es posible que no puedas regresarlos al tamaño que tenían anteriormente.
    • Si estás usando el método del fregadero, deja que los vaqueros se remojen por unos 10 o 15 minutos. Sácalos del agua y póntelos.
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    Déjate los vaqueros puestos durante una hora más o menos. Para ayudar a que las fibras se estiren [7] muévete tanto como te sea posible.
    • Sal a caminar o a trotar, baila, estírate o haz todo lo que puedas para estirar la tela mientras la tienes puesta. Enfócate en las áreas que tienen la necesidad de estirarse. Por ejemplo, si necesitas desencoger la cintura más que cualquier otra parte, asegúrate de que tus movimientos incluyan muchos estiramientos y flexiones de la cintura.
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    Quítate los vaqueros y cuélgalos a secar. Cuelga los vaqueros empapados en el tendedero y déjalos que se sequen.
    • La gravedad va a jalar hacia abajo la mezclilla mojada y pesada, lo que puede ayudar a que los vaqueros se estiren verticalmente.

Advertencias

  • Debes comprender que cada uno de los métodos aquí descritos deben de llevarse a cabo bajo tu propio riesgo. Una vez que una tela se ha encogido no existe una forma de “desencogerla” realmente o de deshacer el daño por completo. Los métodos aquí descritos sirven simplemente para relajar y estirar las fibras, lo que puede devolverle a tu ropa su tamaño original, aunque puede funcionar solamente de forma temporal.

Cosas que necesitarás

  • Fregadero, cubeta o tina de baño
  • Champú de bebé, acondicionador, bórax o vinagre de vino blanco
  • Agua tibia
  • Toallas
  • Pesas o alfileres
  • Tendedero