4 formas de evitar la pelusa de la secadora en la ropa

Cómo evitar la pelusa de la secadora en la ropa

4 métodos:Limpiar el colector de pelusas y el filtroSecar tu ropaDarle una limpieza exhaustiva al interior de la secadoraLimpiar el conducto de pelusas

Si la ropa se lava de forma adecuada, esta siempre retendrá algunas pelusas. Una de las funciones de tu secadora consiste en eliminar la mayor cantidad posible de pelusa durante el ciclo de secado. No obstante, de vez en cuando notamos que nuestra ropa que acaba de secar está cubierta de pelusa. Si le das mantenimiento a tu secadora y sigues algunas reglas para el secado de ropa, podrás reducir de forma considerable la cantidad de pelusa que encuentres en tu ropa.

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Limpiar el colector de pelusas y el filtro

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    Encuentra el colector de pelusas. Según el diseño de tu secadora, el colector de pelusas se encontrará en la parte superior de la secadora o justo dentro de la puerta.[1] Revisa el manual del usuario de tu aparato si tienes alguna duda.
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    Ubica el filtro de pelusas. Este se encuentra dentro del colector de pelusas, el cual consiste en la ranura en la que entra el filtro. El filtro de pelusas está diseñado específicamente para mantener las pelusas fuera de la ropa. Si el filtro acumula demasiada pelusa, esta llegará a tu ropa.[2]
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    Retira el filtro de pelusas del colector. Jala el filtro con cuidado desde la parte superior y saldrá con facilidad. El filtro se parece a una pantalla de malla colocada en un marco plástico.
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    Retira toda pelusa visible del filtro. Usar los dedos al inicio es la manera más sencilla de empezar.
    • Un buen truco consiste en tomar un poco de pelusa de la esquina y luego pasar los dedos por la pantalla del filtro, así recogerás el resto de la pelusa.
    • Debes limpiar toda la superficie de la pantalla del filtro y desechar toda pelusa que retires.
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    Aspira la pantalla del filtro. Usa un accesorio de aspiradora con cerdas de cepillo suaves. Enciende la aspiradora y pasa el accesorio por la pantalla del filtro, lo que eliminará toda pelusa remanente.[3]
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    Aspira el colector de pelusas. Usa el accesorio de aspiradora que cuenta con un cuello largo y delgado, e introdúcelo con cuidado en el colector lo más que puedas. Esto extraerá toda pelusa que permanezca en la trampa.
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    Limpia alrededor del colector de pelusas y el área del filtro. Usa un paño suave para eliminar toda pelusa remanente. Si encuentras una pelusa persistente, vuelve a tratar el área con una toallita para secadora. La pelusa sobrante se adherirá a ella.
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    Limpia el interior de la puerta de la secadora. Usa un paño suave para eliminar toda pelusa remanente. Usa el truco de la toallita para secadora del paso anterior a fin de eliminar toda pelusa persistente.
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    Introduce el filtro de pelusas en el colector. Al acabar de limpiar el filtro de pelusas, podrás colocarlo en su lugar con facilidad. Debes escuchar que vuelva a conectarse en su lugar. Si no lo escuchas, retira el filtro con cuidado y vuelve a colocarlo hasta que escuches que se conecte.
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    Limpia los filtros de forma exhaustiva aproximadamente una vez al mes. Tan solo retíralos y lávalos con agua tibia con jabón. Deja que sequen bien al aire antes de volver a colocarlos.

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Secar tu ropa

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    Limpia los bolsillos. Hazlo antes de lavar tu ropa, así evitarás los problemas posteriores con las pelusas durante el ciclo de secado. Los culpables más comunes son los recibos, los pañuelos, las notas y las envolturas de caramelos.
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    Retira tu ropa de la lavadora. Retira las prendas una a la vez y sacúdelas un poco para soltar toda pelusa presente. Esto también ayudará a mantenerlas sin arrugas durante el ciclo de secado.
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    Revisa tu ropa de cerca. Retira todo pañuelo, pelusa o partícula de papel.[4] Si no lo haces, estos contribuirán con la acumulación de pelusa.
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    Separa toda prenda propensa a formar pelusas. Tendrás que secarlas por separado para reducir la acumulación y la transferencia de pelusas a tu ropa. Las toallas con pelusas son un culpable común, ya que si secas una con tus prendas, esto aumentará la probabilidad de que presenten pelusas.
    • Doblar al revés las prendas propensas a las pelusas también ayudará a reducir su transferencia.
    • Si secas las prendas oscuras separadas de las claras, esto también será de utilidad, ya que los colores oscuros enfatizan la presencia de las pelusas.
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    Coloca una toallita para secadora. Las toallitas para secadora ayudan a evitar la acumulación estática y reducen las pelusas; por ello, siempre es bueno usarlas. Cada toallita solo es eficaz para un ciclo de secado.
    • En el caso de las cargas grandes, coloca una o dos toallitas adicionales.[5]
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    Vuelve a revisar el filtro de pelusas. Cerciórate de que no tenga ninguna pelusa. Para ello, retira el filtro del colector de pelusas y elimina toda pelusa que veas. Deséchalas tal como lo harías normalmente.
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    Coloca tus prendas en la secadora. Coloca una prenda a la vez para evitar que se peguen o se enreden, lo que fomentaría la acumulación de pelusas. Asimismo, esto evitará que las ropa se arrugue.
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    Enciende la secadora. ¡Deja que haga su trabajo! Debes usar la configuración recomendada por el fabricante de la secadora. Revisa el manual del usuario de tu aparato si tienes alguna duda.
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    Retira tu ropa de la secadora. Tu ropa debe estar libre de pelusas cuando termines. Debes desechar la toallita para secadora que hayas usado.
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    Retira y limpia el filtro de pelusas. Vuelve a colocarlo después de eliminar las pelusas. ¡Ahora estarás listo para la próxima carga sin pelusas!

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Darle una limpieza exhaustiva al interior de la secadora

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    Cierra la conexión de gas (si cuentas con una) y desconecta la secadora. No te preocupes, el procedimiento es el mismo sin importar si tu secadora es eléctrica o si funciona a gas; sin embargo, ambas tendrán que apagarse antes de limpiarlas.
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    Identifica la forma en la que tu secadora se desarma. Tu secadora contará con uno de dos posibles diseños: el filtro de pelusas se encontrará en la parte superior o en un panel delantero.[6] Revisa el manual del usuario de tu aparato si tienes alguna duda.
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    Desarma la secadora con el filtro de pelusas en la parte superior. Necesitarás un destornillador para hacerlo; no obstante, las secadoras están diseñadas de modo que puedas acceder a su interior con mucha facilidad. Busca debajo del filtro; deberás encontrar algunos tornillos allí. Retíralos con el destornillador.
    • Retira la parte superior de la secadora de los seguros. Hazlo jalando la parte superior de la secadora hacia adelante y luego hacia arriba. Luego podrás retirarla con facilidad de los seguros en las esquinas.[7]
    • Desconecta los cables del interruptor de la puerta en la esquina delantera y retira el panel delantero de la secadora destornillando los dos tornillos que están cerca de la parte superior del panel.
    • Inclina la secadora un poco hacia adelante y así podrás retirar el panel delantero con facilidad. Ahora podrás ver el mecanismo interno de la secadora.
    • Retira las pelusas con cuidado en el interior de la secadora y aspira por todo el tambor con el accesorio de cuello largo de la aspiradora.
    • Limpia bien el elemento generador de calor, pero ten mucho cuidado cerca de los cables y las partes pequeñas.[8]
    • Vuelve a colocar el panel delantero. Coloca los tornillos delanteros y vuelve a conectar los cables.
    • Vuelve a colocar la parte superior en su lugar y ajusta los tornillos debajo del filtro.
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    Desarma la secadora con el filtro de pelusas ubicado en el panel delantero. Necesitarás un destornillador para hacerlo; no obstante, las secadoras están diseñadas de modo que puedas acceder a su interior con mucha facilidad. Retira el panel inferior delantero usando un destornillador en la parte superior del mismo. Esto lo soltará de los 2 seguros que lo mantienen en posición.[9]
    • Si tu secadora cuenta con un panel delantero extraíble, no tendrás que usar un destornillador de esta manera. Tan solo suelta los seguros, retira los tornillos y extrae el panel. Ahora podrás ver el mecanismo interno de la secadora.
    • Aspira alrededor del motor de la secadora y el mecanismo interno de la máquina usando el accesorio de cuello largo.
    • Limpia alrededor del mecanismo eléctrico y las partes pequeñas con mucho cuidado para no romperlos.
    • Vuelve a colocar el panel delantero. Si tu secadora cuenta con tornillos que la mantienen en su posición, recuerda volver a atornillarlos con firmeza.
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    Vuelve a conectar la secadora y, si es el caso, vuelve a conectar el gas. Al trabajar con las fuentes de energía, deberás proceder con cuidado cerca de los tubos que estén detrás del aparato.

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Limpiar el conducto de pelusas

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    Desconecta el suministro de gas (si es el caso) y la secadora. No te preocupes, el procedimiento suele ser el mismo sin importar si tu secadora es eléctrica o si funciona a gas, pero ambas tendrán que apagarse antes de limpiar. Revisa el manual del usuario de tu aparato si tienes alguna duda.
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    Ubica el conducto de pelusas. Este se encuentra en la parte posterior en la mayoría de las secadoras, ya sea cerca de la parte superior o el fondo del aparato. Tendrás que encontrar un tubo flexible de aluminio.[10]
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    Aleja la secadora de la pared con cuidado. Esto te permitirá acceder al conducto. Cuando lo hagas, deberás proceder con cuidado cerca del tubo.[11]
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    Retira el conducto de la pared. Usa un destornillador para soltar la abrazadera metálica que lo mantiene en posición. Por ahora, deja el conducto en el piso.
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    Retira el tubo. Hazlo con cuidado y procura no hacerle un agujero.[12] Por ahora, deja el tubo con cuidado en un área aparte.
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    Limpia la tubería de la pared y el conducto. Usa un cepillo para conductos y gíralo en sentido horario para generar el mejor efecto. También puedes girarlo en sentido antihorario, tan solo asegúrate de solo seguir una dirección, no una combinación.
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    Limpia el tubo que hayas retirado. Sostenlo con cuidado y mantenlo frente a ti. Cepilla los tubos con el cepillo para conductos. En este punto, lo más probable es que tu piso y tú estén cubiertos de pelusas.
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    Aspira dentro del tubo y el conducto. Usa el accesorio de cuello largo para eliminar toda pelusa remanente. Aspira con cuidado de modo que no dañes nada.
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    Aspira el piso. Usa el accesorio de cuello largo y procura aspirar toda la pelusa. Pásalo por los rincones y las grietas.
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    Vuelve a colocar el conducto de la secadora en su lugar. Recuerda ajustar los tornillos en la abrazadera para fijarlo en su posición. Asegura el tubo con cuidado.
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    Vuelve a colocar la secadora contra la pared. Sigue trabajando con cuidado cerca del tubo. Este puede dañarse con facilidad, pero no habrá ningún problema si tienes cuidado.
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    Vuelve a conectar la secadora y, si es el caso, vuelve a encender el gas. Al trabajar con las fuentes de energía, deberás proceder con cuidado cerca del tubo que está detrás del aparato.
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    Enciende la secadora por aproximadamente 10 a 15 segundos. Esto eliminará toda pelusa remanente. Apágala cuando termine. ¡Ahora tu secadora estará lista para usar!

Consejos

  • Seca la ropa hasta que esté casi seca, luego retírala para que termine de secarse al aire.[13] Esto reducirá la cantidad de pelusas que puedan adherirse a tus prendas.
  • Vierte media taza de vinagre en la lavadora junto con tu ropa. Esto puede ayudar a evitar la formación de pelusas.
  • Limpia el exterior de la secadora con frecuencia y barre el piso para mantenerlo libre de pelusas.
  • Las telas hechas de fibras naturales (como el algodón y la lana) generan más pelusa que las telas sintéticas.