5 formas de limpiar cobre - 绮罗网

Cómo limpiar cobre

5 métodos:Utilizar una pasta para restregar a base de salUtilizar una pasta para restregar a base de harinaHervir en sal y vinagreUtilizar kétchupUtilizar ácido sulfámico para cobre con manchas difíciles de sacar

El cobre puede ser hermoso, sobre todo cuando está brillante y pulido. Afortunadamente, puedes limpiar objetos de cobre utilizando algunos materiales que posiblemente ya tengas en la alacena. En este artículo se muestran algunas formas de limpiar cobre utilizando elementos que normalmente se encuentran en casa. Asimismo, incluye un método químico que puedes utilizar como último recurso.

Pasos

Iniciar retirando el barniz dañado

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    Determina si el objeto que tienes está hecho completamente de cobre. Si solamente tiene una cubierta o baño de cobre, existe el riesgo de arañarla. En lugar de retirar el barniz, limpia el objeto con agua tibia y un trapo y jabón suaves.[1]
    • La mejor manera de averiguar si un artículo está hecho de cobre o no es colocarle un imán en alguna superficie. Si este se mantiene pegado, quiere decir que el objeto está hecho de otro metal y únicamente tiene un baño de cobre. Por otro lado, si este se cae, significa que el artículo es de cobre.
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    Determina si el objeto es de cobre barnizado. El barniz puede hacer que un objeto de cobre sea brillante y resistente a las manchas. Sin embargo, si se llegara a dañar, podrían aparecer manchas disparejas. Ten en cuenta que algunos de los métodos que se mencionan en este artículo podrían dañar una capa de barniz.
    • Si el objeto de cobre tiene una capa de barniz dañada, lo primero que tendrás que hacer es retirar el barniz. Luego de limpiarlo, puedes aplicar una capa nueva. Continúa leyendo esta sección para aprender a quitar el barniz del objeto que quieres limpiar.
    • Si el objeto está barnizado y sucio, mezcla 2 tazas (480 mililitros) de agua tibia con 2 cucharadas de un jabón lavavajillas suave. Rocíalo sobre el artículo barnizado y déjalo reposar por unos minutos. Luego, límpialo con un trapo limpio y enjuágalo con agua tibia. Finalmente, sécalo con un trapo limpio.[2]
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    Llena una olla con agua y disuelve 1 cucharada de bicarbonato de sodio por cada 0,95 litros (cuarto de galón) de agua empleado. Asegúrate de que la olla sea lo suficientemente grande para poder sumergir el objeto de cobre por completo. Si este es demasiado grande, tendrás que limpiarlo por secciones.
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    Coloca el objeto en la olla. El agua debe cubrirlo por completo. Si es demasiado grande, tendrás que limpiarlo por partes. Introduce una parte en el agua y recuerda que luego tendrás que repetir los pasos para limpiar el resto.
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    Hierve el agua y espera 30 minutos. Si el artículo que quieres limpiar es grande, coloca un lado en el agua hirviendo. Luego de 30 minutos, dale la vuelta y hierve el agua por otros 30 minutos.
    • Vigila el nivel del agua. Mientras más tiempo hierva, más bajará el nivel del agua. Si notas que alguna parte del objeto no está cubierta, añade más agua.
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    Retira el objeto y restriégalo con el lado áspero de una esponja. Una vez que el tiempo haya transcurrido, el barniz se habrá ablandado. Utiliza un estropajo para quitarlo. No emplees una esponja de lana de acero o podrías arañar el cobre mismo.[3]
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    Una vez que lo retires del agua, seca el objeto con una toalla suave. Este estará muy caliente, así que lo mejor será que utilices una pinza.
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    Puedes utilizar los siguientes métodos para deshacerte de cualquier mancha. Sin embargo, si lo que quieres es limpiar joyas, asegúrate de que las pastas y soluciones limpiadoras no tengan contacto con las piedras preciosas o cristales. Muchas de las pastas y soluciones descritas en los siguientes métodos son abrasivos. Estos limpian manchas de manera efectiva, pero también pueden arañar piedras preciosas y cristales.

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Utilizar una pasta para restregar a base de sal

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    En un tazón pequeño, vierte unas cucharadas de sal. Esta servirá para restregar las manchas. No te preocupes demasiado por el tamaño del tazón. Solo lo utilizarás para mezclar la pasta.
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    Cubre la sal con suficiente vinagre blanco o jugo de limón como para crear una pasta húmeda. El jugo de limón es más ácido, por lo que funciona más rápido que el vinagre.[4]
    • Asimismo, puedes cortar el limón por la mitad y cubrir la parte interna con bastante sal. Luego, puedes frotar el limón con sal sobre el objeto manchado.[5]
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    Esparce la pasta sobre el área manchada. La idea es crear una capa gruesa; si aún puedes ver el cobre o la mancha, añade un poco más de la pasta.
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    Espera 15 segundos. Este periodo será suficiente para que la sal y el vinagre blanco o el jugo de limón trabajen sobre la mancha.[6]
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    Humedece una esponja para restregar con vinagre blanco o jugo de limón. Si el objeto que quieres limpiar tiene textura, lo mejor será que utilices un cepillo de cerdas suaves en lugar de la esponja, ya que este será mucho más efectivo para poder alcanzar cada rincón y recoveco.
    • Si empezaste con jugo de limón, utilízalo también para este paso.
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    Restriega el objeto. Repasa suavemente las partes que tienen sal con pequeños movimientos circulares. La sal sirve para restregar las manchas.
    • Si estás empleando la mitad de un limón, simplemente frota el limón sobre el objeto.
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    Enjuaga el objeto con agua tibia. Si aún queda alguna mancha, quizá debas volver a restregarlo.
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    Seca el objeto con un trapo suave y, de ser necesario, púlelo.

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Utilizar una pasta para restregar a base de harina

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    Llena un tazón con una taza (240 mililitros) de vinagre blanco. El tazón puede ser de cualquier tamaño. Solo lo utilizarás para mezclar la pasta, no para colocar el objeto de cobre.[7]
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    Agrega 1 cucharada de sal al vinagre. Utiliza una cuchara para revolver la mezcla hasta que la sal se disuelva.
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    Añade suficiente harina a la solución como para crear una pasta. Esta debe tener la consistencia de una salsa. Si queda demasiado espesa, agrega un poco de vinagre. Si queda demasiado líquida, continúa agregando harina.
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    Esparce la pasta sobre el objeto de cobre. Puedes aplicarla directamente con tus dedos o con una esponja. También puedes “sumergir” el artículo en la pasta. La idea es crear una capa gruesa.
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    Con cuidado, lustra el objeto con la pasta. Utiliza tus dedos o una esponja para lustrar el artículo con pequeños movimientos circulares.
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    Deja la pasta reposar entre 15 y 60 minutos. Mientras más manchas tenga el objeto, más tiempo tendrás que esperar.
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    Enjuaga la pasta con agua tibia. Asegúrate de frotar el objeto con tus dedos conforme lo enjuagas. De esta manera, quitarás cualquier resto de pasta junto con las manchas.
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    Seca el objeto con un trapo suave. Una vez más, seca el objeto con pequeños movimientos circulares. Esto ayuda a pulir el cobre y a dejarlo brillante.

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Hervir en sal y vinagre

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    Ten en cuenta que este método puede arruinar la olla que emplees y hacer que el cobre se aclare. La sal y el vinagre producen una reacción química que podría arruinar la olla grande que utilizarás para hervir todo. Asimismo, el objeto de cobre podría volverse plateado.[8]
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    Coloca 1 cucharada de sal y 1 taza (240 mililitros) de vinagre blanco en una olla grande.[9] Esta debe ser lo suficientemente grande como para que quepa el objeto que quieres limpiar. Mezcla la sal y el vinagre hasta que la sal se disuelva.
    • Puedes utilizar una olla de vidrio o cerámica para cocción lenta.[10]
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    Coloca el objeto de cobre dentro de la olla. No te preocupes si alguna parte no queda sumergida en el vinagre, ya que rellenarás el espacio restante de la olla con agua.
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    Llena el resto de la olla con agua. La idea es que el objeto quede completamente sumergido. Si alguna parte sobresale, tendrás que limpiar la parte que sí quedó dentro primero y luego repetir este paso con el resto del objeto.
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    Hierve el agua. Continúa hirviendo el agua con el objeto dentro hasta que las manchas desaparezcan. Este proceso podría tomar desde unos minutos hasta unas cuantas horas.
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    Verifica el progreso del proceso y añade más agua según sea necesario. Una vez que el nivel del agua empiece a descender y el objeto empiece a sobresalir, tendrás que agregar más agua. En este caso, también deberás retirar el objeto y restregarlo con un cepillo de cerdas suaves.[11]
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    Retira el objeto del agua y déjalo enfriarse. Para no quemarte, utiliza guantes de jebe, guantes para horno o una pinza al sacar el objeto. Colócalo sobre una superficie a prueba de calor y espera a que se enfríe. Esto podría tomar unos cuantos minutos.
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    Lava el objeto con jabón y agua tibia y luego sécalo con un trapo suave. De esta manera, te desharás de cualquier residuo de sal.

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Utilizar kétchup

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    Consigue un poco de kétchup. Aunque no lo creas, el kétchup es excelente para deshacerse de las manchas en el cobre. No obstante, puede ser un método bastante sucio, así que quizá sea mejor emplearlo para objetos más pequeños.[12] Si vas a limpiar un objeto más grande, como una olla, considera utilizar el método de sal y vinagre.
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    Esparce un poco de kétchup sobre el objeto. Puedes echar un chorro del producto directamente sobre el objeto y esparcirlo con los dedos. También puedes echar el kétchup en un pedazo de papel absorbente doblado y aplicarlo de esa forma. La idea es cubrir el objeto con una capa de grosor delgado o mediano.
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    Deja que el kétchup cubra el objeto por unos minutos. De esta manera, los ácidos de este producto tendrán suficiente tiempo para disolver las manchas.
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    Frota la mancha con una esponja o trapo suave. Si vas a utilizar una esponja, emplea el lado suave, no el áspero. Lustra el área con pequeños movimientos circulares. De esta manera, la mancha irá desapareciendo.
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    Enjuaga el kétchup con agua tibia. Quizá no sea fácil enjuagarlo, en cuyo caso tendrías que frotarlo con los dedos hasta que se salga.
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    Seca el objeto con un trapo suave y lústralo hasta que adquiera brillo. Toma una parte del trapo y frótalo rápidamente sobre el objeto con pequeños movimientos circulares. De esta manera, el cobre volverá a brillar.

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Utilizar ácido sulfámico para cobre con manchas difíciles de sacar

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    Consigue un poco de ácido sulfámico. No utilices este método si el objeto está hecho de otros metales además de cobre. El ácido sulfámico quita las manchas del cobre efectivamente, pero también puede manchar otros metales.
    • Puedes conseguir ácido sulfámico a través de una farmacia en línea. Asimismo, es sencillo comprar ácido sulfámico limpiador de una ferretería.
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    Ponte guantes de jebe. Es importante proteger tus manos, ya que para este método manipularás ácido.
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    Considera trabajar al aire libre. Como la mayoría de químicos, el ácido sulfámico puede producir gases. Por ello, es una buena idea trabajar al aire libre, o en un lugar que tenga buena ventilación. Si no puedes salir de la casa, al menos asegúrate de abrir bien las ventanas.
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    En un contenedor de plástico resistente, combina el ácido sulfámico con agua. Es posible que el empaque tenga recomendaciones sobre la cantidad a utilizar. La mayoría prefiere mezclar una solución suave compuesta de agua y entre 5 y 10 % de ácido sulfámico.[13]
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    Sumerge el objeto de cobre en la solución. Es posible que notes que la solución empieza a burbujear.
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    Retira el objeto de cobre de la solución una vez que esta deje de burbujear. Con cuidado, levántalo con una pinza.
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    Considera neutralizar el ácido con un poco de carbonato de sodio. Crea una nueva solución de agua y entre 1 y 2 % de carbonato de sodio. Sumerge la pieza de cobre en la nueva solución y luego retírala. El carbonato de sodio neutralizará el ácido y evitará que el cobre se corroa.[14]
    • Puedes conseguir carbonato de sodio en la sección de colorantes para tela de una tienda de arte y manualidades.
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    Permite que el objeto se seque al aire en un lugar fresco. De esta manera, el cobre terminará mucho más brillante.

Consejos

  • Ten en cuenta que puedes comprar productos hechos para pulir cobre.
  • Limpia el polvo de objetos de cobre decorativos regularmente para evitar la acumulación de mugre. Utiliza un trapo húmedo y frio para hacerlo.[15]
  • Considera pulir el cobre con un pedazo de periódico arrugado. Lo único que debes hacer es frotar el objeto con el periódico con movimientos circulares hasta que adquiera brillo.[16]
  • Guarda las joyas de cobre en bolsas plásticas cuando no las uses. De esta manera, les tomará más tiempo mancharse y se mantendrán brillantes por más tiempo.[17]
  • Si tienes un objeto de cobre decorativo que no empleas para cocinar, considera barnizarlo. De esta manera, evitarás que se manche.

Advertencias

  • No guardes los objetos barnizados cerca de la cocina o en el baño. El vapor, la humedad y el calor pueden penetrar el barniz y manchar el cobre que este cubre.[18]
  • Nunca utilices materiales abrasivos para limpiar objetos bañados en cobre o barnizados, ya que estos pueden quitar la capa de barniz o de cobre. Es mejor limpiarlos con un jabón suave y agua tibia.[19]

Cosas que necesitarás

Utilizar kétchup

  • Kétchup
  • Esponja o trapo suave
  • Agua tibia

Utilizar una pasta para restregar a base de harina

  • Tazón pequeño
  • Cuchara para mezclar
  • 1 taza (240 mililitros) de vinagre blanco
  • 1 cucharada de sal
  • Agua tibia
  • Trapo suave

Utilizar una pasta para restregar a base de sal

  • Tazón
  • Cuchara para mezclar
  • Sal
  • Vinagre blanco o jugo de limón
  • Esponja para restregar
  • Agua tibia
  • Trapo suave

Hervir en sal y vinagre

  • Olla grande normal o para cocción lenta
  • 1 cucharada de sal
  • 1 taza (240 mililitros) de vinagre blanco
  • Guantes de jebe o una pinza (recomendado)
  • Agua tibia
  • Trapo suave

Utilizar ácido sulfámico para cobre con manchas difíciles de sacar

  • Ácido sulfámico
  • Guantes de jebe
  • Contenedor de plástico resistente
  • Agua
  • Carbonato de sodio (opcional)
  • Pinza (opcional)