Cómo lavar huevo de tus muros: 5 pasos (con fotos)

Empieza a limpiar tu casa lo más pronto que puedas. Mientras más tiempo tenga el huevo en el muro, más se adherirá a su superficie. Debido a su alto contenido de humedad, el lavado del huevo es más fácil cuando está fresco. Alista tus insumos de limpieza tan pronto como te des cuenta que arrojaron huevos a tu casa.

Prepara una cubeta con agua tibia. El agua no debe estar caliente. El agua caliente cocerá el huevo y hará que se adhieran aún más a tu fachada y exteriores. Los huevos tienen base de proteína, por lo que se cuecen (y adhieren) rápidamente cuando se les expone al calor. Una cubeta con agua tibia del grifo es un buen insumo para lavar huevo de tu fachada.

Lava con manguera el huevo de la fachada de tu casa. Saca la manguera de jardín y rocía el área debajo de donde cayeron los huevos, incluyendo el suelo. Al mojar el área bajo los huevos, crearás una superficie por la que puedan resbalar una vez que los laves. Si no mojas el área debajo de los huevos, se adherirán al resbalar. Luego de mojar la parte de abajo, rocía directamente sobre los huevos. Muchas veces, basta con el agua corriendo por la superficie para lavar los huevos. Si mojas con la manguera directamente sobre los huevos sin haber mojado antes alrededor, te arriesgas a esparcir los huevos y aumentar el tamaño de la mancha.

Usa un limpiador con una base alcalina alta para cepillar los huevos del muro. Algunas veces los huevos no saldrán del muro a menos que los cepilles. Un limpiador con base alcalina alta es mejor porque rompe la estructura proteínica del huevo. Muchos limpiadores caseros o desengrasantes son efectivos. Revisa el nivel de pH en cada producto. A mayor el nivel de pH, mayor es el contenido alcalino.