3 formas de refrescarte sin aire acondicionado - 绮罗网

Cómo refrescarte sin aire acondicionado

3 métodos:Refrescarte con aguaRefrescar tu casaVencer el calor

El verano sin aire acondicionado puede hacer que el calor excesivo te cause incomodidad. Podrás mantenerte fresco y cómodo sin aire acondicionado empleando varios trucos que recurran al uso de agua, ventiladores, ropa ligera, comidas y bebidas refrescantes, estrategias mentales, etc. Asimismo, podrás refrescar toda tu casa usando soluciones naturales y evitando que esta retenga el calor. Si empleas las estrategias adecuadas, podrás evitar el calor y, al mismo tiempo, ahorrarás dinero al dejar de usar el aire acondicionado.

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Refrescarte con agua

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    Bebe agua con frecuencia. Sentirás tu cuerpo más fresco si te mantienes hidratado. Bebe 240 ml (8 oz) de agua como mínimo cada hora. El agua será más refrescante si le agregas hojas de menta o tajadas de naranja, limón o pepino. Quizás sea más fácil beber más agua si está saborizada.[1]
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    Rocíate agua fría. Llena un rociador con agua fría y ajústalo para que rocíe una cantidad leve. Rocíate la piel expuesta para así gozar de un efecto refrescante instantáneo.
    • También puedes usar un ventilador que rocíe agua. Estos dispositivos portátiles funcionan con batería, por lo que podrás llevarlos contigo a todos lados. Al rociarte el agua y ventilarla, esta se evaporará en tu piel, lo que te hará sentir fresco de inmediato.[2]
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    Congela un pañuelo y colócatelo en el cuello, la frente, los brazos o las piernas. Si colocas un paño frío en tu piel, esto puede ayudarte a vencer el calor. Cuando el paño se caliente, tan solo enjuágalo y vuelve a colocarlo en la congeladora.[3]
    • También puedes colocar una compresa de hielo detrás de tu cabeza.
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    Deja correr agua fría sobre tus muñecas. Mójate las muñecas y otros puntos de presión (como el cuello, la parte interior de los codos y detrás de las rodillas) con agua fría durante 10 segundos en cada punto. Esto disminuirá tu temperatura por un momento.[4]
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    Mójate el cabello. El cabello mojado enfriará tu cuerpo, por lo que podrás probarlo para gozar de un efecto refrescante inmediato. Puedes mojarte todo el cabello o tan solo por la línea del mismo. La evaporación del agua te enfriará la cabeza, pero podría hacer que tu cabello se encrespe un poco si es rizado.
    • Remoja una bandana en agua y colócatela en la cabeza.
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    Llena tu bañera con agua fría y entra a ella. Una vez que te acostumbres a la temperatura, retira un poco de agua y vuelve a llenar la bañera con agua fría. Sigue haciéndolo hasta que estés lo suficientemente fresco. Tu cuerpo se mantendrá fresco por un tiempo prolongado luego de salir del agua.
    • Toma una ducha fría en lugar de un baño, si así lo prefieres.
    • También podrías remojar los pies en una cubeta con agua fría. El cuerpo emite calor de las manos, los pies, la cara y las orejas; por ello, si enfrías alguno de estos puntos, tu cuerpo se enfriará de forma eficaz. Las piscinas para niños también son grandiosas para los pies de los adultos.
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    Ve a nadar. Ve a relajarte a una piscina, un lago, el océano o un río. Si entras al agua, esto te refrescará mucho. Deberás usar bloqueador solar para evitar las quemaduras, ya que estás te darán incluso más calor.[5]

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Refrescar tu casa

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    Cierra las persianas o las cortinas. Si cierras las persianas y las cortinas durante el día, esto será de utilidad para bloquear los rayos del sol. Tan pronto como el solo llegue a tu casa en la mañana, deberás cerrar todas las ventanas y mantener cerradas las puertas y ventanas exteriores durante las horas más calurosas del día. Hazlo hasta que anochezca y la temperatura se enfríe lo suficiente como para poder abrir las ventanas durante la noche.[6]
    • Dobla las persianas hacia arriba; de este modo, si miras a través de ellas, podrás ver el suelo y no el cielo.
    • Para obtener una protección incluso mejor, consigue cortinas celulares aisladas o una lámina para ventanas, la cual se asemeja a una lámina para autos, ya que luce como una parte oscura o brillante del propio vidrio.
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    Abre las ventanas durante la noche. Abre algunas ventanas de forma estratégica para permitir el ingreso del aire nocturno más fresco durante estas horas. También es de utilidad dejar todas las puertas interiores abiertas (incluidas las de los armarios y los gabinetes de la cocina). Si las dejas cerradas, estas retendrán el calor del día y tu casa no se enfriará con tanta rapidez en la noche.[7]
    • Deberás cerrar las ventanas y las persianas tan pronto como la luz del sol llegue a tu casa. Esto puede ocurrir desde las 5 o 6 a.m. en algunas áreas.
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    Enfría tu casa con ventiladores. Coloca un ventilador de techo, uno para ventanas de pisos superiores o uno para el ático; así expulsarás el calor acumulado en las habitaciones de estos pisos. Coloca el ventilador portátil de modo que absorba aire más fresco del piso inferior y envíe el aire caliente al techo.
    • Usa una combinación de ventiladores para generar una circulación de aire adecuada. Expulsa el aire caliente colocando un extractor potente cerca de una ventana y ventiladores oscilantes cerca de otras para permitir el ingreso de aire fresco más frío.
    • También puedes encender el ventilador de la campana extractora de tu cocina o abrir el conducto para el humo de la chimenea. Estos también expulsarán el aire caliente y permitirán el ingreso de aire nocturno más frío.
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    Crea un aire acondicionado improvisado. Coloca un tazón metálico lleno con hielo y sal delante de un ventilador, y ubica a este último en una posición que le permita soplar el aire hacia el hielo. También puedes tomar una o más botellas de 2 L (1/2 galón) y llenarlas casi por completo con agua (70 %) y sal de roca (10 %). Deja vacío el 20 % del volumen para que se expanda. Congela el líquido en las botellas, luego colócalas en un tazón grande (para retener las gotas condensadas que se derramen). Coloca un ventilador para que las sople. A medida que se derrita el hielo con sal en las botellas, el aire alrededor de ellas se enfriará y el ventilador soplará este aire en tu dirección.[8]
    • La sal disminuirá la temperatura a la que el agua se congele, lo que te permitirá lograr que el hielo se enfríe mucho.
    • El agua y la sal en las botellas pueden volver a congelarse cada noche para usarlas varias veces.
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    Apaga todas las fuentes de calor. No cocines con la cocina o el horno. Consume alimentos fríos o cocina tus comidas en un microondas o una parrilla al aire libre. Apaga las lámparas y la computadora cuando no las uses. También deberás apagar la televisión (ya que esta emite mucho calor) y desconectar los adaptadores de corriente que no sean vitales.[9]
    • Las bombillas de luz incandescente también emiten calor. En su lugar, usa fluorescentes compactos o luces LED.
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    Envía el aire fresco a la parte superior de tu casa. Si tu casa tiene un sótano y un sistema de aire acondicionado central, haz que un profesional en sistemas de calefacción y ventilación coloque un conducto de retorno de aire frío en esa área. Este captará el aire frío que descienda a esa zona y lo reciclará enviándolo al resto de la casa tan solo colocando el horno en modo “ventilador”.
    • Instala un sistema de ventilación para una sola habitación, el cual tenga una entrada de aire frío, un extractor de aire caliente y controles de temperatura y humedad. Este permitirá el ingreso de aire nocturno y hará que el aire acondicionado funcione a pleno día.
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    Configura los ventiladores de techo para que funcionen en sentido antihorario. Esto absorberá el aire caliente y, al mismo tiempo, fomentará la circulación de una brisa fría en las habitaciones. Aumenta la velocidad de los ventiladores para agregar un efecto incluso más refrescante.[10]
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    Instala un ventilador para toda la casa. Este enviará el aire caliente al ático, en donde se disipará mediante los conductos que haya allí. Podrás enfriar tu casa si abres una puerta que conduzca al sótano y todas las puertas que se encuentren entre dicha parte y la habitación en la que esté el ventilador. Enciéndelo de noche y abre las ventanas del piso inferior, así enfriarás la casa de forma eficaz. No obstante, deberás tener buenos conductos en el ático; de lo contrario, no se expulsará el calor de forma adecuada.[11]
    • Instala los conductos para el ático si aún no lo has hecho. Es increíble lo mucho que la temperatura de una casa puede cambiar gracias a un ático fresco.

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Vencer el calor

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    Evita las horas pico de la luz solar. No salgas de 10 a.m. a 3 p.m., ya que los rayos del sol son más calientes a esas horas. También evitarás las quemaduras solares de esta forma. En lugar de ello, ejercítate o haz tus recados temprano en la mañana o en la noche. Las primeras horas de la mañana y la noche suelen ser lo suficientemente frescas como para poder caminar a gusto, correr, practicar senderismo, manejar bicicleta, cuidar el jardín o arreglar el patio.[12]
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    Usa ropa de verano hecha con fibra natural. Viste prendas de telas naturales de tejido holgado (como el algodón, la seda y el lino) en lugar de poliéster, rayón u otras fibras artificiales (con la posible excepción de las telas de alto rendimiento).[13]
    • Usa prendas de colores claros. Los colores oscuros absorberán el calor del sol y se mantendrán calientes por más tiempo que la ropa clara o transparente, las cuales reflejarán la luz y el calor.
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    Quítate el calzado. Quítate los zapatos y los calcetines, en especial durante los días de humedad extrema. El uso de zapatos y calcetines hará que tus pies suden y elevará la temperatura general de tu cuerpo. Quítate el calzado siempre que puedas.
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    Ten un suministro de golosinas congeladas saborizadas en la congeladora. Compra algunas paletas heladas o congela una bolsa con pedazos de frutas como la sandía, la piña o los limones. De este modo, ¡podrás refrescarte de forma sabrosa!
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    Usa un poco de menta. La menta refresca la piel y genera una sensación refrescante agradable. Refresca tu piel con unos productos de menta o mentol. Aplícate una loción de menta (evitando tu rostro y tus ojos), toma una ducha con un jabón de menta o usa una solución de limpieza para pies u otros polvos hechos con menta. Incluso hay algunas recetas con menta que podrías probar, como las siguientes:
    • batido de yogur de sandía y menta
    • bebida de chocolate, menta y crema irlandesa
    • trufas de menta
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    Usa sábanas y fundas de almohada hechas de seda o raso. Las sábanas suaves te ayudarán a mantenerte fresco; por ello, podrás sentirte más cómodo si usas sábanas de seda o raso. Las sábanas de algodón planchado son mejores que las de franela, las cuales deberás guardar durante los meses de verano. La seda, el raso y el algodón se sentirán más suaves al dormir.[14]

Consejos

  • No dejes un ventilador encendido en una habitación cerrada cuando nadie esté presente. Este no enfriará el aire que esté en la habitación y, en realidad, lo calentará. El motor del ventilador generará calor e incluso el aire en circulación creará una cantidad menor de calor a partir de la fricción. Al estar presente, tan solo te sentirás más fresco porque la humedad en la piel se evaporará más, lo que te enfriará el cuerpo solo si estás en esa habitación. Ahorra electricidad y apaga todos los ventiladores en las habitaciones cerradas en donde no haya nadie.
  • Durante una ola de calor, muchas ciudades y regiones establecen “centros para refrescarse” con aire acondicionado en las escuelas y los centros comunitarios, y te ayudarán a llegar a ellos. Si no tienes aire acondicionado, comunícate con las agencias del gobierno local para conocer la ubicación de estos centros, en especial si eres de edad avanzada o tienes una enfermedad.
  • Si tu garaje está debajo de áreas comunes de tu casa, deja tu auto caliente al aire libre para que se enfríe antes de guardarlo en el garaje.

Advertencias

  • El calor suele ir de la mano con las sequías. Si hay restricciones para el uso del agua en tu área, deberás tenerlas en cuenta antes de implementar alguna de las recomendaciones brindadas sobre el uso intensivo de agua.
  • La hidratación excesiva es un problema poco común en las personas con buena salud, pero podría afectar a aquellas que sufran del corazón, el hígado o los riñones. Si tienes algún problema de salud grave, ten en cuenta la cantidad de agua que bebas, ya que quizás tus riñones no puedan asimilar adecuadamente una cantidad excesiva de agua.
  • Si sufres los síntomas de un golpe de calor o una deshidratación, solicita ayuda profesional llamando al 911 o a otro personal de emergencias. Una temperatura corporal mayor a los 40 °C (104 °F) puede poner en riesgo tu vida, y podrías morir si esta alcanza los 45 °C (113 °F).
  • Los bebés, los niños, las mujeres embarazadas y las personas de edad avanzada son más propensos a sufrir un sobrecalentamiento. Deberás vigilar a los miembros de tu familia, compañeros de trabajo y vecinos que corran peligro.