Cómo planchar ropa: 14 pasos (con fotos) - 绮罗网

Cómo planchar ropa

3 partes:Planchar según el tipo de telaPlanchar diferentes categorías de prendas de vestirPlanchar de manera segura

Probablemente necesites planchar algunas prendas de vestir para hacer que se sigan viendo bien. Planchar es un proceso muy sencillo, aunque puede ser un poco difícil si nunca lo has hecho antes. Para planchar prendas de vestir, tendrás que clasificarlas con anticipación según los materiales con las que están hechas. Esto se debe a que las telas diferentes requieren de diferentes técnicas de planchado. Después de esto, podrás comenzar a plancharlas. Las camisas, los pantalones, los vestidos y las faldas se planchan de manera ligeramente diferente, así que asegúrate de planchar apropiadamente según la prenda de vestir. Asimismo, ten cuidado cuando utilices una plancha. En unos casos poco comunes, este aparato puede ser peligroso y causar heridas, como quemaduras.

Parte 1
Planchar según el tipo de tela

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    Reúne el equipo necesario. Mientras la plancha se calienta, deberás ya contar con todos los materiales antes comenzar a planchar. No querrás ir a tientas con una plancha caliente mientras tratas de agarrar algo, así que ten todo listo antes de encenderla.[1]
    • Necesitarás una mesa de planchar, que es una superficie grande y plana sobre la que se puede planchar las prendas de vestir.
    • Necesitarás una tela antigua para proteger tus prendas delicadas.
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    Clasifica tus prendas según su material. Los materiales diferentes requerirán métodos diferentes de planchado. Para ello, deberás clasificarlas según el material. Por ejemplo, las prendas de vestir de algodón deben plancharse de manera diferente que las prendas de vestir de seda. Deberás comenzar a planchar las prendas de vestir que requieran el nivel más bajo de calor y luego incrementarlo.[2][3]
    • El acetato, el rayón, la seda y la lana se deben planchar con un nivel bajo de calor. Voltea las prendas se rayón y seda antes de plancharlas. De igual forma, coloca una tela húmeda entre las prendas de lana y la plancha.
    • El calor medio se debe utilizar para el poliéster y el calor alto, para el algodón. Ambas telas deben estar ligeramente húmedas antes de plancharlas.
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    Fíjate en que la plancha esté lista. Las planchas indican que están listas de diferentes maneras. Una luz se puede encender o apagar o un ícono se puede mostrar en señal de que es seguro planchar. Asegúrate de esperar hasta que la plancha esté lista para comenzar. Planchar con una plancha fría será ineficiente.[4]
    • Si no estás seguro de cómo tu plancha indica que está lista, revisa su manual de instrucciones.
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    Utiliza una tela húmeda cuando planches encaje y lana. Las telas delicadas no deben tener contacto directo con la plancha. Por ello, el encaje y la lana no deben tener contacto directo con la plancha. Utiliza una tela húmeda cuando planches este tipo de telas.[5]
    • Asegúrate de que la tela esté húmeda y no esté empapada.
    • Si no estás seguro del tipo de material de la tela, revisa la etiqueta de la prenda. Esta debe indicarte de qué está hecha.
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    Asegúrate de que las telas de algodón y poliéster estén húmedas antes de plancharlas. El algodón y el poliéster no se deben planchar secos. Asegúrate de que las prendas de estos materiales estén ligeramente húmedas antes de plancharlas.[6]
    • Puedes sacar las prendas de algodón y poliéster de la secadora antes de que se sequen por completo. Puedes rociarles agua con una botella spray para humedecerlas.
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    Voltea las telas delicadas antes de plancharlas. Algunas telas son muy delicadas. Planchar su superficie puede causar que la tela se vea quemada o dañada. Si trabajas con una de las siguientes telas, voltéalas antes de plancharlas:[7]
    • pana
    • lino
    • rayón
    • satén
    • seda

Parte 2
Planchar diferentes categorías de prendas de vestir

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    Plancha las camisas desde el cuello hacia abajo. Cuando planches una camisa, debes comenzar desde el cuello. Comienza en el centro del reverso del cuello de la camisa y plancha hacia el borde. Luego, regresa al centro y procede hacia el otro borde.[8]
    • Cuelga un lado del hombro de la camisa sobre le borde de la mesa de planchar. Pasa la plancha del hombro a la espalda. Repite este procedimiento en el otro lado.
    • Plancha desde el puño de la camisa hacia el hombro cuando planches las mangas.
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    Plancha los pantalones desde la cintura hasta la pierna. Si tus pantalones tienen bolsillos, voltéalos y comienza a plancharlos. Sin embargo, si no los tiene, puedes proceder a realizar el proceso regular de planchado. Coloca la parte superior de los pantalones encima de la mesa de planchar y comienza a planchar la cintura. Asegúrate de planchar ligeramente encima de los bolsillos ya que no querrás crear líneas de bolsillos.[9]
    • Desde este punto, coloca los pantalones sobre la mesa de planchar, con una pierna encima de la otra. Deberás doblar los pantalones en dos horizontalmente. Asegúrate de que las piernas y las costuras se alineen. Dobla la pierna superior hacia atrás y encima de la cintura. Plancha la parte trasera de la pierna inferior. Luego, voltea los pantalones y repite este procedimiento en el otro lado.
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    Plancha las faldas y los vestidos del cuello a abajo. Si tu vestido tiene cuello o mangas, estos se pueden planchar de la misma forma en que planchas las mangas y el cuello de una camisa. Coloca la falda sobre la mesa de planchar. Plancha hacia arriba, desde la parte inferior hasta la cintura.[10]
    • Si una falda tiene vuelos, plancha su interior para evitar aplanar el diseño.
    • Se debe planchar alrededor de los botones ya que las faldas y los vestidos tienen unos que son delicados y que son propensos a dañarse.

Parte 3
Planchar de manera segura

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    Mantén la plancha lejos de los niños pequeños. Este aparato es muy caliente y puede causar una lesión grave en los niños. Por ello, el planchado no es un quehacer apropiado para los niños pequeños. Asimismo, debes mantener la plancha fuera del alcance de los niños cuando la utilices.[11]
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    Deja que la plancha se enfríe por al menos 10 minutos antes de guardarla. Una plancha se calienta mucho y podría iniciar un incendio. Después de terminar de planchar, apaga la plancha. Debes esperar al menos 10 minutos antes de guardarla ya que eso le dará un tiempo apropiado para enfriarse.[12]
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    Considera comprar una plancha con unos dispositivos de seguridad incorporados. Debido a que una plancha puede ser peligrosa, considera comprar una con unos dispositivos de seguridad, que pueden ayudar a prevenir los accidentes.[13]
    • Una plancha sin cordón puede ser una gran inversión. Si alguien se tropieza con el cordón de la plancha mientras la usas, esa persona o tú se podrían quemar.
    • De igual forma, puede ayudar conseguir una plancha con una función de desactivación automática. De esta forma, si la dejas encendida por casualidad, no iniciará un incendio.
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    Trata una quemadura rápidamente en el caso de un accidente. Esta se sanará más rápido y dolerá menos con un tratamiento apropiado. Coloca la quemadura bajo un chorro de agua por alrededor de 20 minutos tan pronto como alguien o tú sufran de una.[14]
    • Nunca utilices hielo, aceite, mantequilla o salsa de soja sobre una quemadura, ya que puede causar una lesión en la piel.
    • Busca una atención médica si la quemadura es más grande que una moneda pequeña.
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    No dejes una plancha caliente encima de una superficie. Esto puede causar que la plancha la queme o incluso inicie un incendio. Siempre colócala hacia arriba cuando tengas que alejarte de esta por un momento.[15]

Consejos

  • Limpia la plancha con regularidad para que los conductos de vapor no se obstruyan y la placa de metal no se vuelva pegajosa. Puedes utilizar un hisopo de algodón húmedo para limpiar estos conductos. De igual forma, puedes utilizar una tela suave, húmeda o humedecida para limpiar el almidón de la placa de la plancha que se acumula de las sesiones previas de planchado.

Advertencias

  • Nunca dejes la plancha por mucho tiempo sobre una parte de una prenda de vestir.
  • Siempre fíjate en la plancha. La negligencia podría ocasionar una lesión grave o dañar una propiedad.