Cómo ser un buen escritor: 20 pasos (con fotos)

Cómo ser un buen escritor

3 partes:Practicar tu redacciónAprender habilidades vitalesRealizar un proyecto de escritura de principio a fin

Los escritores tienen la mala fama de ser inseguros, ya sea que tengan renombre mundial o todavía tengan que mostrar su talento a otras almas. Echa ese sentimiento al fondo del armario y atrápalo con aspiradora en mano mientras regresas a tu escritorio caminando. Te llevará perseverancia y paciencia mejorar tus habilidades de redacción, pero no hay motivo para no hacerlo sin pedir consejos.

Parte 1
Practicar tu redacción

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    Escribe todos los días. Quizá prefieras escribir una nueva escena corta todos los días o trabajar a largo plazo en un proyecto de escritura. Quizá te fijes el mínimo diario de un párrafo o una página entera. Pero si sigues alguno de nuestros consejos, procura que sea este hábito importante: escribe todos los días.
    • Si no tienes tiempo en tu horario, procura levantarte temprano o dormir tarde, aunque solo sean quince minutos más.
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    Escribe en un bloc de escritor. No tengas tanto temor de escribir algo “mal” al punto de terminar mirando fijamente un documento en blanco.[1] Escribir aunque sea algo te ayudará a empezar. Pon que estás estancado y que no se te ocurre nada, describe algún objeto en la habitación al mínimo detalle o despotrica sobre algo que te irrite. Hacerlo unos cuantos minutos te pondrá en “modo escritor” y te conllevará a otra idea.
    • Busca en Internet, en librerías o bibliotecas colecciones de sugerencias de redacción. Estas están diseñadas para que tengas un punto de inicio con el cual trabajar y suelen ser absurdas para que despierten tu imaginación y arranques.
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    Ponte un reto. Si has escrito durante un tiempo, lo más probable es que no dejes de verte atraído por cierto estilo, tema o formato en particular. Practicar un tipo específico de redacción es excelente para mantenerse motivado, pero de vez en cuando haz el esfuerzo de variar tus ejercicios de redacción. Tomar deliberadamente desafíos nuevos y difíciles es vital para mejorar en cualquier campo.[2] Toma esos desafíos como ejercicios, ya sea que estés interesado en pulir el resultado final o no:
    • Si todos tus proyectos de escritura o tus narradores son similares, prueba un estilo diferente. Imita a otro autor o combina los estilos de dos autores.[3]
    • Si casi todo lo que escribes es para un blog o para un proyecto largo, tómate un descanso. Piensa en algún tema que nunca encajaría en alguno de tus proyectos de escritura y escribe sobre ello (si quieres un desafío adicional, vuelve a escribir la pieza de modo que encaje con tu proyecto).
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    Intercambia comentarios con un grupo de escritores que se apoyen. Pide comentarios sobre tu escrito y ofrécete a leer los borradores de los demás escritores. Recibe las críticas honestas que te hagan a modo de sugerencia para que mejores, pero no muestres tus escritos a aquellos amigos que se comportan de manera desdeñosa o negativa.[4][5] Hay una gran diferencia entre críticas útiles y comentarios negativos desalentadores.
    • Busca comunidades en línea, tales como Scribophile o WritersCafe, o busca una comunidad más segmentada para el tipo específico de tu estilo de redacción.
    • Ve a la biblioteca local o a los centros comunitarios para que te informes sobre posibles clubes de redacción.
    • Incluso podrías practicar escribiendo en un wiki como 绮罗网 o Wikipedia. Hacerlo te permitirá ayudar a otros mientras practicas a la vez, además podría ser uno de los proyectos comunitarios de escritura más grandes que jamás tomes.
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    Comprométete a cumplir un horario de escritura con otras personas. Si te cuesta sentarte para tus proyectos de redacción, comprométete con otras personas para tener una motivación externa. Haz que un amigo por correo te escriba cartas periódicamente o crea un blog y actualízalo semanalmente. Busca un concurso de redacción que se lleve a cabo en unas cuantas semanas y promete presentar un trabajo. Únete a un desafío de redacción, ya sea una sola sesión de escritura con un grupo de amigos o la original “novela en un mes” anual de NaNoWriMo.
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    Vuelve a escribir las piezas que sean importantes para ti. El primer borrador de una historia siempre tiene cabida para mejoras y suele terminar viéndose muy diferente después de unas cuantas revisiones.[6] Cuando ya hayas escrito algún trabajo que llame tu atención, revisa el trabajo “terminado” y busca oraciones, párrafos o páginas enteras que no te satisfagan del todo. Vuelve a escribir una escena desde la perspectiva de otro personaje, prueba otro tipo de desarrollo del argumento o cambia el orden de los sucesos. Si no estás seguro por qué te desagrada cierto pasaje, vuélvelo a escribir sin referirte al original, luego observa lo que te gusta de cada una de las versiones.
    • Alterar un pasaje muy querido y empezarlo de nuevo podría ser sumamente duro, tanto así que los escritores vienen llamando a este consejo “asesinar a tus queridísimos” por más de un siglo.[7]

Parte 2
Aprender habilidades vitales

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    Lee lo más que puedas. Los escritores tienen pasión por el mundo de las letras y no hay mejor manera de avivar esa pasión que con la lectura. Lee los temas más variados que puedas (desde revistas, novelas para jóvenes hasta tesinas de historia), aunque no tendrás necesariamente que sentirte presionado por terminar todo lo que empieces.[8] La lectura enriquece el vocabulario, enseña gramática, aporta inspiración y muestra lo que es posible hacer con el lenguaje. Para el escritor novato, la lectura sea quizá tan importante como la escritura en sí.[9]
    • Si no estás seguro de qué leer, pídeles recomendaciones a tus amigos o ve a la biblioteca y escoge un par de libros de cada sección.
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    Expande tu vocabulario. Mientras lees, ten un diccionario de definiciones y uno de sinónimos y antónimos o anota las palabras que no conozcas para buscarlas después. Los escritores de clase mundial siempre han debatido sobre si usar palabras sencillas o una verborrea sesquipedal. Eso es algo que tendrás que decidir en tu propia escritura, pero no antes de que aprendas qué herramientas tienes disponibles.
    • Los diccionarios de definiciones no brindan un sentido intuitivo de cómo usar las palabras. Búscalas en Internet y léelas en contexto para tener un mejor entendimiento de su uso.
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    Aprende las reglas de gramática. Desde luego, hay muchos libros excelentes y famosos escritos con una gramática no estándar, pero el aprendizaje de la gramática no se limita a memorizar una serie de reglas. El estudio de cómo armar una oración y de cómo usar la puntuación para estructurarla te dará el conocimiento necesario para expresarte de la manera que tienes pensada. Si crees que esta podría ser una de tus áreas débiles, estudia un libro de texto en español o búscate un profesor de redacción.
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    Personaliza tu escrito según tu objetivo y público lector. Así como tienes que cambiarte de ropa según el clima y la ocasión, también deberás cambiar tu redacción según tu público y tu mensaje. Por ejemplo, un lenguaje florido podría ser más adecuado para un poema que para un informe de estado. Si vas a dirigirte a un grupo específico, asegúrate de que tu elección de palabras y la extensión de las oraciones no sean demasiado difíciles (o demasiado simplistas) para tu público lector. Evita usar jerga especializada cuando te dirijas a alguien que desconozca determinado tema.

Parte 3
Realizar un proyecto de escritura de principio a fin

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    Haz una tormenta de ideas antes de empezar a escribir. Mientras pienses en lo que vas a escribir, anota cualquier idea que se te ocurra, aunque parezca inverosímil o con pocas probabilidades de tener éxito. Una idea mediocre podría conllevarte a una mejor.
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    Escoge un tema que te gustaría leer. Busca algún tema que llame tu atención y te emocione. Tu emoción e interés hará que te sea más fácil avanzar el proyecto y mantenerlo en un estándar alto y en el mejor de los casos también se contagiará el lector.
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    Decide la forma básica de tu proyecto. Un proyecto de escritura serio no tiene que ser necesariamente del tamaño de un libro. Elaborar un cuento corto podría ser un desafío difícil y satisfactorio, además podría ser más efectivo en relación al tiempo para practicar tus habilidades.
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    Anota tus ideas. Lleva contigo un cuaderno para anotar tus observaciones, las conversaciones que oigas por casualidad e ideas repentinas que se te ocurran en el día a día. Cuando leas o escuches algo que te haga reír, pensar o querer repetírselo a otro, anótalo y piensa por qué es efectivo.
    • También podrías usar ese cuaderno para anotar las palabras que no conozcas.
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    Planifica tu escritura. Emplea cualquier técnica que más te convenga o prueba varias si todavía no tienes un proceso establecido. Podrás hacer un esquema, poner una colección de notas escritas en tarjetas y cambiarlas de posición hasta que estén en orden o dibujar un árbol o mapa. El esbozo podría ser un mero orden aproximado de los sucesos, temas que tratarás o podría ser un resumen detallado de escena por escena. Armar algún tipo de estructura con anticipación te ayudará a continuar en aquellos días que sientas que tu creatividad está baja.[10]
    • Hay muchos tipos de programas organizadores para escritores, tales como Scrivener o TheSage.
    • No tiene nada de malo si te desvías del plan, pero si lo abandonas por completo, detente y considera las razones detrás. Arma un plan nuevo que te guíe en tu trabajo modificado y sigue pensando a conciencia la manera en que lo terminarás.
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    Investiga tu tema. Si bien un trabajo de no ficción exige que conozcas el tema, incluso un libro de ficción se beneficiaría de tu investigación. Si el protagonista es un maestro del vidrio soplado, lee algún libro sobre vidrio soplado y emplea la terminología correcta. Si vas a escribir un libro ambientado en un época anterior a tu nacimiento, entrevista a personas que hayan vivido durante ese periodo o habla con sus padres o abuelos.
    • En el caso de la escritura de ficción, podrías zambullirte al primer borrador antes de empezar la investigación.
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    Escribe el primer borrador rápidamente. Procura escribir al máximo sin pausas. No te detengas a cambiar tu elección de palabras ni para corregir la gramática, ortografía o puntuación. Esta es una de las recomendaciones que más te harán para asegurarte de que en realidad termines lo que empieces.
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    Vuelve a escribir. Una vez que tengas el primer borrador, reléelo y reescríbelo. Tendrás que buscar errores gramaticales, ortográficos, de estilo, de contenido, de organización y de coherencia. Si algún pasaje te desagrada, elimínalo y vuélvelo a escribir desde cero. La crítica de tu propio trabajo es una habilidad importante y exige mucha práctica, al igual que la escritura en sí.
    • Deja que pase un tiempo entre la escritura y la edición, si te es posible. Es mejor esperar un buen periodo de tiempo, pero incluso un descanso corto te dará un poco de la distancia e imparcialidad necesarias para editar bien.
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    Comparte tu trabajo con los demás. Pídeles comentarios de tu trabajo en progreso a los lectores interesados, ya sean amigos, otros escritores o lectores de tu blog. Trata de aceptar las críticas sin enfadarte ni alterarte, aunque no estés de acuerdo, porque conocer las partes de tu trabajo que les desagradan podría ser invaluable para enfocar tu edición.
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    Reescribe, reescribe y vuelve a reescribir. No tengas temor de hacer cambios drásticos, aunque tengas que eliminar secciones enteras del proyecto o reescribirlas desde la perspectiva de otro personaje. Continúa con el ciclo de comentarios y edición a medida que vayas explorando cómo perfeccionar tu trabajo. Si sientes que no avanzas, recuerda que estarás practicando habilidades que te ayudarán con tu escritura futura. Siempre tendrás la posibilidad de tomar un descanso y escribir algo divertido y absurdo, solo recuérdate que podrás pasártela a lo grande escribiendo.

Consejos

  • Ponte en contacto con algunos autores locales o ve a la presentación de algún libro en donde el autor esté presente, así podrás pedirle consejos a un profesional. Si bien los autores famosos reciben olas de correos electrónicos, muchos de ellos tratan de responder los correos electrónicos y las cartas.
  • Busca una habitación o un lugar donde puedas escribir mejor. Algunos necesitan una habitación silenciosa, mientras que otros disfrutan escribir en cafeterías llenas de gente.
  • Prepárate para recibir cartas de rechazo de parte de las casas editoriales. En vez de ser duro contigo mismo, tómalo como sugerencias constructivas en las áreas que debes mejorar.