3 formas de hacer una cama de hotel - 绮罗网

Cómo hacer una cama de hotel

3 métodos:Preparar la camaTender la camaComplementar el ambiente

Puedes lograr que tu cama tenga la misma apariencia exclusiva y lujosa que la de un hotel. Tender tu cama con la misma técnica empleada en los hoteles no solo hará que tu habitación se vea mejor, sino que contribuirá a que descanses mejor en la noche.

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Preparar la cama

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    Retira todo de tu cama. Para conseguir la experiencia de una cama de hotel perfecta tendrás que empezar desde cero.
    • De esta manera, será más sencillo interiorizar la idea de crear la experiencia de tener una cama perfecta, limpia y cómoda.
    • También te ayudará a tender la cama correctamente, paso a paso.
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    Escoge ropa de cama limpia. Para aprovechar al máximo la oportunidad de tender la cama y sentirte bien al terminar, utiliza ropa de cama limpia.
    • No hay nada más relajante que deslizarse bajo sábanas limpias y frescas al momento de dormir. La ropa de cama limpia no solo hará que tu cama se vea y se sienta fresca, sino que también hará que sea mucho más sencillo recostarse y dormir bien.
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    Reúne todas las frazadas, almohadas y sábanas que vas a emplear. Junta toda la ropa de cama y colócala a un lado de la cama.
    • Trata de apilar artículos similares para mantener todo organizado y optimizar el flujo de trabajo.
    • Por ejemplo, apila toda la ropa de cama en el orden que las necesites. Primero, agrupa las sábanas. Reúne las fundas de almohada y mantenlas cerca de las almohadas.
    • Asimismo, es recomendable planchar la ropa de cama, como las sábanas y fundas de almohada. De esta manera te desharás de las arrugas o dobleces, lo que te permitirá descansar en una superficie suave y fresca.[1]
    • En cuanto al tipo de ropa de cama que necesitas para tener una cama con calidad de hotel, la elección suele depender en gran manera de tu preferencia. Para empezar, consigue la ropa de cama del tamaño correcto. Si tienes una cama tamaño Queen, consigue ropa de cama tamaño Queen. El peso de un edredón y la funda del edredón también dependen de tu gusto personal. Sin embargo, considera que los hoteles suelen emplear edredones de plumas de peso medio.
    • La cantidad de hilos afecta el nivel de comodidad de las sábanas en cierta forma. No obstante, el tipo de material y longitud de hilo es lo que realmente influye en la comodidad. Por lo general, las sábanas que tienen entre 500 y 800 hilos se consideran de calidad superior.
    • Cuando busques en tiendas, considera que las sábanas de 100 % algodón egipcio son las más suaves y probablemente las más costosas. Asimismo, las de 100 % algodón Pima son increíblemente cómodas, pero no tienen la misma calidad que el algodón egipcio.
    • Busca ropa de cama hecha con hilos más largos. Los hilos cortos pueden sobresalir de la tela y sentirse rasposos.
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    Asegúrate de que tu colchón no tenga tierra, polvo u otros residuos. Ya que estás empezando desde cero, asegúrate que el colchón también esté limpio. [2]
    • Para limpiar el colchón, utiliza la boquilla para tapizado de la aspiradora. Presiona firmemente y ve desde la parte superior por toda el área de tu colchón. Si tiene manchas, puedes usar el removedor de manchas tapizado.
    • Al aspirar y quitar las manchas del colchón también te desharás de los ácaros y olores que podrían causar alergias y afectar la calidad de tu tiempo de descanso.
    • Te sentirás mucho mejor y más cómodo sabiendo que no hay nada desagradable debajo de las sábanas.

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Tender la cama

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    Coloca la sábana ajustable sobre la cama. Para empezar, asegúrate de tener una sábana ajustable limpia y fresca. Esta es la sábana que tiene esquinas elásticas redondeadas.[3]
    • Coloca la sábana alrededor del colchón y estírala de modo que quede tensa en cada esquina. La parte elástica las esquinas debe quedar sujeta debajo de las esquinas del colchón.
    • La costura de cada esquina de la sábana debe coincidir con la punta de cada esquina del colchón.
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    Coloca la primera de dos sábanas planas. La primera sábana plana debe ir encima de la sábana ajustable. Colócala sobre la cama y asegúrate que llegue hasta el borde superior del colchón, donde está la cabecera.
    • Coloca la sábana de tal manera que caiga de forma pareja a cada lado de la cama. Asegúrate de que el derecho (no el revés) quede hacia abajo, contra la sábana ajustable.
    • Aplana la sábana y jálala hacia cada lado para que no queden arrugas.
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    Coloca una manta ligera sobre la primera sábana. Alinea la manta con la sábana.[4]
    • Se recomienda utilizar una manta ligera que esté hecha de algodón o lino.
    • Aplana la manta y estírala hacia las esquinas a fin de que se alinee con las esquinas de tu sábana. Dobla la parte superior de la manta, desde la cabecera hacia donde normalmente quedan tus hombros o torso cuando te echas en la cama.
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    Coloca la tercera sábana. En realidad, se trata de la segunda sábana pero es la tercera capa, ya que la segunda fue la manta. La tercera sábana se coloca sobre la manta ligera. Colócala con el lado derecho hacia abajo dirigida hacia el colchón.
    • Alinea la tercera sábana de modo que quede a la misma altura que la primera sábana. Estira la parte superior hasta el borde del colchón, donde está la cabecera.
    • Aplana la tercera sábana con las manos y jala todas las esquinas de modo que quede bien estirada.
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    Coloca la sábana superior entre la manta y la primera sábana. Dobla el borde superior de la tercera sábana sobre el borde superior de la manta.
    • Toma la parte de la tercera sábana que se extiende por encima de la manta y dóblala de tal manera que quede entre la manta y la primera sábana.
    • Dobla y aplana la parte de la sábana que está debajo de la manta de modo que quede perfectamente plana.
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    Dobla la sábana inferior hacia abajo, en dirección a los pies de la cama. Toma la parte superior de la primera sábana, que todavía está alineada con el borde del colchón, en la cabecera. Dobla la parte de la sábana que se extiende por encima del borde de la manta y la tercera sábana hacia abajo, de modo que quede encima de ambas.[5]
    • Esta parte de la primera sábana quedará encima de las otras dos capas.
    • Aplana el borde que queda cerca de la cabecera para hacer que tu cama tenga una apariencia fresca y suave.
    • El punto donde dobles las sábanas dependerá de cuántas almohadas planeas colocar en tu cama. Lo más recomendable es que las sábanas terminen donde empiezan las almohadas.
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    Dobla las esquinas. El siguiente paso consiste en doblar las esquinas de la parte inferior de la cama. Toma una de las esquinas de las tres capas y estíralas hasta que queden tensas. Aplana las sábanas en la parte de los pies de la cama.
    • El resto de la tela que aún no has sujetado bajo el colchón quedará en forma de triángulo. Mueve el resto de la tela hacia abajo, hacia la parte inferior de la cama. Al hacerlo, las sábanas tomarán una forma similar a un sobre. Luego, dobla la tela y sujétala debajo del colchón.
    • Para lograr que las sábanas tengan la apariencia de un sobre, recorre el lado del colchón con tu dedo creando un ángulo de 45 grados. Al mismo tiempo, jala las sábanas de modo que queden estiradas en la superficie. De esta manera, se creará un triángulo imaginario. Dobla la parte triangular de las sábanas y sujétala debajo del colchón.
    • Termina de sujetar el resto de las sábanas bajo el colchón y alísalas a fin de eliminar las arrugas.
    • Repite este paso a ambos lados de la cama.
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    Coloca el edredón o la funda del edredón sobre la cama. Colócalo el edredón de tal manera que el borde superior quede a aproximadamente 7,6 cm (3 pulgadas) de la cabecera.[6]
    • Sin dejar de sostenerlo, arroja el edredón sobre la cama y permite que caiga lentamente sobre las sábanas. De esta manera, conservará su apariencia acolchada.
    • Jala las esquinas de modo que la tela se estire y se distribuya de manera pareja a ambos lados de la cama. Luego, dobla una sección rectangular en la parte superior del edredón para crear un espacio para las almohadas.
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    Coloca las almohadas en las fundas correspondientes y asegúrate de que queden esponjosas. Luego, colócalas en la disposición que prefieras.
    • La cantidad de almohadas y estilos que apliques depende de ti. La única regla es colocar la misma cantidad en ambos lados. Asegúrate de que la disposición de las almohadas sea simétrica.
    • Una vez que termines, desdobla un poco la funda del edredón de modo que el borde quede donde empiezan las almohadas.
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    Coloca una sábana adicional si lo deseas. Puedes agregar un manta sobre la funda del edredón si quieres añadir algo especial a la apariencia de tu cama.
    • Dependiendo del tamaño de la manta, una forma en que puedes colocarla es doblada en un rectángulo sobre la funda del edredón, hacia la parte inferior de la cama.
    • Asegúrate de que la manta no sobrepase el borde de la cama, ya que esto le dará una apariencia descuidada y poco atractiva.

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Complementar el ambiente

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    Considera la combinación de colores. Si quieres tener una verdadera experiencia de hotel, invierte en sábanas con una alta cantidad de hilos y de color blanco.[7]
    • El color blanco es un símbolo de lujo, por lo que tener una cama completamente blanca te hará sentir lujoso y relajado. Asimismo, es un color limpio y acogedor que puede influir en tu mente y cuerpo y proporcionarte un tiempo de descanso de calidad.
    • Las sábanas de 300 hilos o más influenciarán en gran manera tu nivel de comodidad y la calidad del descanso. Recuerda que cuando te sientes cómodo, duermes mejor.
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    Agrega más almohadas. Invierte en algunos tipos diferentes de almohadas. Los hoteles ofrecen una gran variedad de almohadas para elegir y tener una experiencia mucho más cómoda y lujosa.[8]
    • No te excedas. Considera varias opciones, como almohadas de pluma, plumón y cojines. De esta manera, tendrás unan gran variedad y podrás ordenarlas de tal manera que te sientas cómodo y envuelto.
    • Cinco almohadas es un buen número.
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    Invierte en el colchón y la ropa de cama. Sin importar cuánto te dediques a la preparación y cuánta atención prestes al más mínimo detalle, no podrás compensar el problema de un colchón incómodo.[9]
    • Para conseguir la sensación de flotar en las nubes que te da la cama de un hotel, tendrás que invertir en un colchón que sea el más adecuado para ti, ya sea que se trate de uno de espuma, de plumas o uno ajustable. Elige el que te proporcione la mayor comodidad.
    • Si no logras descansar bien ni te sientes cómodo, te moverás y darás vueltas en la cama toda la noche, lo que arruinará todo tu esfuerzo.
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    Crea tu propio ritual como preparación para irte a dormir. En este punto, te has esforzado y trabajado duro para que tu cama se vea perfecta y acogedora. Por tanto, es buena idea hacer de la hora de dormir un ritual que te permita disfrutar tu trabajo.
    • Cuando sea tiempo de ir a la cama, atenúa las luces. Enciende una vela o prende un difusor de aromas. Luego, jala lentamente las sábanas y disfruta la apariencia acogedora y fresca de la tela mientras te acomodas entre las sábanas.
    • Para mejorar tu ritual nocturno, deshazte de cualquier fuente de luz azul. Esta altera el ritmo circadiano del cuerpo y evita que tengas un descanso apropiado. Por lo general, la luz azul se encuentra en las pantallas de los teléfonos celulares, tabletas y computadoras. En vez de quedarte dormido mientras ves televisión, considera leer un libro.

Consejos

  • Utiliza sábanas limpias y plancha todo para conseguir la mejor apariencia.
  • Coloca las almohadas más firmes detrás de las más suaves. Las almohadas firmes te proporcionarán un suporte a las más suaves y harán que la cama se vea fresca y completa.
  • Utiliza sábanas y almohadas blancas para darle una sensación y apariencia lujosa.
  • Si tienes sábanas con rayas, asegúrate de que sean verticales.
  • No trates de terminar rápido. La precisión es la clave para lograr la apariencia de una cama de hotel. Recuerda que si el resultado se ve mejor, lo disfrutarás aun más.