Cómo ayudar a una gata a dar a luz: 19 pasos (con fotos)

Cómo ayudar a una gata a dar a luz

3 partes:Preparación para la labor de partoAyudar a la gata durante la labor de partoAyudar una vez terminada la labor de parto

Ya sea que críes gatos de raza para ganarte la vida o que seas responsable de una gata que haya salido preñada bajo tu cuidado, es importante saber qué hacer cuando entre en trabajo de parto y comience a parir a los gatitos. En los gatos, el periodo de gestación típica es de 65 a 67 días, así que una vez que tengas la confirmación de que tu gata está preñada, es importante que comiences a prepararte para el futuro parto. En este artículo verás la forma de hacerlo.

Parte 1
Preparación para la labor de parto

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    Busca señales de preñez. Hay varias señales que puedes buscar para saber si tu gata está o podría estar preñada.[1]
    • Las señales comunes de preñez en el caso de las gatas son unos pezones rozados y alargados, un vientre hinchado y una serie de sonidos de apareamiento.
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    Llévala al veterinario para que la revise. Una vez que sepas que tu gata está preñada (o si sospechas que puede estarlo), llévala donde un veterinario licenciado para que le haga una revisión médica.
    • El veterinario puede verificar que la preñez progresa sin complicaciones y aconsejarte acerca de cómo prepararte para el nacimiento de los gatitos.
    • Es especialmente importante llevar a una gata con sobrepeso o que ha tenido problemas de salud al veterinario tan pronto como sepas o sospeches que está preñada, pues estará bajo más riesgo de sufrir complicaciones.[2]
    • En algunos casos, el veterinario podría determinar que continuar con la preñez podría poner en riesgo a la madre y que esterilizarla en este punto es la forma más adecuada y humana de proceder.
    • El veterinario también puede determinar la cantidad de gatitos que nacerán, lo que será útil más adelante para saber cuándo han nacido todos los gatitos y la labor de parte ha llegado a su fin.[3]
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    Modifica su dieta en el tercer trimestre. Cuando una gata preñada alcance el primer trimestre (aproximadamente a los 42 días o cuando su vientre está visiblemente hinchado), tendrá necesidades nutricionales distintas, así que asegúrate de darle la cantidad adecuada de comida y nutrientes.[4]
    • Mantén su dieta habitual durante los dos primeros trimestres del embarazo.
    • En el trimestre final, dale alimento para gatitos, el cual es más rico en calorías por un volumen menor de comida. Dado que su útero presionará su estómago, limitará su capacidad para comer, de modo que el alimento para gatitos es ideal para mantenerla nutrida.
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    Establece un lugar de anidación. Las gatas necesitan un lugar cálido, tranquilo y seguro para dar a luz y la tuya buscará deliberadamente un lugar así antes del parto. Por lo general, tu gata exhibirá señales de anidación varios días antes del nacimiento, lo cual es una oportunidad perfecta para dirigirla hacia el nido que ya has preparado para ella.
    • La lavandería o un baño son lugares excelentes para hacerle un nido. Solo asegúrate de que no haya niños ni perros pasando por ese lugar en cualquier momento. La madre debe sentirse segura y relajada en esta zona.
    • Debe tener un acceso fácil al agua fresca, un poco de comida y a su caja de arena (la cual debe estar a unos 60 cm o 2 pies de distancia, pues ponerla demasiado cerca podría aumentar el riesgo de enfermedades).
    • Busca una caja de cartón grande con lados altos y llénala con cosas viejas y suaves que no te importará mancha, como toallas, mantas acolchadas, periódicos, etc.
    • Cualquiera sea el material que elijas, no debe tener un olor fuerte, pues la madre y los gatitos se reconocerán por medio del olor.
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    Prepara a tu gata para el parto. Sigue alimentándola con comida de calidad y mantente atento a una reducción notoria de su apetito, pues esta es una señal de que la labor de parto es inminente.
    • Si tienes una gata de pelo largo, podrías cortarle el pelo alrededor de la región de la vulva con anticipación (unos cuantos días o una semana antes del parto). Algunas personas también aconsejan cortar el pelo largo en los pezones para que así los gatitos puedan alimentarse.[5]
    • Sin embargo, si no puedes recortar el pelo de tu gata con anticipación, entonces no lo hagas, pues podría interferir con la capacidad de los gatitos para reconocer el olor natural de la madre después del nacimiento.
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    Prepárate para el parto. Además de tener una caja de parto, comida, agua y una caja de arena lista para tu gata, también debes tener materiales listos para que puedas usar en caso de emergencia.
    • Ten un portador de gatos cerca para que puedas usarlo en caso de que haya complicaciones y necesites llevar a tu gata al veterinario.
    • Ten tu teléfono celular cargado además del número del veterinario y el de un hospital de mascotas cerca en caso de que tu gata tenga complicaciones durante el parto.
    • Ten una pila de toallas secas y limpias preparadas en caso de que sea necesario limpiar a los gatitos.
    • Compra leche para gato en polvo adecuada y un biberón para alimentar a los gatitos en una tienda de mascotas y tenlos a la mano en caso de que haya algún problema para amamantar a los gatitos.[6]
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    Mantén un registro de la duración del embarazo. No hay un margen en la duración del embarazo, en especial porque a veces puede ser difícil saber la fecha precisa de la concepción, pero una gata que pasa los 67 días debe pasar por una revisión médica profesional.[7]
    • El veterinario puede escanear el vientre de tu gata para verificar que los gatitos estén sanos y luego sugerir un plazo adicional de 4 a 5 días para el nacimiento. Si los gatitos no han nacido en ese tiempo, entonces es posible que sea necesario realizar una cesárea.[8]
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    Observa las señales de advertencia para las complicaciones. Estas señales pueden ser una secreción anormal o una enfermedad.[9]
    • Secreción anormal: una secreción de la vulva de una gata no es normal durante el embarazo. Una secreción de color amarillo verdoso puede indicar una infección uterina, una de color verde claro puede significar una separación de la placenta y una acompañada de sangre significa la ruptura de la placenta. Si ves alguna de estas señales, comunícate de inmediato con tu médico.
    • Enfermedad: el embarazo ejerce una tensión en el cuerpo y puede debilitar el sistema inmunológico. Si la madre parece enferma (tiene vómitos, diarrea, tos, estornudos, falta de apetito), llévala para que la revise el veterinario.

Parte 2
Ayudar a la gata durante la labor de parto

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    Mantén una cierta distancia. Admite que durante la mayor parte del tiempo, tu gata no necesitará tu ayuda. Sin embargo, tu presencia en el lugar probablemente la tranquilizará.
    • Mantente alejado para no invadir su espacio o impedir el parto, pero lo suficientemente cerca como para intervenir si es necesario.
    • Prepárate para las posibles complicaciones y conoce las señales.
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    Conoce las señales de la labor de parto. Familiarízate con las señales que generalmente indican que tu gata está en labor de parto. Por lo general, entrar en labor de parto se conoce como etapa 1 y durará entre 12 y 24 horas. Las señales que debes observar son:[10]
    • Apatía o agitación, en el que tu gata busca un lugar donde ocultarse (muéstrale su nido).
    • Acicalamiento excesivo, donde se lame la vulva
    • Andar con rapidez y jadeo
    • Ronroneo y llanto fuerte
    • Una caída en la temperatura de uno o dos grados por debajo de lo normal (38,9 °C o 102 °F)
    • Tu gata deja de comer.
    • Vómitos
    • Si descubres que tu gata segrega sangre, busca inmediatamente la ayuda de un veterinario. El sangrado previo a la labor de parto normalmente es una advertencia de que algo está mal con tu gata y significa que debes llevarla al veterinario inmediatamente.
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    Vigila cada nacimiento. Una vez que la madre entre en su caja de parto y comience con la labor de parto, lo mejor que puedes hacer es mantener la calma, prepararte y vigilar los nacimientos. Asegúrate de mantenerte tanto a ti como al entorno que rodea a tu gata en calma. Si hay alguna perturbación o animal cerca, o si ella se desplaza a un lugar extraño, retrasará la labor de parto. Cuando la siguiente etapa del nacimiento, la etapa 2, esté a punto de comenzar, normalmente se desarrollará de la siguiente manera:[11]
    • El cuello uterino comenzará a relajarse y la gata comenzará a tener contracciones uterinas.
    • Habrá una acumulación en las contracciones a medida que el primer gatito entra en el canal de parto. Las contracciones deben ser a intervalos de 2 a 3 minutos, y la madre probablemente esté de cuclillas. Es posible que grite o que jadee.
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    El fluido amniótico (burbuja de agua) saldrá en primer lugar, seguido del gatito (ya sea empezando por la cabeza o por las patas traseras).
    • Una vez que empiece la labor de parto de la etapa 2, durará de 30 minutos a 1 hora y luego nacerá el primer gatito. Todos los demás gatitos nacerán en intervalos de 30 minutos, a veces hasta 1 hora.
    • Si tu gata se ha acomodado y ha estado pujando con fuerza sin que haya salido ningún gatito durante más de una hora, lo más probable es que haya algún problema. Verifica si hay algo en los labios de la vuelva. Si no hay nada, entonces lo mejor es comunicarte con el veterinario. Si un gatito está parcialmente afuera, deja que puje por otros 5 minutos. Si no hay progreso, lávate las manos y sujeta suavemente la parte del gatito que puedes ver, y jálalo con delicadeza, de preferencia al mismo tiempo que las contracciones de la gata. Si el gatito no se desliza con facilidad, comunícate con el veterinario.[12]
    • Asegúrate de que la madre quite el saco amniótico y limpie a cada gatito. Por lo general, la madre se encarga de quitarle al gatito el saco amniótico al lamerlo vigorosamente. Como resultado, este debe comenzar a respirar y a moverse al cabo de unos segundos.[13]
    • Si no quita rápidamente el saco amniótico, rompe la membrana alrededor de la cara del gatito usando unos guantes esterilizados para asegurarte de que pueda respirar. Límpiale la cara con una toalla seca y limpia.
    • Si es posible, devuélvele el gatito a mamá inmediatamente y, si es necesario, colócalo debajo de su nariz. Por lo general, comenzará a lamerlos. No obstante, si lo ignora y este permanece mojado y comienza a temblar, sécalo tú mismo al frotarlo vigorosamente con una toalla limpia y seca. Esto tiene el efecto doble de hacer que el gatito comience a llorar, lo que llamará la atención de la madre y despertará su interés. En este punto, coloca al gatito de vuelta con su madre.
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    Revisa la placenta. Hay una placenta por gatito y la gata debe expulsarla después de cada parto. Revisa cada placenta, pues si se queda dentro de la madre, podría infectarse y provocar su muerte a menos que busques atención médica.
    • NO INTENTES EXTRAER LA PLACENTA POR TU CUENTA. Si tiras del cordón umbilical y haces que el útero se desgarre, la madre podría morir. Si sospechas de que la gata no ha expulsado una placenta, llévala con el veterinario.
    • Ten en cuenta que la madre normalmente se come la placenta. Está llena de hormonas y de nutrientes que deben volver a su cuerpo, así que no interfieras con este proceso, solo asegúrate de que no intente comerse al gatito junto con ella a causa de la falta de experiencia.
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    Es posible que quieras dejarla comer las primeras dos o tres placentas y luego llevarte el resto, pues demasiados nutrientes podrían provocarle diarrea o vómitos.
    • Lava y esteriliza tus manos. Quítate el reloj y los anillos, y lávate las manos con un jabón antimicrobiano. Frota el jabón en el dorso de las manos y más allá de tu muñeca. El jabón debe estar en contacto con tus manos al menos 5 minutos mientras lo frotas en todo momento. Utiliza un cepillo de uñas o un cepillo viejo para limpiar por debajo de las uñas.
    • ¡No utilices un desinfectante de manos! No mata por completo a los gérmenes y no querrás que la gata lama los ingredientes del desinfectante al limpiar a sus gatitos, pues eso podría enfermarla.
    • Lavarse las manos es una medida de precaución y debes dejar que la gata se encargue del proceso de parto y de los gatitos por su cuenta. Solo intervén si un gatito está en peligro y luego devuélveselo a su madre tan pronto como sea posible.
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    No cortes el cordón umbilical. Generalmente se recomienda NO cortar el cordón umbilical de la placenta. La mayoría de las madres lo masticarán por sí mismas. Si tu gata no lo hace, consulta con tu veterinario.[14]
    • NO CORTES EL CORDÓN UMBILICAL SI AÚN ESTÁ DENTRO DE LA MADRE. Dado que el cordón umbilical está unido a la placenta, esta quedará atrapada dentro, lo que provocará una infección y la muerte posterior de la gata. En lugar de intervenir por tu cuenta, comunícate con el veterinario y sigue sus instrucciones.

Parte 3
Ayudar una vez terminada la labor de parto

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    Asegúrate de que los gatitos comiencen a lactar lo más pronto posible. La primera leche contiene calostro valioso además de anticuerpos para los gatitos.
    • Sé consciente de que los gatitos nacen ciegos y sordos, así que buscarán los pezones de la madre por medio del olor y del tacto. A veces, lo hacen de inmediato y en otras ocasiones esperan varios minutos mientras se recuperan del nacimiento.
    • La madre podría esperar hasta que todos los gatitos hayan nacido antes de dejar que lacten. Sin embargo, si la madre parece rechazar a los gatitos y se rehúsa a dejar que lacten, prepara la leche en polvo que compraste y aliméntalos por tu cuenta utilizando un biberón para gatitos.[15]
    • Si la madre deja que los gatitos lacten pero la leche no sale, podrías ver a los gatitos tratando de succionar y maullando. Si parece que la leche no fluye, consulta con el veterinario, quien podrá estimular a que salga, y mientras tanto alimenta a los gatitos con leche en polvo utilizando un biberón para gatos.[16]
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    Cuida de la salud de los gatitos. Después de nacer, vigílalos para asegurarte de que se ajusten a su ambiente.
    • Si un gatito hace sonidos de asfixia o de gorgoteo, significa que tiene fluido en sus vías respiratorias. Sostenlo entre las manos con la cabeza en tus dedos (tal como si hicieras una resortera con las manos). Balancéalo suavemente hacia abajo. Esto lo ayudará a expulsar los fluidos fuera de sus pulmones. Utiliza una gasa para limpiarle la cara. Asegúrate de usar guantes, pero ten cuidado, pues un gatito recién nacido es muy resbaladizo.
    • Si la gata no parece interesada en sus gatitos, trata de frotar su aroma en ellos. Si mantiene su desinterés, es posible que debas cuidar de los gatitos tú mismo. Esto involucra una alimentación continua y una incubadora. Este es un proceso demasiado complicado de explicar en este artículo, así que busca el consejo de tu veterinario.
    • No te alarmes si uno de los gatitos nace muerto. No obstante, asegúrate de que esté realmente muerto antes de deshacerte de él de la manera apropiada. Trata de revivirlo al frotarlo rápidamente para estimularlo. Utiliza una toalla facial caliente y húmeda. Otro método que puedes usar consiste en levantar y bajar sus patas, además de soplar su cara y boca.
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    Cuida de la salud de la madre. Coloca mucha comida de calidad y agua fresca justo a un lado del nido después de que el parto haya concluido. La gata no querrá abandonar a sus gatitos, incluso para comer o para utilizar la caja de arena, así que mantener estas cosas lo más cerca posible le permitirá satisfacer sus necesidades mientras que permanece cerca de sus crías. Es especialmente importante que coma para que tenga energía y le brinde los nutrientes necesarios a los gatitos.
    • Durante el primer día, es posible que no se levante para nada, así que, de ser posible, mantén la comida cerca de su cama.
    • Revísala para asegurarte de que se recupere satisfactoriamente del parto y de que se vincule y cuide a los gatitos.
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    Registra cada nacimiento. Registra la hora de nacimiento, el sexo, el peso (utiliza una báscula de cocina) y el momento en el que se expulsó la placenta.
    • Esta información puede ser útil más adelante para registros médicos o para la documentación en caso de que seas un criador de gatos.

Consejos

  • Cuando el parto esté próximo, considera la posibilidad de poner sábanas oscuras y mantas en tu cama, pues a pesar de haber hecho cuidadosamente la caja de parto, tu gata podría decidir que el lugar perfecto para dar a luz es tu cama, ya que le parece familiar y segura.[17]
  • No te acerques a la gata durante el parto hasta que sea necesario. Podría morderte o arañarte. Acércate a ella solo si necesita ayuda en la labor de parto.
  • A menos que deliberadamente críes gatos, considera la posibilidad de esterilizar a tu gata por el bien de cualquier futuro gatito (muchos gatitos no deseados terminan siendo abandonados, padeciendo hambre o sacrificados) y de tu propia gata. La esterilización disminuye el riesgo de que tu gata padezca de piometra más adelante, la cual se produce cuando el útero se llena de pus después de un ciclo de calor, provocando una infección y una muerte inminente si no se la trata.

Advertencias

  • Si tu gata está en labor de parto y si no ha parido al primer gatito dentro de las dos horas de comenzado el proceso, comunícate inmediatamente con un veterinario, pues es posible que algo esté mal. Esto también se aplica en caso de que haya un retraso mayor de una hora entre cada nacimiento. Si eso sucede, no entres en pánico, pues lo mejor que puedes hacer es mantener la calma por el bien de la madre y de sus gatitos. Contacta con tu veterinario para que te dé algunos consejos.
  • Consulta inmediatamente con un veterinario si notas alguna de las siguientes señales de advertencia:
    • Un primer gatito que no nace después de una hora de tener contracciones fuertes
    • La madre comienza el parto parcial de un gatito sin que este nazca por completo
    • La madre comienza a perder sangre de color rojo brillante por la vagina

Cosas que necesitarás

  • Una solución antiséptica (por ejemplo, Betadine). La necesitarás para esterilizar cualquier cosa que uses cerca de tu gata o en ella, como las tijeras y las pinzas, y para el cordón umbilical una vez que lo cortes.
  • Pinzas pequeñas (visita a un veterinario para que te aconseje o una tienda para gatos de renombre)
  • Tijeras (sin filo)
  • Gasa
  • Guantes de goma delgados
  • Toallas, sábanas y mantas viejas y limpias para colocarlas en la caja de parto
  • Una caja de cartón del tamaño de la cama de un gato con lados altos para la madre y los gatitos
  • Fórmula para gatitos (en caso de que la madre no tenga leche) y biberones.

Referencias

  1. Feline Reproduction. Burke. Feline Practice 5 (6) 16-19
  2. Feline Reproduction. Burke. Feline Practice 5 (6) 16-19
  3. Reproduction in the Dog and Cat. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindal.
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