Cómo lidiar con un jefe difícil: 15 pasos (con fotos)

Cómo lidiar con un jefe difícil

3 partes:Mejora tu relaciónTen la actitud correctaToma otras medidas

Una de las razones más comunes por la que los empleados dejan sus puestos de trabajo es un jefe difícil. Si te encuentras en una situación en la que te resulta casi imposible trabajar con tu jefe, entonces es el momento de tomar medidas para mejorar la relación o para pensar en nuevas alternativas si sientes que la situación está fuera de control. Si te enfocas en ser constructivo y en mantener la calma, podrías sorprenderte con lo fácil que es manejar a un jefe difícil.

Parte 1
Mejora tu relación

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    Habla con tu jefe sobre la relación. Puedes considerar que hablar con tu jefe acerca de los problemas es tu último recurso, pero te equivocas. Si realmente deseas mejorar la relación con tu jefe en lugar de esperar a que las cosas empeoren, entonces lo mejor que puedes hacer es pedirle que aparte un tiempo para hablar y ser honesto acerca de sus sentimientos, sin dejar de lado el profesionalismo. Una vez que tengas tiempo, enfréntate con tu jefe, haz contacto visual, habla con claridad y hazle saber cuál es el problema.[1]
    • Asegúrate de centrarte en el hecho de que tu problema es trabajar con tu jefe, no tu jefe en sí o algún aspecto de su personalidad. Habla acerca de los problemas que tienes para comunicarte, lo cual hace más difícil cumplir con los objetivos o dile algo más acerca de cómo luchas para cumplir con los plazos, debido a expectativas volubles. Encuadra la conversación para que parezca que quieres que la empresa tenga éxito y que eso solo sucederá si tú y tu jefe trabajan mejor juntos.
    • Es importante que elijas cuidadosamente tus palabras. Evita los ataques personales que puedan ofender a tu jefe y concéntrate en discutir acerca del trabajo.
    • Escoger un tiempo para hablar con antelación evitará que atrapes a tu jefe desprevenido y que trate el asunto sin la seriedad necesaria.
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    Trabaja con tu jefe y no en su contra. Si realmente deseas mejorar la relación con tu jefe, entonces debes trabajar con él para mejorar el estado de tu empresa, en vez de luchar en su contra. Aunque puede sentirse bien hacer que tu jefe se vea como un tonto en una reunión o enviarle un correo electrónico pasivo-agresivo o darle una patada en el trasero y tomar el mando de la empresa para alegrarte de su desgracia. A largo plazo, esto no servirá de nada para la relación y no te hará sentir mejor. Además, empeorar la relación con tu jefe aún más te hará más difícil cumplir con tu trabajo y, al final del día, no hay nada más contraproducente que eso.[2]
    • Ayuda a tu jefe a alcanzar sus metas siendo útil, estando siempre presente y apoyando. Incluso si es difícil lidiar con él, tu vida será más fácil si avanzas a su lado, en lugar de en su contra.
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    Mantén un registro de todas sus conversaciones. Hacer un seguimiento de todas sus conversaciones, ya sea a través de correos electrónicos o notas, te ayudará a tener el control de la situación. Hacerlo será útil por dos razones. En primer lugar, tener un registro de todo lo que tu jefe te dijo te ayudará en caso de que te dé instrucciones confusas o afirme que él o ella no dijo algo que realmente dijo; puedes utilizar la comunicación escrita como evidencia. En segundo lugar, tener un registro de todo lo que tu jefe te dice puede ser útil si la relación es tan problemática que te ves obligado a discutir la situación con un supervisor; en ese caso, tendrás pruebas escritas de que algo no está bien.[3]
    • Si realmente tienes problemas para comunicarse con tu jefe, entonces trata de asegurarte de que todas sus comunicaciones ocurran delante de otra persona, de modo que tengas pruebas de lo sucedido si tu jefe intenta negarlo.
    • Documenta todo lo que creas que es relevante para tus inquietudes con respecto a tu jefe. Es posible que desees comprar una agenda de bolsillo para que puedas anotar los problemas en las fechas correspondientes. Mantén ese material en privado. No sería bueno abrir la agenda y garabatear notas delante de él porque le provocarás más ira. Esas notas servirán para tu propio bien, ya que todas tus preocupaciones estarán respaldadas con hechos.
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    Anticípate a los problemas. Otra forma de mejorar la relación con tu jefe es mantenerte alerta con respecto a los problemas que puedan surgir y reaccionar ante ellos con preparación y previsión. Si sabes que hubo un accidente de tráfico en la autopista y que tu jefe va a llegar tarde, trata de retrasar la reunión hasta que llegue o de iniciarla sin él. Si sabes que va a estar enojado después de reunirse con un cliente difícil, dale un poco de espacio en vez de traer a colación un tema fastidioso que podría iniciar una discusión.[4]
    • Si sabes que tu jefe tiene dificultades para llevar a cabo una determinada tarea, trata de mantenerte relativamente libre para que puedas estar allí para ayudar.

Parte 2
Ten la actitud correcta

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    Evita ponerte emocional durante las discusiones con tu jefe. Incluso si tu jefe lo hace, tú tienes que mantener el profesionalismo para que él no pueda usar nada en tu contra. Ten en cuenta que también podría exasperarse aún más aún ante tu tranquilidad y tu conducta profesional y, si este es el caso, explícale que te gustaría continuar la conversación, pero lo último que quieres es molestarlo, y sugiere posponer la discusión para otro momento. Si pierdes la calma, tu jefe te puede echar la culpa, incluso si estás molesto por algo completamente válido.[5]
    • Si notas que te pones emocional en medio de una conversación, discúlpate y pide posponer la conversación para otro momento.
    • Si te das cuenta de que levantas la voz, detente, cálmate y respira profundamente. Si no puedes mantener la conversación en un nivel normal, entonces debes reanudarla después.
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    Debes estar preparado para incluir críticas sobre ti mismo si te acercas a un jefe difícil para comunicarle tus inquietudes. Desde luego que tienes problemas que desearías discutir personalmente, pero si él siente que lo criticas, puede cambiar de táctica y enfocarse en ti. Si este es el caso, sé profesional. Escucha sus inquietudes y dile que aprecias su retroalimentación y que vas a trabajar en esos problemas y luego, de manera cortés, vuelve a hablar de los problemas que a ti te molestan. No te pongas a la defensiva ni ignores todo lo que te dice.
    • De hecho, puede ser útil que te preguntes si haces todo lo que puedes antes de iniciar una conversación con tu jefe. Podrías tener problemas con él porque has hecho algo mal sin darte cuenta. Lo mejor es anticiparse a cualquier cosa que tu jefe podría decir, por ejemplo, el hecho de que siempre llegas tarde o que tus informes necesitan corregirse otra vez, antes de empezar la conversación. De lo contrario, te puede tomar por sorpresa.
    • No lo interrumpas y espera a que termine de darte su retroalimentación. No sería bueno que piense que te crees mucho para escucharlo.
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    Entiende que no puedes cambiarlo. Si tu jefe es difícil de manejar, no solo para ti, sino para los demás, entonces la probabilidad de que cambie es mínima. Si este es el caso, utiliza la oportunidad para simplemente hacerlo tomar conciencia de tus problemas. Al menos no podrá decir que nunca le informaste sobre tus preocupaciones. Aunque no puedas cambiar a tu jefe o a su personalidad, con suerte hablar con él hará que empiece a mejorar. Además, se puede trabajar en la mejora de su relación sin cambiarlo.
    • Tú y tu jefe pueden ser incompatibles como personas. Si este es el caso, entonces tendrás que encontrar una nueva manera de trabajar juntos, a menos que sientas que has agotado todos tus recursos. A veces, es posible que tengan que aceptar sus diferencias antes de seguir adelante.
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    No dejes de ser profesional cuando confrontes a tu jefe, incluso si sientes que te hierve la sangre. Mantén una actitud calmada y trata de estar preparado para escuchar cualquier quejas o discurso que quiera compartir contigo. No utilices palabras vulgares ni ataques personales y no seas indecente ni digas cosas que dirías si discutieras con un amigo muy cercano. Recuerda que tienes una relación profesional con esta persona, no una relación personal. Incluso si tu jefe empieza a mostrarse poco profesional, no uses eso como una excusa para seguir su ejemplo.
    • Si tienes algo específico que decirle, sería mejor anotarlo o ensayarlo primero para asegurarte de que te sigas mostrando profesional. Lo último que quieres es empezar a decir algo y luego darte cuenta de que vas a salirte de tus cabales a la mitad de la conversación.
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    No pases por encima de la autoridad de tu jefe si puedes evitarlo. Esto no solo provocará hostilidad entre tú y tu jefe, sino que el jefe de tu jefe podría enviar el asunto de nuevo al despacho de tu jefe, lo cual podría provocar una situación aún menos receptiva. Puedes pasar por encima de tu jefe si sientes que ya intentaste todo, pero nada ha funcionado. Además, puedes hacerlo si sientes que se comporta de un modo inapropiado en términos sexuales o si te discrimina por tu edad, sexo, raza u otro factor externo, y que, por lo tanto, se requiere tomar acciones que están fuera del poder de tu jefe.
    • Si pasas por encima de su autoridad a la primera señal de un conflicto, entonces vas a causar un daño irreparable en su relación. Si intentas hablar con tu jefe antes de hablar con alguien más, puedes salvar la relación, así como tu felicidad en el trabajo.

Parte 3
Toma otras medidas

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    Habla con tu supervisor si fuese necesario. Si sientes que has intentado todo por tu cuenta y necesitas hablar con alguien de jerarquía superior, entonces es momento de organizar una reunión con un supervisor para discutir los problemas que tienes con tu jefe. No tiene sentido retrasar lo inevitable, si sientes que realmente no puedes trabajar junto con tu jefe. Si has intentado de todo y sabes que su relación ha llegado a un callejón sin salida, entonces es momento de hablar con tu supervisor acerca de la situación. No te pongas nervioso y solo discute los hechos en vez de ponerte emocional. Mientras más ejemplos concretos tengas, más respeto obtendrás.
    • Asegúrate de utilizar un lenguaje profesional y evita hablar mal de tu jefe frente a tu supervisor. No querrás decir algo que haga que tu supervisor te pierda el respeto. Recuerda que tienes que mostrarte como la persona calmada y razonable, cuyo jefe es el que ha causado todos los problemas.
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    Toma acciones si sientes que te han discriminado. Si realmente sientes que te han discriminado debido a tu edad, raza, sexo o algo más allá de tu control, entonces podría ser el momento de tomar medidas. Puedes consultar con la Comisión de igualdad de oportunidades en el empleo (EEOC) de forma gratuita o contratar un abogado a cambio de una comisión si crees que te han discriminado y formas parte de una clase protegida. No te ponga nervioso por tomar esta medida si eso es lo que sucede; aunque no será agradable, podría ser la mejor manera de satisfacer tus necesidades.
    • Si has sido testigo de fraude en tu empresa y quieres tomar acciones, recuerda que la Ley General sobre Reclamaciones Fraudulentas requiere que presentes una reclamación antes de revelar la información públicamente.
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    Intenta que te transfieran a otra área dentro de la empresa. Una opción que no es tan extrema como abandonar la empresa, pero que te puede hacer mucho más feliz en tu centro de trabajo, es ver si te pueden transferir a otra área o incluso a un puesto bajo el mando de un jefe diferente. Si realmente tienes problemas con tu jefe, pero tus supervisores u otras personas en la empresa entienden perfectamente de dónde vienes, entonces ellos pueden estar dispuestos a adaptarse a tus necesidades. Si dejas en claro que no podrás permanecer en la empresa si estás atascado con tu jefe actual, a pesar de lo mucho que te gusta la compañía, entonces es posible que ellos te ofrezcan un arreglo que te haga feliz.
    • Por supuesto, todo depende de tu cultura de trabajo y si dichos acuerdos se hacen (de forma típica o atípica) en tu centro de trabajo. Haz una investigación, ve si algo así se ha hecho antes y busca consejos sobre cómo proceder. Por supuesto, debes tratar de averiguarlo sin dejar que todos sepan acerca de la situación particular en la que te encuentras.
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    Decide si vale la pena abandonar tu centro de trabajo. Por desgracia, cuando se trata del mercado laboral actual, los buenos trabajos pueden ser pocos y distantes entre sí, dependiendo de la industria en la que trabajas. Antes de decidirte a ir al mercado laboral de nuevo o salir de tu actual empresa, debes preguntarte si realmente vale la pena que hagas este cambio. Si tu trabajo te causa dolor físico y mental y realmente te sientes como si no pudieras estar allí un día más y sin perder la cordura, entonces realmente puede ser momento de irte. Sin embargo, si solo estás ligeramente molesto o frustrado, es posible que quieras esperar o que desees explorar tus opciones antes de renunciar.
    • Por supuesto, si tu jefe se comporta de manera inapropiada, te discrimina o hace otras cosas poco razonables, entonces no hay duda al respecto: tienes que irte.
    • Lo ideal es que puedas buscar un trabajo nuevo mientras sigues en tu puesto actual. Ser empleado te hará un candidato más atractivo para otras empresas.
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    Haz una investigación cuidadosa antes de aceptar otra oferta de trabajo. Aunque podrías estar hastiado de tu situación actual de trabajo, tienes que hacer una investigación diligente antes de aceptar una nueva oferta. Si estás demasiado desesperado por salir, puedes lanzarte a la primera oportunidad de trabajo en una nueva empresa, incluso si termina siendo una mala elección. Podrías terminar en una empresa con un jefe que es aún más difícil (aunque esto puede ser difícil de imaginar ahora) y solo harás que tu vida laboral sea aún peor. Es importante que te tomes el tiempo necesario para asegurarte de que dejarás un ambiente hostil por uno cómodo antes de hacer la transición.
    • Cuando te entrevisten para un nuevo puesto, asegúrate de hablar con otras personas en la empresa y ten una buena noción de cómo será tu nuevo jefe antes de aceptar una oferta. Aunque no sabrás al 100% cómo será tu nuevo jefe o trabajo hasta que empieces a trabajar allí, debes confiar en tu intuición para ver si algo está mal.
    • Aunque es posible que te apresures en aceptar una oferta nueva porque significaría que podrías pasar menos tiempo en tu trabajo actual, resiste la tentación de aceptar algo que no se siente del todo bien solo porque significa que podrías alejarte de tu jefe actual. Convéncete de que buscar un lugar donde realmente puedes ser feliz a largo plazo es una inversión de tiempo digna.
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    Otra opción que podrías considerar en caso de que decidas dejar la empresa donde trabajas sería trabajar como free lance.

Referencias

  1. http://www.psychologytoday.com/blog/cutting-edge-leadership/201201/how-deal-difficult-or-bullying-boss
  2. http://www.askmen.com/money/career/37c_career.html
  3. http://www.techrepublic.com/blog/10-things/10-ways-to-deal-with-a-bad-boss/
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