Cómo bañar a un gato esfinge: 16 pasos (con fotos)

Cómo bañar a un gato esfinge

3 partes:Alistar a un gato esfingeLavar a tu gato esfingeCuidar a tu gato esfinge luego de un baño

El gato esfinge es una raza poco común que no cuenta con pelo. Su piel debe lavarse aproximadamente 1 vez a la semana. Estos gatos son vulnerables al acné felino y la acumulación de bacterias, ya que su piel suele ser grasosa. La mayoría de los gatos esfinge se acostumbrarán a una rutina de baño, ya que los criadores suelen empezar a bañarlos con frecuencia a una edad temprana; no obstante, si tu gato no está acostumbrado a ello, podría necesitar tiempo para acostumbrarse.

Parte 1
Alistar a un gato esfinge

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    Escoge un champú para tu gato esfinge. Escoge un champú suave que no contenga aroma.[1] La mayoría de los expertos en gatos esfinge sugieren emplear un champú diseñado específicamente para gatos.[2] Algunos criadores recomiendan el champú para bebés Johnson’s No más lágrimas.[3]
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    Llena tu lavabo con agua tibia hasta la altura de la barriga del gato.[4] Lo mejor es llenar el lavabo antes de llevar al gato a la habitación, en especial si no le agrada mucho la hora del baño. Vuelve a revisar que el agua esté tibia, no caliente.
    • Si no puedes usar un lavabo, un tazón grande bastará. La bañera también servirá, pero podrías tener dificultades para inclinarte y lavar a tu gato, y emplearás mucha más agua de la que en verdad requerirás.
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    Crea un ambiente relajante en tu casa. Apaga las radios o televisiones ruidosas que podrían asustar a tu gato durante su baño. Recuérdales a los otros miembros de tu casa que es la hora del baño, así no gritarán, no cerrarán las puertas con fuerza ni entrarán o saldrán de la habitación en la que bañarás al gato.
    • Es esencial que no asustes a tu gato mientras lo bañes, ya que podría rasguñarte cuando se encuentre en su estado de alerta. Asimismo, podría escapar por completo de tus manos si está muy asustado.[5]
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    Coloca una toalla en el fondo del lavabo o la bañera. Esto evitará que tu gato se resbale, lo que puede asustarlo, hacer que entre en pánico y que te clave sus garras o intente escapar.[6]

Parte 2
Lavar a tu gato esfinge

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    Colócalo con cuidado en el agua. Deja que sus patas toquen el agua con lentitud, primero las traseras y luego las delanteras. Luego desciende su trasero en el agua y después la parte delantera de su cuerpo.[7]
    • Si tu gato no está acostumbrado a bañarse, podría empezar a tener dificultades en este punto. No hay ningún problema con ello, es normal. Esto podría angustiarte, pero debes continuar. Bañar a tu gato esfinge es tan importante que debes luchar contra los sentimientos de culpa que podrías sentir al notar que tu gato no luce feliz con el baño.
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    Mantén a tu gato en el agua con una mano. No lo presiones hacia abajo desde su lomo. Coloca la mano alrededor de su cuerpo, así le recordarás que estás allí y lo mantendrás cómodo mientras garantizas que permanezca en el agua.[8]
    • Si tu gato forcejea, espera unos minutos antes de lavarlo. Haz que tu gato entienda que no saldrá del agua.[9]
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    Moja un paño y úsalo para mojar todo el cuerpo del gato. Asimismo, puedes verter el agua sobre todo su cuerpo usando una taza. No le eches agua en la cabeza. Tan solo moja el lomo de tu gato, del cuello hacia abajo. El resto de su cuerpo (la parte inferior) ya debe estar sumergido.[10]
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    Lava el cuerpo de tu gato. Puedes usar un guante exfoliante o una esponja pequeña. Pasa el guante o la esponja con firmeza y de manera breve. Simula la manera en la que una madre limpia a su gatito. Debes lavar entre las arrugas y los pliegues de su cuerpo, para lo cual deberás estirarlos.[11]
    • Recuerda limpiarle la cola.
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    Lava las patas. Sostén una pezuña en tu mano con mucho cuidado. Aplica un poco de presión en las almohadillas de los dedos. Esto hará que las garras se extiendan un poco. Remoja la esponja en agua con jabón y limpia la suciedad en las almohadillas y cerca de la base de la garra. Esto será de utilidad para evitar las infecciones que puedan ocurrir si la suciedad se acumula en la piel sensible que se encuentra cerca de la garra.[12]
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    Lava cerca de los ojos. Los gatos esfinge no cuentan con pestañas, por lo que la suciedad puede entrar en sus ojos con más facilidad. Pregúntale al veterinario si recomienda un producto determinado para limpiar los ojos de tu gato. Podrías tener que usar el producto con más frecuencia de la que bañas a tu gato (todos los días o dejando un día), en especial si sus ojos son muy sensibles.[13]
    • Podrías tener que usar un pedazo de algodón en esta parte, o puedes seguir usando la esponja que has estado empleando para limpiar el resto del cuerpo de tu gato.
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    Mantén caliente a tu gato. Si el agua se enfría demasiado, puedes drenar un poco y agregar un poco más de agua tibia del grifo. El agua corriente podría asustar a tu gato, por lo que tendrás que abrir el grifo con mucha delicadeza o sacar al gato mientras agregas el agua.[14]
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    Relaja a tu gato de manera tranquila si empieza a gritar. Este comportamiento es totalmente normal, en particular si estás estableciendo un nuevo régimen de baño. Emplea un tono de voz bajo y tranquilo. Elogia a tu gato si lo hace bien y háblale con delicadeza si forcejea o maulla.[15]
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    Enjuaga a tu gato. Puedes usar un poco de agua corriente o puedes verter agua limpia con cuidado sobre su cuerpo usando una taza. En esta etapa, el agua debe seguir estando tibia y agradable. No debes asustarlo haciendo que se congele. Debes eliminar todo el jabón.

Parte 3
Cuidar a tu gato esfinge luego de un baño

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    Seca a tu gato con una toalla. Si tienes una toalla más cálida, es una buena idea secar a tu gato con ella, pero cerciórate de que no esté demasiado caliente cuando la saques. Tu gato debe estar totalmente seco antes de dejar que se vaya.[16]
    • Nunca compartas una toalla con tu gato sin lavarla entre cada uso. Podrías contraer una bacteria y transmitírtela.
    • No hay ningún problema con secarlo de forma enérgica. En este punto, es probable que tu gato esté cansado de ti y esté listo para irse, por lo que tendrás que secarlo con rapidez.[17]
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    Límpiale las orejas mientras siga envuelto en la toalla. Toma un paño y limpia el interior de las orejas. Si el veterinario te ha recomendado que uses gotas para los oídos, este será un momento adecuado para aplicárselas. Aplícalas en la base de la oreja. Luego emplea un hisopo para retirar la suciedad de la superficie de la oreja. No lo metas muy adentro, ya que podrías perjudicar la audición de tu gato.[18]
    • También puedes lavarle las orejas a tu gato mientras siga en el baño; sin embargo, esto solo prolongará la experiencia, por lo que puedes hacerlo cuando tu gato ya esté fuera del agua.
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    Recuérdale a tu gato que lo amas. Tendrás que premiarlo un poco luego de su hora de baño, en particular si no le agrada mucho bañarse. Bríndale algunas caricias y afecto adicionales, o dale una golosina si deseas.

Advertencias

  • NO dejes que el jabón o el agua entren en las orejas o los ojos de tu gato.
  • No dejes que tu gato salga de casa hasta que seque por completo.
  • ¡Ten mucho cuidado cuando le limpies las orejas a tu gato! No debes lastimar su canal auditivo. El veterinario puede indicarte la manera de ser cauteloso y de hacerlo adecuadamente.
  • No llenes el lavabo con demasiada agua, ya que el gato podría ahogarse.

Cosas que necesitarás

  • lavabo
  • agua
  • champú para gatos
  • pedazos de algodón
  • esponja
  • toallas
  • hisopos
  • gato esfinge