4 formas de vencer la tristeza de los lunes por la mañana

Cómo vencer la tristeza de los lunes por la mañana

4 métodos:Haz que tu trabajo sea un mejor lugar para estarDebes estar preparadoPractica el cuidado personalTen cuidado de los problemas más serios

Luego de un fin de semana largo y relajante, puedes encontrar difícil levantarte el lunes por la mañana. Apresurado para llegar a tiempo, saltas de la cama para hacer café, rebuscas entre tu ropa de trabajo y echas un vistazo a los correos electrónicos que tu jefe te ha enviado para pedirte un archivo a través de tu iPhone, mientras te das cuenta de que es lunes de nuevo. Alternativamente, quizás te quedes en casa o lleves a tus hijos al colegio, pero de todas formas te encontrarás temiéndole al lunes. La tristeza del lunes por la mañana es un problema real, pero puedes evitarla haciendo mejoras a tu entorno laboral, planeando con anticipación y teniendo cuidado de ti mismo.

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Haz que tu trabajo sea un mejor lugar para estar

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    Encuentra el problema. Si te sientes desanimado el lunes por la mañana, quizás se deba a que no te gusta mucho tu trabajo. Tal vez se trate del trabajo en sí mismo o tal vez se trate de las personas con las que trabajas. Tómate algún tiempo para pensar en lo que realmente te molesta acerca de tu trabajo haciendo una lluvia de ideas por un momento. Escribe los problemas que realmente te molestan.[1]
    • Por supuesto, este principio se aplica independientemente de la situación en la que te encuentres. Tal vez temas los lunes debido a que eres un estudiante y no te gusta la carrera que sigues. Tal vez seas un padre de hogar que necesita hacer algunos cambios para hacer su vida un poco mejor.
    • Puedes escribir cosas como “No me siento desafiado”, “No me gusta que no se escuchen mis ideas” o “Me siento abrumado”.
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    Evalúa tu carga de trabajo. Si temes la mañana del lunes debido a la carga de trabajo que tienes que afrontar, tal vez debas hablar con tu jefe. Quizás tu carga de trabajo ha aumentado a un punto en el que no puedes mantener tus estándares usuales. Si tu jefe es razonable, quizás pueda hacer una variación a lo que haces o, al menos, a la calidad de lo que espera.[2]
    • Antes de hacerlo, entiende cómo trabaja tu jefe. Tal vez se deje llevar por los números o por cuestiones emocionales. Cualquiera sea el caso, debes saber qué es lo que funciona mejor antes de proseguir y debes saber qué decir de antemano. Si tu jefe está más interesado en los números, tal vez debas comparar el número de casos o de correos electrónicos que recibías hace un año con los que recibes ahora para mostrar el incremento. Si tratas con alguien más emocional, puedes hablar de los efectos que la carga de trabajo está teniendo en tu familia.[3]
    • Si eres estudiante y no afectará tu ayuda financiera, considera dejar una clase. Si estás continuamente estresado, tus cursos sufrirán las consecuencias. Dejar una clase te permitirá tener más tiempo para enfocar en las otras clases.
    • Como un padre de hogar, tal vez puedas programas más tiempo para ti mismo optando por una guardería una vez por semana. De hecho, muchas iglesias y otras organizaciones tienen programas de días libres para padres a fin de darles un descanso.
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    Comprueba si tu trabajo te desafía. Si haces lo mismo una y otra vez, quizás te encuentres atrapado en una rutina en la que te sientes muy aburrido. Para que puedas cambiar la situación, pregunta a tu jefe si puedes tener un trabajo más desafiante. Tu jefe estará impresionado y tú encontrarás tu trabajo más satisfactorio.[4]
    • Trata de formular la pregunta de esta manera: “He sentido que la mayor parte de mi trabajo es lo mismo últimamente. Me pregunto si puedo probar con algo diferente para animar un poco las cosas”.
    • Si eres un estudiante, considera tomar una clase que esté fuera de tu especialidad, solo para obtener un desafío distinto.
    • Si eres un padre de hogar, quizás necesites animar un poco tu vida tomando una clase en una universidad comunitaria o empezando un círculo de lectores con amigos.
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    Echa un vistazo a tus relaciones. Si no te llevas bien con compañeros de trabajo específicos, pregúntate a ti mismo cuál es el problema. Trata de ser un poco más amable con ellos para sacar su lado más alegre. Si tienes un problema con un compañero de trabajo, no temas tener una conversación tranquila con él acerca del problema. Si eso no funciona, pide ayuda a tu jefe.
    • Trata de no ser beligerante en lo posible al hablar con compañeros de trabajo. Por ejemplo, no debes decir “¿Por qué eres tan detestable?”. Sin embargo, puedes añadir algo a estas líneas: “He notado que algunas veces te molesto. ¿Puedo hacer algo para mejorar la situación?”. Tratar de evitar la situación será menos molesto para la otra persona, pero aun así tendrás que hablar del problema.
    • Algunas veces, la tristeza del lunes por la mañana quizás no tenga nada que ver con lo que sucede ese día sino con lo que sucedió el fin de semana. Tal vez tu relación esté estancada o te hace sentir infeliz y esa infelicidad dura hasta el lunes por la mañana. Toma algo de tiempo para hablar con la persona que quieres para asegurarte de que las cosas estén bien entre ambos.
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    Lleva la diversión contigo. Sorprende a tus compañeros de trabajo con unas galletas recién horneadas. Pregúntale a tu jefe si puedes organizar un concurso de cocina de chili con carne algún lunes durante el almuerzo. Invita a tus compañeros de trabajo a almorzar. Trata de que tus lunes sean más agradables y los esperarás con ansias.[5]

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Debes estar preparado

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    Prepárate para el fin de semana. Los viernes por la tarde lo único que quieres hacer es salir de la oficina o de la escuela y quizás puedes dejar algunas cosas pendientes. Sin embargo, si te tomas un tiempo el viernes para completar los asuntos pendientes para la semana, no los tendrás en la cabeza el lunes por la mañana. No dejes lo que detestas para el lunes. De manera similar, mira tu agenda para saber qué es lo que está por venir en la semana.[6]
    • Por ejemplo, si necesitas ver la ayuda financiera con respecto a un problema, trata de hacerlo con anticipación el viernes. No esperes hasta el lunes.
    • De manera similar, si tienes que reunirte con un cliente con el que no te agrada tratar especialmente, ve con anticipación a verlo el viernes en vez de dejarlo para la siguiente semana.
    • Como padre, quizás quieras programar un paseo divertido el lunes y terminar algo de las tareas de la casa el viernes para estar listo para el fin de semana.
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    Enfoca en las cosas buenas. No te concentres en las cosas que tienes que hacer y que odias. Enfoca en las cosas que disfrutas hacer y concéntrate en ellas. Por ejemplo, tal vez odies hacer llamadas comerciales a las personas. Trata de sacar eso de tu mente y enfoca en el hecho de que tienes que diseñar un nuevo título esta semana, si eso es lo que te gusta hacer.[7]
    • Quizás tengas una clase que no te gusta. Trata de enfocar en las clases que te gustan o trata de encontrar algo que te guste de la clase.
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    Ajusta tu actitud. Quizás tu problema en el trabajo no se pueda resolver con alguna intervención externa. Quizás requiera un cambio de corazón al final. Si tu trabajo para ti es solo una tarea en la que te debes esforzar, entonces seguirás temiendo los lunes. Tienes que pensar en tu trabajo como una parte más de tu vida que tiene altibajos como cualquier otra.[8]
    • Por supuesto que prefieres quedarte en casa con tu hijo, pues amas a tu hijo. Sin embargo, puedes descubrir que no te gusta y que estás atorado en esa situación por un tiempo. Enfoca en las partes buenas de quedarte en casa para cambiar tu actitud al respecto, como lograr pasar tiempo con un gran niño.
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    Trata de tener algo que esperes con ansias. Ya sea una simple cena con tu familia o una reunión para beber después del trabajo, siempre trata de tener una recompensa para el final del día lunes.[9]

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Practica el cuidado personal

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    Mantén el trabajo en el trabajo. Si es posible, no lleves trabajo a casa para el fin de semana. El fin de semana debe darte un descanso del trabajo, no debe ser una continuación de él. Si trabajas durante el fin de semana, tus semanas de trabajo pasarán una sobre otra y empezarás a sentir agotamiento. Toma un descanso para darte a ti mismo algo de tiempo para recuperar la cordura.[10]
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    No dejes que el trabajo afecte tus interacciones con la familia y con los amigos. Si descubres que sabes más de la vida de tus colegas que de la vida de tu esposa o de tus amigos, es probable que pases mucho tiempo en el trabajo. Da un paso atrás y asume el compromiso de pasar más tiempo cultivando tus relaciones fuera del trabajo.[11]
    • Una manera de lograr esta meta es preguntar si puedes trabajar desde tu casa una vez a la semana. Al menos ahorrarás el tiempo que inviertes yendo al trabajo y podrás tener más tiempo con tu familia.
    • Esto mismo es válido para los estudiantes o para los padres de hogar. No deseas que la escuela o tus hijos se conviertan en tu vida entera. Necesitas tu propia vida y tener un espacio personal fuera de esas partes de tu vida, independientemente de cuán importantes sean.
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    Trata de no continuar trabajando el fin de semana. Eso quiere decir, ir a la cama temprano el domingo por la noche y asegurarte de estar listo para la siguiente semana. No debes empezar la semana sintiéndote cansado o con sueño.[12]
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    No abandones tu horario de sueño. Debes saber que es importante tener un horario de sueño. Esto permite que tu cuerpo sepa cuándo es el momento de ir a dormir y cuándo el de levantarse. Quizás te sientas tentado a omitir el horario durante los fines de semana, pero eso solo confundirá a tu reloj biológico y hará que estés somnoliento el lunes por la mañana. Trata de ir a dormir y de levantarte a la misma hora los fines de semana.[13]
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    Usa algo que te haga feliz. Ya sea una nueva corbata o un par de aretes brillantes, el día lunes trata de escoger algo que te despierte.[14]
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    Haz ejercicios. El ejercicio mejorará naturalmente tu estado de ánimo y tiene el beneficio adicional de ayudarte a dormir mejor.[15]

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Ten cuidado de los problemas más serios

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    Observa tu entorno laboral. Si tu entorno laboral te molesta constantemente debido a que es hostil o porque simplemente no te gusta tu trabajo, quizás debas encontrar otro trabajo en el que puedas ser feliz. Tal vez tu carga de trabajo es excesiva. Empieza a buscar un nuevo trabajo inmediatamente para que puedas encontrar algo que te guste.[16]
    • Si estás descontento con tu programa de estudios, tal vez debas cambiar de campo o tal vez debas probar algo diferente.
    • Si realmente estás descontento como padre de hogar, tal vez sea tiempo de empezar a pensar en alternativas, como ir a trabajar.
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    Revisa la disminución del interés en otras partes de tu vida. Si no tienes interés en ninguna parte de tu vida, eso puede ser un signo de depresión. Consulta a tu doctor para que puedas tener más información al respecto.[17]
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    Observa si exhibes otros signos de depresión. Otros signos de depresión pueden incluir tristeza general, ansiedad, fatiga, olvido e irritabilidad. Visita a tu doctor si exhibes estos síntomas.[18]

Consejos

  • Trata de poner en orden las cosas un poco antes de ir al trabajo. Deja lista una carga de lavandería para llevarla cuando regreses por la tarde o barre el piso de la cocina. Limpiar un poco te dará una sensación de satisfacción y te ayudará a empezar la semana con el pie correcto.

Referencias

  1. http://www.forbes.com/sites/jacquelynsmith/2013/02/25/11-ways-to-beat-the-monday-blues/
  2. http://psychcentral.com/lib/6-signs-that-monday-morning-blues-may-be-an-emotional-alarm/14904/
  3. http://www.careerealism.com/how-stand-up-boss/
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