3 formas de ser feliz - 绮罗网

Cómo ser feliz

3 métodos:Desarrollar una perspectiva felizVivir de manera felizInteractuar con los demás

La felicidad es algo que nos esmeramos por encontrar y mantener, incluso cuando es demasiado esquiva. Por lo general, ser feliz significa sentirse satisfecho, alegre y tener la sensación de que la vida es significativa.[1] Nadie está alegre y eufórico todo el tiempo, pero algunas personas definitivamente se sienten más satisfechas que otras. Algunos estudios revelan que la felicidad no tiene mucha relación con el materialismo, ¿entonces de qué se trata? Ahora, dado que la felicidad es buena para la salud, ¿qué se puede hacer?[2] Si quieres aprender a ser más feliz, sigue leyendo este artículo.

1
Desarrollar una perspectiva feliz

  1. 1
    Modifica tu alma (espíritu). El alma humana tiene una tendencia desafortunada a enfocarse en recordar las experiencias negativas y olvidar las positivas. No obstante, gracias a algo llamado "neuroplasticidad", puede cambiarse realmente la forma en que funciona el alma. Puedes entrenarla para que sea más feliz.[3]
    • Aprende el concepto de concientización. La concientización tiene muchos efectos positivos en el cuerpo. Enfocarte en tus experiencias actuales sin juzgarlas podrá ayudarte a ser más compasivo contigo mismo y con los demás.[4][5]
    • Prueba la meditación. Las actividades que fomentan la meditación, entre las que se encuentran el yoga, el tai chi o la reflexión espiritual, cambian realmente un área del cerebro llamada ínsula, la cual se ve involucrada en la empatía. Desarrollar los músculos de la empatía te ayudará a llevar una vida más feliz.[6]
    • Convierte incluso las cosas pequeñas en "experiencias". Una excelente forma de entrenar el cerebro para que sea más feliz es reconocer activamente la belleza de incluso los momentos pequeños y convertirlos en "experiencias". Es fácil notar de forma breveun hermoso día soleado o un cumplido de un amigo para luego dejar que esos momentos se desvanezcan entre las grietas de nuestra memoria. Para ser más feliz, concéntrate en esos grandes momentos pequeños y recuerda que suceden.
    • Sonríe un poco, brinca, salta y canta en esos momentos, y así no se desvanecerán tan fácilmente en tus recuerdos. Di: "¡Muchísimas gracias!". Usa las notas de Facebook para hacer una nota de agradecimiento, o hazlo con un mensaje de texto, correo electrónico o correo regular.
  2. 2
    Busca lo positivo en todas tus experiencias. El viejo dicho de que uno encuentra lo que busca es verdad. Debido a ello, acostúmbrate a buscar activamente lo positivo en cualquier experiencia. No solo es bueno para la felicidad general, sino también para la salud física. Los estudios sugieren que la felicidad incluso puede fortalecer el sistema inmunológico.[7][8]
    • Replantea las experiencias que parezcan negativas como experiencias de aprendizaje. Puede ser tentador permitir que los desafíos u obstáculos nos impidan ser felices. En ocasiones, parece que no hay nada bueno en una situación o experiencia en particular. Sin embargo, es importante considerar incluso los obstáculos más grandes como experiencias de las que podemos aprender para el futuro.
    • Toma como ejemplo la vida de Myshkin Ingawale. En una charla TED del 2012, Myshkin Ingawale habló de su largo trayecto para inventar la tecnología que pueda ayudar a salvar las vidas de las mujeres en las zonas rurales de la India. Los primeros 32 intentos resultaron ser un fracaso. Sin embargo, en lugar de renunciar o de ver esos desafíos como fracasos, los utilizó como experiencias de aprendizaje para su siguiente intento. En la actualidad, su invento ha ayudado a reducir las muertes maternas de las zonas rurales de la India en un 50 %.[9]
    • Los estudios sugieren que volver a enfocarse en lo positivo incluso puede ayudar a curar los traumas pasados.[10]
  3. 3
    Fomenta el optimismo. En la década de los 70, los investigadores siguieron a las personas que habían ganado la lotería y descubrieron que 1 año después no eran más felices que aquellas que no habían ganado nada. A esto se le conoce como adaptación hedónica,[11] lo que sugiere que todos tenemos un "punto de referencia" de la felicidad a la que volvemos. Sin importar qué acontecimientos sucedan, ya sean buenos o malos, el efecto en nuestra felicidad es temporal y esta tiende a revertirse rápidamente a su nivel estándar. Algunas personas tienen un nivel de felicidad más estándar que los demás y eso se debe en parte a la genética, pero también está influenciado en gran medida por la manera de pensar.
    • Un estudio demuestra que el pensamiento positivo es un componente importante de la autoestima y de la satisfacción general de la vida.[12] El optimismo también tiende a mejorar las relaciones personales y laborales.[13]
    • El optimismo es más que solo expectativas positivas. Es una manera de interpretar todo lo que sucede.[14] El pesimismo tiende a explicar el mundo en términos globales, inalterables e internos: "Todo es una desgracia", "No puedo hacer nada para cambiar esto", "Todo es culpa mía". Desarrollar una perspectiva optimista significa pensar en ti y en el mundo en términos limitados y flexibles.[15]
    • Por ejemplo, una perspectiva pesimista podría expresarse así: "Soy terrible en Matemáticas. Desaprobaré la prueba de mañana. Simplemente podría ponerme a ver la televisión". Esta afirmación sugiere que tus habilidades matemáticas son inherentes e inalterables en lugar de ser una habilidad que puede desarrollarse con esfuerzo. Dicha perspectiva puede llevarte a estudiar menos porque sientes que no tiene sentido hacerlo y que solo eres inherentemente malo para las matemáticas. Esto no es útil.
    • Una perspectiva optimista sería: "Me preocupa el hecho de si podré aprobar el examen de mañana, pero voy a estudiar todo lo que pueda y a hacer mi mejor esfuerzo". El optimismo no niega la realidad de los desafíos, pero interpreta de manera diferente tu forma de abordarlos.
    • El "optimismo ciego" no es más saludable que el pesimismo. Realizar paracaidismo por tu cuenta sin ninguna preparación o entrenamiento solo porque eres optimista con respecto a tus habilidades evidentemente es una mala idea que podría provocarte una lesión. El verdadero optimismo reconoce la realidad de las situaciones y prepara a la persona para hacerles frente.[16]
  4. 4
    Practica la gratitud activa. Una gran cantidad de estudios confirma que la gratitud es buena para la salud: reduce la ansiedad y la depresión, ayuda a ser más positivo, fortalece las relaciones con los demás y fomenta la compasión.[17][18][19][20] También se ha demostrado que aumenta la sensación de felicidad.[21]
    • Algunas personas tienen un mayor "nivel de gratitud" de manera natural o son naturalmente propensas a sentirse agradecidas. Sin embargo, puedes entrenarte para desarrollar una "actitud de gratitud" sin importar lo alto o bajo que sea tu nivel de gratitud.[22]
    • Evita abordar las situaciones o las personas como si "merecieras" algo de ellas. Esto no significa que debas tolerar la falta de respeto o el maltrato, sino que por el contrario, significa que debes tratar a las personas como son sin sentir que tienes "derecho" a beneficios o acciones en específico.[23]
    • Acumula todas las pequeñas cosas alegres que te sucedan durante el día. Todas ellas se van acumulando. Puedes llevar un diario y anotarlas en él. Por ejemplo, si no hubo tráfico en el camino, si tuviste un desayuno muy delicioso, si tu amigo dijo algo muy gracioso que te hizo reír, si sacaste a tu perro a pasear por el parque y jugaste con él, en fin, escribe todas esas cosas. Probablemente descubras que tienes más cosas por las que sentirte agradecido de lo que hubieras imaginado.[24]
    • Comparte tu gratitud con los demás. Una palabra de agradecimiento, aun si es una breve, puede hacer que alguien se sienta apreciado. Compartir tu gratitud con los demás también te ayudará a recordar las cosas por las que te sientes agradecido.[25]
    • Deja que las cosas buenas se asimilen. No es suficiente con solo notar las cosas buenas cuando suceden. Tómate realmente el tiempo para pensar en ellas y dejar que esas experiencias se fijen en tu memoria. Recordar conscientemente la frase “Este es un momento maravilloso y quiero recordar lo agradecido que me siento por eso” puede ayudarte a almacenar esos recuerdos para cuando lleguen momentos difíciles.[26]
  5. 5
    Determina tus valores fundamentales. Los valores fundamentales determinan la manera en la que uno piensa de sí mismo, de la vida y del mundo alrededor. Estas creencias guían la toma de decisiones y bien pueden ser espirituales o no, pero son cosas fundamentales para la manera en la que uno ve la vida.[27] Por ejemplo, "el compromiso con la excelencia" puede ser un valor, una "dedicación a la familia" o una "creencia en un poder superior". Sean cual sean tus valores, los estudios sugieren que cuando uno no vive su vida ni toma decisiones "congruentes con sus valores" (es decir, que vayan acorde con ellos), es muy probable que esa persona se sienta infeliz e insatisfecho.[28]
    • Los estudios sugieren que cuando uno es consciente de sus valores, hay más probabilidades de actuar acorde a ellos.[29] Piensa durante un tiempo y reflexiona acerca de lo que es más importante y significativo en tu vida. Por ejemplo, puedes pensar en los momentos en que te sentiste más feliz o más satisfecho y en cuáles podrían ser los factores comunes en dichas situaciones.[30]
    • A menudo, la insatisfacción de los empleados con respecto a sus trabajos puede remontarse a una discordancia con los valores fundamentales. Si tu empresa no valora las mismas cosas que tú, te sentirás infeliz aun cuando te guste tu trabajo.[31]
  6. 6
    Visualiza tu "mejor yo posible". Este es un ejercicio que ha demostrado la capacidad para aumentar la sensación de felicidad y bienestar.[32][33] Consta de 2 pasos básicos: visualizar la manera en que tu "yo futuro" se ve cuando logras tus objetivos e identificar las características que necesitas emplear (o aprender) para alcanzar tus metas.[34]
    • Comienza imaginándote en el futuro, cuando llegues adonde quieres estar. Elige algunas metas e imagina que las has alcanzado. Asegúrate de que sean significativas a nivel personal y no indicadores externos de posición social.
    • Visualiza la actitud de tu yo futuro. Imagina todos los detalles de cómo se ve el éxito. Por ejemplo, si siempre has soñado con ser un músico, ¿cómo ves tu éxito?, ¿cuánto trabajas?, ¿con quién trabajas?, ¿qué es lo que creas?, ¿cómo te sientes con respecto a tu trabajo?
    • Anota todos los detalles de este escenario. Luego, imagina qué características necesitarás emplear para llegar hasta allí. Por ejemplo, para convertirte en un músico exitoso probablemente debas poseer virtudes como perseverancia, creatividad, paciencia y energía.
    • Considera cuáles de estos rasgos y habilidades ya posees. Incluso podrías sorprenderte con lo que ya conoces y puedes hacer. Cuando descubras los rasgos o las habilidades que necesitan un mayor desarrollo, piensa en las formas en las que puedes mejorarlos.
  7. 7
    Demuéstrate autocompasión. Martirizarte o ceder ante los pensamientos negativos puede dejarte con una sensación de debilidad e infelicidad. Obsesionarse con los pensamientos negativos o los sentimientos de culpa no fomenta el desarrollo, en realidad impide el crecimiento y el aprendizaje. Más bien, demuéstrate la misma amabilidad y generosidad que le demostrarías a un amigo.[35]
    • Controla tu estrés teniendo prioridades y haciendo lo más importante rápidamente. Practica la respiración profunda, haz ejercicios y descansa lo suficiente. Incluso unos cuantos minutos al día pueden marcar la diferencia. Haz más cosas para proteger tu salud y lograr tus metas o tomar decisiones que te lleven al éxito, entre ellas, relaciones más sólidas y una mejor carrera profesional. Comienza el día con afirmaciones positivas, por ejemplo: “Hoy me acepto por lo que soy” o “Soy una persona digna de amor y respeto”.[36]
    • Toma descansos breves donde te demuestres “autocompasión” a lo largo del día. Por ejemplo, si realmente te ves saturado de trabajo, podrías sentirte abrumado o culpable. Utiliza la concientización para reconocer cómo te sientes: “Me siento estresado en este momento porque tengo muchas cosas que hacer”. Luego, reconoce que todos experimentan dichos sentimientos de vez en cuando: “No soy el único que se siente así. Es un sentimiento natural”. Por último, compadécete por un instante de ti repitiéndote una frase positiva como esta: “Sí puedo terminar este trabajo. Puedo concentrarme y trabajar duro. Soy una persona valiosa en este equipo”.[37]
    • Desafía los pensamientos negativos. A menudo somos nuestros peores críticos. Puede ser fácil sumergirnos en la autocrítica, pero en lugar de hacerlo, desafía los pensamientos negativos cada vez que se presenten. Por ejemplo, si estás en un régimen de dieta pero comiste unas palomitas de maíz en el cine, un pensamiento autocrítico puede ser: “Me comí esas palomitas de maíz. He fracasado con esta dieta”. Desafía ese pensamiento demostrándote compasión y elaborando un plan para lo que harás de manera distinta, por ejemplo: “Me comí esas palomitas de maíz, lo que no era parte de mi plan de alimentación saludable. Esto no es un fracaso y no soy ‘malo’ por haberlo hecho. Seré más consciente de lo que coma el resto del día”.[38]
  8. 8
    Olvida los traumas del pasado. Si te deprimes o te molestas constantemente, es posible que tengas algún problema subyacente del pasado que aún retengas en el presente. En los Estados Unidos, cada 10 segundos se reporta un caso de abuso infantil.[39] Esto solo representa los reportes de abuso. Existen muchos casos de abuso y otras experiencias traumáticas de la infancia que no se reportan ante las autoridades. Los traumas del pasado o incluso las circunstancias dolorosas como la muerte de un ser querido o un mal rompimiento puede causar una depresión de leve a severa. Si has intentado todo lo que se te puede ocurrir para convertirte en una persona más feliz, existe una posibilidad de que tengas algún problema de estos.
    • Si tienes los recursos a tu disposición, considera la posibilidad de buscar el asesoramiento de un profesional licenciado. Este consejero puede ayudarte a superar los traumas del pasado o los recuerdos dolorosos de manera sana y segura.[40] Un consejero también puede derivarte con otros profesionales si cree que es adecuado contar un medicamento antidepresivo (de uso temporal o de largo plazo dependiendo de tu situación). ¡No tiene nada de malo buscar ayuda! Si te sientes avergonzado o tímido por acudir a un consejero, ten en cuenta que estos profesionales tienen la obligación de mantener todo en estricto privado y están sujetos a leyes de confidencialidad. Nadie necesita saber que recibes terapia además de ti y tu consejero o médico. Superar los traumas del pasado con la ayuda de un consejero puede ser difícil a corto plazo, pero aumentará en gran medida tu calidad de vida a largo plazo.
      • Muchas comunidades y universidades ofrecen terapia a través de clínicas públicas de bajo costo. Consulta en tu localidad para ver si esta opción está disponible.
    • Los tratamientos comunes para los traumas incluyen la terapia cognitivo-conductual, la terapia de conversación, la terapia de exposición y la farmacoterapia.[41] Estas terapias pueden ayudarte a aprender nuevas formas de pensamiento y a responder ante las situaciones y procesar tus sentimientos.[42][43]
    • Si no tienes acceso a algún servicio de orientación profesional, puedes recurrir a los libros de autoayuda en la biblioteca de tu localidad o hablar con alguien de confianza acerca de tus sentimientos. Los ministros religiosos y los grupos de apoyo a menudo son lugares a los que puedes recurrir para obtener apoyo gratuito. A menudo el simple hecho de hablar con un ser amado y de confianza que te brinde su apoyo es un acto de sanación en sí mismo.
  9. 9
    Contacta a una línea de ayuda. Si las cosas se ponen realmente malas, existen varias líneas de ayuda gratuitas y anónimas a las que puedes recurrir. Si no tienes una posición social alta o no sabes adónde acudir, estas líneas de ayuda pueden serte de ayuda. Por lo general, te contactarán con los recursos locales de salud mental en tu localidad si se los solicitas. Si solo necesitas alguien con quien hablar, recuerda que tu llamada es anónima y gratuita. La persona en el otro lado de la línea está ahí para ayudarte si es necesario.
    • Si vives en México, puedes comunicarte con la línea de apoyo de SAPTEL: 5259-8121. Para España, existe la asociación Teléfono de la Esperanza: 902-500-002, que además se encuentra disponible en otros países de Latinoamérica (entra a su sitio web para que conozcas el número telefónico correspondiente a tu región).
    • Si vives en EE. UU., puedes llamar a la línea nacional de prevención del suicidio: 1-800-273-TALK (8255) o 1-800-SUICIDE (1-800-784-2433).

2
Vivir de manera feliz

  1. 1
    Reconócete a ti mismo. Esto significa aceptar tus hábitos, tu personalidad, tu manera de hablar o de verte, tu voz y todo lo que sea propio de ti. Recuerda que eres una persona única que tiene valor y es digna de amor y respeto. Aprender a sentirte cómodo contigo mismo te ayudará a proyectar confianza ante los demás y a vivir una vida más feliz.
    • No te disculpes por los rasgos que sean parte de ti, como tu personalidad, tu voz o tus hábitos. Si hay rasgos que quieres cambiar, asegúrate de hacerlo por ti y no porque alguien más te lo haya dicho. Toma tus decisiones basándote en tus valores, no en lo que los demás te dicen que “debes” hacer.[44]
    • Ama tu cuerpo. Es lamentable que en el mundo actual tanto a los hombres como las mujeres se les bombardee con imágenes de cómo “deben” verse, vestirse o comportarse. Estos “ideales” estereotípicos pueden causar mucho daño (por ejemplo, más del 91 % de las mujeres se sienten infelices con su aspecto físico.[45]) Busca aquello que te gusta de tu cuerpo. Pega en tu espejo notas adhesivas con afirmaciones como “Eres hermoso” o “Eres increíble”. Acepta el hecho de que los cuerpos vienen en variedades infinitas y el tuyo es único para ti.
    • Haz una lista de tus fortalezas. Sé honesto contigo mismo. Anota todo lo que sepas o en lo que seas bueno, sin importar lo “ínfimo” que pueda parecerte. ¿Puedes bucear? Eso es extraordinario. ¿Puedes relacionarte con los demás en un equipo? ¡Excelente! ¿Puedes preparar una pizza congelada sin quemar la cocina? ¡Eso también es algo bueno!
    • No te compares con los demás. Por ejemplo, si te gusta jugar videojuegos los sábados, no permitas que los demás te digan que eres “aburrido” o “demasiado viejo” para las cosas que te producen alegría. Mientras tus actividades no causen ningún daño ni a ti ni a los demás, no te sientas culpable por hacer las cosas que te gustan, sin importar lo que digan los demás.
  2. 2
    Fíjate metas significativas. Observa detenidamente tu vida, tus valores y a la persona que quieres ser. Fíjate metas que sean significativas para ti y vayan acorde con tus valores fundamentales. Los estudios sugieren que hay más probabilidades de alcanzar esas metas y de sentirse más feliz al fijarse metas significativas.[46] Hazte algunas preguntas importantes, tales como: “¿Cómo quiero crecer?” o “¿Qué impacto quiero tener en el mundo?”.[47]
    • Sé realista. Si mides 1,5 m (5 pies) de alto, tus posibilidades de alcanzar el estrellato como basquetbolista profesional no son muy altas. Fijarte metas realistas no significa tener que limitarte a lo que sabes o puedes hacer ahora, solo debes reconocer tu situación y capacidad cuando elabores tus planes.[48]
    • Mantén tus metas orientadas a la acción. Es vital que te fijes metas que puedas alcanzar. Recuerda que no puedes controlar lo que otra persona hace o piensa, solo lo que haces tú. No te fijes una meta que dependa de las acciones de los demás para lograr el éxito.[49]
    • Plantea tus metas de manera positiva. Tendrás más posibilidades de alcanzar tus metas si las planteas como algo en lo que necesitas trabajar, no algo de lo que debes escapar.[50] Por ejemplo, si quieres ejercitarte más, no te repitas: “Deja de quedarte de brazos cruzados por demasiado tiempo”. Este tipo de afirmación es negativa y te hará sentir negativo. Más bien, opta por una meta positiva que haga hincapié en la acción: “Realiza una caminata de 30 minutos 3 veces a la semana”.
  3. 3
    Elige lo que te haga feliz. Por años, los científicos han tratado de desarrollar una fórmula para la felicidad y resulta que ser “crónicamente feliz” (es decir, sentir esa satisfacción y alegría a largo plazo) efectivamente tiene una fórmula. Los científicos estiman que la fórmula perfecta es similar a esta: 50 % de factores genéticos (biología, química cerebral, etc.), 10 % de factores circunstanciales (ingresos, empleo, situación de vida) y 40 % de actividad intencional (lo que elijas hacer y pensar con regularidad).[51] Elegir actividades y experiencias significativas a nivel personal realmente hará una diferencia en tu nivel de felicidad.
    • La capacidad para elegir es muy importante para obtener la felicidad. En un estudio, los participantes eligieron su propia actividad positiva o se les asignó una. Los participantes que pudieron elegir su propia actividad y participaron regularmente en ella eran más felices que aquellos a los que no se les permitió elegir. Si sientes que tu vida restringe tus elecciones, intenta hallar formas de incorporar una mayor libertad en ella.[52]
    • Los estudios han demostrado que sentir “asombro” o ese sentimiento de positivismo abrumador cuando ves a una hermosa obra de arte o visitas una maravilla natural fomenta la felicidad y el bienestar.[53] Cada vez que puedas, disfruta de todo lo que fomente esa sensación de asombro y sorpresa en tu propia vida, como escuchar una pieza musical increíble o ir de excursión.
  4. 4
    Enfócate en las personas y no en las cosas. El camino hacia la felicidad real no se encuentra en un iPhone o en un auto de lujo. De hecho, los estudios sugieren que las personas que se enfocan en las cosas materiales a menudo tratan de compensar otras necesidades insatisfechas en sus vidas.[54] Las personas materialistas a menudo son menos felices consigo mismas y con sus vidas que aquellas que se concentran menos en las “cosas”.[55] Está bien que valores lo que tienes, pero recuerda que las cosas materiales no te darán alegría. Incluso pueden aumentar tus probabilidades de sentirte triste o temeroso.[56]
    • Desde luego, tienes que ganar el dinero suficiente para cubrir tu necesidades básicas (comida, vivienda y ropa). Si vives en la pobreza, tendrás más probabilidades de experimentar tristeza y frustración que las personas que se sienten económicamente cómodas, en gran parte debido a todo el estrés bajo el que te encuentras.[57] Sin embargo, una vez que ganes lo suficiente para satisfacer tus necesidades básicas, tu felicidad no se verá significativamente afectada por la cantidad de dinero que ganes, sino por tu nivel de optimismo.[58]
  5. 5
    Esfuérzate por salir de tu zona de confort. Los estudios revelan que los seres humanos no pueden evitar ser víctimas de la rutina hedónica. Rápidamente nos adaptamos al cambio, incluso a los positivos, y tratamos a lo que sea que ingrese en nuestras vidas como el nuevo statu quo.[59] Esa es la razón por la que es importante esforzarse por salir de la zona de confort para fomentar el crecimiento personal.
    • Los estudios han demostrado constantemente que somos más productivos cuando salimos un poco de nuestra zona de confort.[60] A esto se le conoce como la zona de la “ansiedad óptima” y nos obliga a tomar riesgos y esforzarnos, porque no estamos familiarizados con nuestra situación. Sin embargo, si sales demasiado lejos y demasiado rápido de tu zona de confort, tu desempeño se reducirá nuevamente. Busca un equilibrio de estabilidad y prueba cosas nuevas.[61]
    • Tomar riesgos y salir de nuestra zona de confort nos ofrece muchas recompensas. Una de las más relevantes para la felicidad es el aumento de la resistencia o la manera de afrontar los desafíos inesperados. Al desafiarte rutinariamente para ir más allá de tus límites de confort, desarrollas la adaptabilidad y la flexibilidad para manejar el cambio cuando surja.[62]
  6. 6
    Sonríe. La ciencia sugiere que cuando uno sonríe, ya sea por felicidad o no, el estado de ánimo mejora. En especial si participan todos los músculos faciales, entre ellos los de los ojos.[63][64] ¡Así que sonríe cada vez que puedas! Sonreír es como un bucle de retroalimentación, pues refuerza la felicidad, del mismo modo en que esta nos hace sonreír. Las personas que sonríen durante situaciones dolorosas afirman sentir menos dolor que aquellas que mantienen sus rasgos faciales neutrales.[64]
    • Sonreír libera endorfinas, las cuales están relacionadas con el alivio del dolor, y la serotonina, la cual está relacionada con la sensación de felicidad.
    • Recuerda que diferentes culturas interpretan las sonrisas de manera diferente. Por ejemplo, la cultura rusa considera sospechoso sonreírle a los extraños en la calle, mientras que los estadounidenses suelen sonreírle fácilmente casi a cualquier persona.[65] Sonríeles a los demás, pero no te sientas ofendido si no te devuelven el gesto, pues es posible que tengan tradiciones diferentes a las tuyas.
  7. 7
    Sigue tu intuición. En un estudio, se les pidió a 2 grupos de personas que elijan un póster para llevarse a casa. A un grupo se le pidió que analizara su decisión, sopesara los pros y contras, mientras que al otro se le dijo que siga su intuición. Dos semanas más tarde, el grupo que siguió su intuición estaba más feliz con sus pósteres que el que analizó sus decisiones.[66] Por supuesto, algunas de nuestras decisiones son más cruciales que escoger pósteres, pero a menudo las alternativas por las que sufrimos no tienen un gran efecto en nuestra felicidad a largo plazo. Sin embargo, el estrés de sopesar toda la infinidad de opciones puede hacernos infelices.
    • La intuición puede perfeccionarse por medio de la experiencia. Por ejemplo, las enfermeras experimentadas a menudo son buenas para identificar los síntomas en una persona y para utilizar una combinación de conocimientos e intuición médica (desarrollados a partir de experiencias pasadas) a fin de tomar las decisiones correctas para sus pacientes.[67] Obviamente, si eres un enfermero nuevo, tu intuición no será tan buena como la de alguien con más experiencia. No obstante, si te enfrentas con algo con lo que estás muy familiarizado (o que no acarrea grandes consecuencias), sigue tus instintos. La mayoría de las veces estarás en lo correcto.
    • Los investigadores también dividen la intuición en 3 dominios o áreas: heurística, esquemas complejos de dominio relevante y la incorporación del afecto en la toma de decisiones.[68] Lo que estos términos sofisticados describen es la manera en que el cerebro almacena y procesa la información para proporcionar lo que se conoce como “intuición”.
      • La heurística hace referencia al proceso de aprender algo por cuenta propia a través de las experiencias y recurrir a ellas al momento de tomar una decisión.
      • Los esquemas de dominio relevante hacen referencia a los procesos de pensamiento subyacentes que una persona ya tiene acerca de una idea o tema en específico. Por ejemplo, si tratas de comprar un auto nuevo, ya tendrás un conjunto de suposiciones que llevas contigo en el proceso de toma de decisiones antes de ir al concesionario.
      • El afecto hace referencia a las partes observables de los estados de ánimo o emociones (lenguaje corporal, tono de voz, inflexión, etc.). La infusión del afecto hace referencia a los estados de ánimo o las emociones asociados con la decisión a tomar. Todas estas cosas combinadas son lo que conforma gran parte de la intuición, las cuales la hacen más confiable que lo que algunos escépticos sugieren.[69]
    • Comienza con las decisiones pequeñas. Comienza con las decisiones pequeñas e intenta seguir tu instinto para que sepas exactamente cómo se siente. Mientras más practiques, estarás en más armonía con tu instinto.
  8. 8
    Trata a tu cuerpo como se merece para ser feliz. Decirlo puede parecer cursi, pero el cerebro no es el único órgano del cuerpo que merece ser feliz. Los investigadores han descubierto que el ejercicio, las dietas saludables y el sueño regular son factores clave para desarrollar una mayor felicidad y permanecer así. Los estudios han demostrado que existe una correlación entre los niveles elevados de satisfacción con la vida, una mejor salud física y un aumento en la longevidad.[70]
    • Las personas que son físicamente activas tienen una mayor incidencia de entusiasmo y emoción.[71][72] Los científicos suponen que el ejercicio hace que el cerebro libere químicos llamados “endorfinas”, las cuales aumentan el estado de ánimo.
    • Come bien. Comer alimentos saludables (frutas y verduras, carnes y proteínas magras, granos integrales, frutos secos y semillas) le da al cuerpo y al cerebro la energía que necesitan para mantenerse saludables. Los estudios señalan que las dietas poco saludables, sobre todo las ricas en carbohidratos procesados, azúcares y grasas vegetales industriales, son responsables de la muerte celular, la contracción del cerebro y contribuyen a algunas enfermedades, tales como la depresión y la demencia.[73]
    • Duerme lo suficiente. Diversos estudios lo confirman: mientras más duermas, más feliz tenderás a ser.[74] Dormir 1 hora adicional cada noche hace que la persona promedio sea más feliz que la que gana un ingreso anual elevadísimo.[75] Los estudios también han revelado que los empleados que duermen lo suficiente son más productivos y exitosos.[76] Así que si eres de mediana edad, opta por dormir por lo menos 8 horas cada noche. Los jóvenes y ancianos deben dormir entre 9 a 11 horas cada noche.[77]

3
Interactuar con los demás

  1. 1
    Mantente cerca de tus amigos y familiares. Vivimos en una sociedad móvil, donde las personas se mudan para trabajar dentro del país y, en ocasiones, al extranjero. Lo hacemos porque creemos que un aumento salarial nos hará más felices, pero de hecho nuestras relaciones con amigos y familiares tienen un mayor impacto en nuestra felicidad. Por lo tanto, la próxima vez que pienses en trasladarte a otro lugar para trabajar, considera que necesitarías un aumento salarial de más de $100.000 para compensar la pérdida de felicidad que tendrías a causa de alejarte de tus amigos y familiares.[78]
    • Si no es posible que te mudes más cerca de tus seres queridos, comunícate regularmente con ellos. La tecnología de los teléfonos celulares y Skype facilitan el contacto con los seres querido aun cuando están en el otro lado del mundo.
  2. 2
    Sé compasivo. La compasión consiste en hacer un buen gesto por alguien que lo necesita o que es menos privilegiado que tú. Un estudio de imágenes cerebrales (donde los científicos le echan un vistazo a los cerebros de las personas mientras actúan o piensan) reveló que las personas son igualmente felices viendo a los demás donando su dinero como lo son cuando reciben dinero.[79] Piensa en maneras eficaces de hacer de tu comunidad o el mundo un lugar mejor siendo compasivo. La compasión es clave para la felicidad sostenible y también es muy buena para la salud.[80]
    • Ejerce como tutor, voluntario o involúcrate en un grupo de la iglesia. Hay una infinidad de niños que buscan a alguien para que les enseñe y que actúe como un modelo a seguir.
    • Haz un microcrédito. Un microcrédito consiste en darle a alguien (por lo general, a alguien de un país en vía de desarrollo) una cantidad muy pequeña de dinero para un proyecto económico. Muchos microcréditos tienen tasas de reembolso del 95 % a más.[81]
    • Bríndale comida, ropa o refugio a una persona necesitada si es seguro. Es algo tan básico que a menudo olvidamos pensar en ello, pero es muy fácil de hacer.
    • Aumenta la felicidad de los que te rodean dándoles regalos pequeños. Esto también aumentará tu felicidad. De hecho, ¡el que da el regalo generalmente siente un impulso mayor de dopamina (neurotransmisor responsable de la sensación de felicidad) que la persona que lo recibe! [82]
    • Practica la meditación del amor y amabilidad. Este tipo de meditación surge de las tradiciones budistas que se enfocan en el aumento de la compasión por los demás.[83] Los estudios han revelado que este tipo de meditación puede reducir la sensación de tristeza y depresión.[84][85]
  3. 3
    Haz amigos. En un estudio publicado el 2010 por los investigadores de la universidad de Harvard en la publicación “American Sociological Review”, las personas que iban a la iglesia con regularidad afirmaron sentir una mayor satisfacción con su vida que aquellas que no lo hacían. El factor crítico era la calidad de amistades que hicieron en la iglesia. Los asistentes a la iglesia que no tenían amigos cercanos no eran más felices que aquellos que nunca asistían. Cuando los investigadores compararon a las personas que tenían la misma cantidad de amigos cercanos, aquellos cuyos amigos eran de la iglesia sentían una mayor satisfacción con sus vidas.[86] Este estudio muestra qué tan importante es hacer amigos con valores y perspectivas similares a las tuyas.
    • No importa qué intereses y creencias tengas. Hallar algo por lo que te sientas profundamente apasionado y entablar amistad con aquellos que compartan intereses similares dará lugar a la misma intimidad.
    • Cuando interactúes con personas que compartan tus mismos intereses, te sentirás más feliz debido a las sensaciones de recompensa y bienestar. Esto se debe a que durante tales interacciones, la serotonina y la dopamina (neurotransmisores responsables de las sensaciones de felicidad y relajación) se liberan en el cuerpo. En otras palabras, el cuerpo está diseñado para sentirse más feliz cuando participa en interacciones sociales.[87]
  4. 4
    Ten conversaciones profundas y significativas. Un estudio realizado por un psicólogo en la Universidad de Arizona reveló que pasar menos tiempo participando en charlas triviales y más tiempo en conversaciones profundas y significativas puede aumentar la felicidad.[88] Las conversaciones significativas van más allá del nivel de las charlas triviales. Esas conversaciones se centran en las ideas acerca del amor, la vida, la esperanza y los sueños.
    • El psicólogo Arthur Aron ha hecho una gran cantidad de trabajo acerca de cómo generar una comunicación significativa entre las personas. Su trabajo recientemente causó gran revuelo con la idea de las “36 preguntas para enamorarse”. Si bien esta representación mediática no es exactamente la forma en que funciona el estudio, las preguntas de Aron son profundas e indagan cosas acerca de la otra persona que da lugar a un sentimiento de intimidad y conexión más profundo.[89]
    • Comparte tu felicidad con tus amigos. Los estudios han demostrado que las personas que comparten abiertamente sus sentimientos positivos con los demás tienen una mayor conexión social que aquellas que no lo hacen. La próxima vez que experimentes algo maravilloso entabla una conversación acerca de ello con un amigo. Esto los acercará más y los hará más felices.[90]
  5. 5
    Halla la felicidad en el tipo de trabajo que tienes en la actualidad. Muchas personas esperan que su nuevo trabajo o profesión cambie radicalmente su nivel de felicidad. Sin embargo, los estudios dejan en claro que los niveles de optimismo y la calidad de las relaciones superan la satisfacción obtenida en el trabajo.[91]
    • Si tienes una perspectiva positiva, harás tu mejor esfuerzo en cualquier trabajo y, si tienes buenas relaciones, no dependerás de tu trabajo para encontrar tu significado. Descubrirás el significado en las interacciones con las personas importantes para ti. Utilizarás tu trabajo como una iglesia en lugar de depender de él para obtener un significado.
    • Encuentra tu ritmo ideal en el trabajo. Nos referimos a un estado mental donde una persona se siente completamente inmersa en lo que hace. Esta casi no tiene ningún problema para concentrarse en la actividad debido a que es lo suficientemente desafiante para mantener su atención aunque no tanto como para agotarla. Esto podría no ser posible para cada actividad que realices, pero busca formas de hacer que ocurra con frecuencia y prueba estrategias diferentes para hacer que funcione. Algunas personas descubren este ritmo con un temporizador para mantenerse enfocadas en una cantidad fija de tiempo mientras que otras lo hacen estableciendo un entorno laboral de una determinada forma. Averigua lo que funciona para ti. Los estudios han revelado que los empleados que pueden encontrar su ritmo ideal tienen una mayor satisfacción en el trabajo.[92]
    • Esto no significa que no debas aspirar a obtener un empleo que te haga más feliz. Muchas personas descubren que tener la profesión correcta es una determinación clave en su felicidad general. Simplemente significa que debes entender que la capacidad de tu trabajo para hacerte feliz es bastante pequeña en comparación con tu perspectiva y tus relaciones.
  6. 6
    Perdona. En un estudio de estudiantes universitarios, una actitud de perdón contribuyó a una mejor salud cardiovascular. Se podría decir que el perdón literalmente sana el corazón. Si bien se desconoce la manera en que el perdón afecta directamente al corazón, el estudio sugiere que puede reducir la percepción de estrés.[93] Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, hacerlo es increíblemente difícil. Por suerte, existen medidas que puedes adoptar para aprender a perdonar.[94][95]
    • Recuerda que el perdón es algo que haces por ti, no por la otra persona. Aferrarte a la ira y el odio puede provocarte un dolor inmenso. Además, el perdón no significa que debas negar que la otra persona hizo algo malo. Por ejemplo, piensa en la sobreviviente de Auschwitz, Eva Kor, quien perdonó públicamente al guardia nazi que la mantuvo prisionera a ella y a muchas otras personas durante el Holocausto. Ella dijo lo siguiente: “Perdono a los nazis no porque se lo merezcan, sino porque yo me lo merezco”. Perdonó a sus abusadores porque no quería llevar el peso de la ira, pero aún están en falta por sus acciones.[96]
    • El perdón tampoco necesita significa seguir soportando el maltrato. Puedes perdonar a alguien por tratarte mal y aún tomar las medidas para asegurarte de que no lo vuelva a hacer.
    • Piensa en lo que quieras perdonar. ¿Cómo te hace sentir esa falta? Te recomendamos anotar tus pensamientos y sentimientos.
    • Reflexiona sobra la experiencia. ¿Qué hubieras podido hacer de otra manera?, ¿puedes aprender de esta experiencia?, ¿qué quisieras obtener de la otra persona?
    • Escríbele una carta a la persona que quieras perdonar. ¿Qué hizo para lastimarte y por qué la perdonas?, ¿qué quieres obtener de ella ahora?, ¿en qué punto de la relación se encuentran? Ni siquiera es necesario que le envíes estas cartas si no quieres. El simple hecho de escribirlas puede ser una manera de expresar tu perdón hacia ti mismo.
    • Recuerda que el perdón no es condicional. Si haces que el perdón esté supeditado a un resultado o acción en particular, podrías quedarte esperando por siempre.[97] Puede ser difícil perdonar a los demás por nunca admitir o sufrir las consecuencias de su mala conducta. Valora el perdón como una forma de dejar ir algo que puede lastimarte, no como una forma de garantizar que algo le suceda a la otra persona.
    • El perdón puede ser una experiencia muy espiritual. Los estudios revelan que existe una correlación clara entre “afirmar el perdón” (el acto de perdonar algo), perdonarse a uno mismo y una idea de algo sagrado. Al practicar el perdón podrías llegar a descubrir algo sagrado sobre ti o el mundo que te rodea.[98]

Consejos

  • No te avergüences por caer y, cuando lo hagas, levántate, recomponte y vuelve a intentarlo. Recuerda que la mayor parte de lo que te estresa en este momento será irrelevante en un año. Además, cuando tengas un mal día, siempre habrá una nueva oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez. Si caes, podrías sufrir un rasguño o romperte un hueso, pero sanarás.
  • Si no eres feliz, aunque no sepas la razón, habla con alguien de confianza. El intercambio de ideas y sentimientos te ayudará a sanar y generalmente te brindará un cierto nivel de satisfacción o paz.
  • Respira profundamente y sonríe, aunque no haya nada por qué hacerlo. La relajación y la meditación o la oración pueden ser muy útiles si crees en ellas. Para relajarte, comienza flexionando tus dedos, tus pies, las piernas hasta llegar a cada área de todo tu cuerpo. Mientras lo haces, tensa y relaja el cuello, la quijada, la boca, el rostro y por último mueve los músculos del cuero cabelludo. Incluso un masaje es una forma de dedicarte un tiempo para ti, como una forma de recompensarte por todo lo que haces
  • Procura amar a los demás mientras te amas un poco más a ti mismo. La felicidad surge al sentirse bien por el ambiente alrededor y por la manera en que te afecta. Mírate en el espejo y siéntete feliz de que la persona que te observa sea un sobreviviente.
  • No permitas que nada de lo que alguien haga o diga te afecte de manera negativa. Si alguien dice algo para insultarte, no le respondas, ya que la impulsará a molestarte más. Evita a ese tipo de personas.
  • La única persona en el planeta que nunca debe estar aburrida contigo es tú mismo. El aburrimiento es un problema personal. Sé proactivo, adopta medidas para solucionar los problemas y siempre mira la vida por el lado bueno. El pasado se ha ido y no puedes cambiarlo, nadie puede. ¡Sé alegre y positivo!
  • Al esforzarte por obtener tus propias metas personales, seguirás adelante en lugar de dejar todo para después. Averigua lo que te hace feliz y da paso por paso hasta llegar allí.
  • Siéntete alegre con lo que eres porque nadie es perfecto. Dedicarte algo de tiempo es importante. Piensa en lo afortunado que eres sintiéndote agradecido por todo lo que tienes. Sé un pacifista. Si tus ideas y comprensiones siguen en desacuerdo en una disputa familiar, en tu grupo de amigos, en una reunión de una organización como la de tu trabajo o en un grupo de la iglesia, sigue adelante. Ve a un lugar donde puedas ser feliz sin riñas, ira y discordias innecesarias. No insistas en tus preferencias ni en entrometerte en conflictos de personalidad y en diversos problemas a expensas del orden y la paz del grupo.
  • Conoce lo que vales. Enfócate en hacer tu mejor esfuerzo para lograr cada meta que te propongas. Sigue reinventándote y nunca te compliques la vida durante mucho tiempo, mientras te aprecias y te esfuerzas por lograr las metas y oportunidades que te propongas.

Advertencias

  • Si constantemente te sientes triste o deprimido, busca ayuda profesional.

Referencias

  1. http://greatergood.berkeley.edu/article/item/happiness_greatest_hits
  2. http://greatergood.berkeley.edu/article/item/are_positive_emotions_good_your_heart
  3. http://greatergood.berkeley.edu/article/item/the_neuroscience_of_happiness
Mostrar más... (95)