Cómo hacer un boneless en patineta: 8 pasos (con fotos)

Coloca los pies sobre la tabla. Pon el pie delantero en el suelo, a la altura del eje frontal, y desliza el otro pie hacia atrás, un poco más allá de donde lo pondrías normalmente, más cerca de donde van los tornillos. Lo ideal será que, estando así, te deslices con las ruedas durante un rato, antes de intentar el boneless, pues con ese impulso te será más fácil levantar la tabla en el aire para luego volver a aterrizar sobre ella. Será muy complicado que consigas levantarla si te quedas quieto. br>

Agarra la tabla justo por detrás de los ejes frontales. Para esto, inclínate y usa la mano que tienes atrás (la que debe estar al lado del pié situado en la parte trasera), para agarrarte a la tabla justo por detrás de los ejes frontales, y muy poco después de donde tienes el pie delantero. Asegúrate de agarrarte con firmeza a la tabla que es la que, en definitiva, tienes que poder levantar.

Desliza el pie de enfrente hacia fuera. Colócalo en el suelo y úsalo junto con la mano para hacer brincar la parte trasera de la tabla, igual que en un ollie, asegurándote de volverla a capturar con la mano. La tabla deberá alcanzar una altura media antes de que levantes el pie delantero del suelo. Tendrás que trabajar usando la fuerza de ese pie para, así, impulsar la tabla hacia arriba con la mano y que pegue un salto. Es necesario practicar para aprender a deslizar el pie frontal con rapidez.

Salta junto con la tabla. Mueve tu cuerpo hacia arriba al mismo tiempo que la tabla, usando la mano que tienes libre para agarrar impulso y ayudarte a mantener la altura adecuada. Mantén la otra mano a la altura de la mitad de la tabla, agarrándola con firmeza, al tiempo que empujas firmemente con el pié de atrás en la parte posterior de la tabla. Todo lo anterior, a medida que flotas en el aire. Si recién estás empezando, no va a ser muy fácil mantener el pié trasero por entero en la tabla; siendo realistas, pero puedes intentar mantener subidos los dedos y la primera parte de la planta del pié.

Usa la mano de atrás para mantener la tabla en equilibrio. Mantén la sujeción y usa la mano para enderezarla si comienza a desviarse de la dirección marcada por el pie frontal. Necesitas mantenerla derecha, para que así puedas volver a poner el pié en ella sin problemas.

Vuelve a poner el pié delantero en la tabla, una vez esté en equilibrio. Cuando tengas la tabla nivelada y esté estable a unos pocos pies por encima del suelo, coloca el pie frontal en la tabla al tiempo que sueltas la mano de la parte de atrás, para que puedas dar un golpe limpio en el suelo. Cuando pongas ese pie en la tabla, aún estarás flexionado, con las rodillas dobladas, lo cual te permitirá amortiguar el impacto cuando la tabla golpee el suelo.

Deslizate con sencillez. Una vez toques el suelo, enderézate tras salir de esa posición en la que estabas doblado: mueve los brazos. Estos deberán estar extendidos hacia tus lados, acércalos a tus caderas mientras mantienes el equilibrio. Cuando vuelvas a sentirte estable, puedes probar de nuevo un boneless.