4 formas de hacer un enema - 绮罗网

Cómo hacer un enema

4 métodos:Preparar el enemaPreparar la solución del enemaAdministrar el enemaEvacuar el enema

Un enema introduce líquidos a través de un tubo insertado en los intestinos. Se usan enemas para tratar constipaciones severas y para administrar fluidos a pacientes que no pueden recibirlos por vía intravenosa, así como para administrar algunas drogas en suspensión líquida. Un enema es una alternativa segura, efectiva y natural a los laxantes y los purgativos, si se hace correctamente.

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Preparar el enema

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    Decide en dónde se administrará el enema. Los lugares más comunes para hacer un enema son una cama, en el piso del baño o en una bañera.
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    Coloca el gancho soporte a la altura adecuada. El gancho debe estar entre 18 y 24 pulgadas (45 a 60 centímetros) arriba de la superficie donde reposará el recipiente con el enema, para que la bolsa del enema quede suspendida entre 12 y 19 pulgadas (30 y 45 centímetros) sobre el ano del paciente. Esta altura es suficiente para que la solución del enema fluya gradualmente desde la bolsa del enema.
    • Suspender la bolsa de enema demasiado alto aumentará la presión de entrada y por lo tanto la incomodidad del paciente. Suspender la bolsa de enema demasiado bajo hará que el fluido fluya de nuevo hacia la bolsa, dejando poco líquido que llegue al colon.
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    Prepárate para derrames o pérdidas. Si vas a hacer el enema en el dormitorio o en el piso del baño, coloca una gruesa almohadilla absorbente o una toalla donde estará recostado el paciente. Si vas a administrar el enema en la bañera, no se necesitará la toalla, aunque sí tendrás que limpiar los derrames de las nalgas o las piernas del paciente.

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Preparar la solución del enema

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    Escoge la temperatura adecuada para el agua. La mayoría de los enemas deben hacerse a una temperatura cercana a la temperatura del cuerpo humano, o entre 98 y 105 grados Farenheit (37 a 40,5 grados Celsius). Se pueden hacer enemas con agua no más fría que 86 °F (30 °C) o no más caliente que 113 °F (45 °C). El agua por debajo de los 30 °C puede provocar calambres, mientras que por encima de los 45 °C puede escaldar el área rectal.
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    Añade el soluto necesario para el enema. Si bien el agua corriente alcanza para la mayoría de los enemas, se puede necesitar añadir algo para que el enema sea más efectivo, o si el enema está destinado a algo más que una limpieza de colon.
    • Se añade jabón suave a la solución del enema cuando está destinado a aliviar la constipación. El jabón de enema está formulado especialmente para ser lo suficientemente suave como para administrar a niños pero capaz de tratar la constipación más severa. El jabón de enema se presenta en paquetes en la mayoría de las tiendas de suministros médicos, o puede ser pedida por un farmacéutico. Un paquete es suficiente. (No se debe sustituir con detergente para vajilla, ya que irritará el colon y puede causar colitis). Si no hay jabón de enema disponible, se puede sustituir por bicarbonato de sodio.
    • Se añade sal a los enemas destinados a aliviar la retención de heces. Generalmente se debe agregar una cucharada de sal por pinta de agua (10 milímetros cúbicos de sal por litro de agua). El aceite mineral también ablanda heces y lubrica el colon, pero puede filtrar desde el ano por hasta 24 horas después de administrado el enema.
    • Se añade fosfato de sodio a las soluciones comerciales de enema diseñadas para limpiar el colon antes de una colonoscopía o de una sigmoidoscopía. El fosfato de sodio extrae el agua del flujo sanguíneo hacia el colon, pero suele detonar intensos calambres en el proceso.
    • Algunas drogas que penetran más rápido en el cuerpo sin tener que pasar por el tracto digestivo, como algunos medicamentos para la degeneración macular, la artritis o el cáncer, así como unas pocas drogas para la náusea, se pueden añadir a la solución de enema.
    • La solución de bario se utiliza en enemas que van a ser retenidos lo suficiente para permitir que se muestre el colon en una radiografía.
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    Llena la bolsa de enema o la jeringa. La cantidad de solución de enema que el paciente pueda aceptar varía de acuerdo al tamaño del colon y a cuánta materia fecal tenga adentro. Un niño de 11 años o más tiene la misma capacidad en el colon, en promedio, que un adulto.
    • Si utilizas una solución de enema previamente medida, a un niño de 5 a 10 años se le puede dar una botella llena de enema de tamaño infantil, mientras que un niño de 2 a 4 años necesita solo la mitad de una botella.
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    Conecta la bolsa al tubo.

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Administrar el enema

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    Recubre el pico con un lubricante.
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    Deja que fluya solución por el tubo para expeler el aire. Esto reducirá los calambres cuando se administre el enema.
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    Lubrica el ano y el área rectal. El lubricante se debe aplicar generosamente al exterior del ano y tan adentro del área rectal como sea posible para facilitar la inserción del tubo y para proteger la piel del área rectal. Limpia tu dedo con papel higiénico. Alternativamente, puedes ponerte guantes de goma o de látex antes de aplicar en lubricante.
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    Coloca al paciente en posición. Aunque hay muchas posiciones en las que se puede colocar al paciente, las 3 posiciones más comunes son la posición de Sims, la posición rodilla-pecho y recostado sobre la espalda con las rodillas flexionadas.
    • La posición de Sims se puede utilizar ya sea recibiendo un enema por otra persona o administrándote el enema tú mismo. Para asumir la posición de Sims, recuéstate sobre tu lado izquierdo con la pierna izquierda extendida y la rodilla derecha doblada. Coloca tu brazo izquierdo detrás de la espalda y tu brazo derecho debajo de la almohada de tu cabeza. Si te estás administrando el enema tú mismo, debes poner la pinza reguladora de flujo al alcance de tu mano izquierda.
    • La posición rodilla-pecho puede ser más confortable para quien reciba un enema de otra persona, particularmente si la paciente está embarazada, y también puede utilizarse en casos de constipación severa. En esta posición, el paciente se coloca sobre sus manos y rodillas, coloca una o más almohadas debajo del pecho y se inclina sobre ellas mientras voltea el rostro a un costado y lo descansa sobre otra almohada sobre la que envuelve sus brazos. No permite que uno mismo controle el flujo del enema.
    • La posición recostado sobre la espalda con las rodillas flexionadas se usa si estás haciéndote el enema tú mismo en la bañera o en el piso del baño. Coloca una almohada bajo tu cabeza y asegúrate de poder alcanzar la pinza reguladora de flujo antes de comenzar.
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    Inserta el tubo en el recto. Gira el tubo hacia un lado y hacia el otro mientras lo insertas para facilitar su ingreso. El tubo debe insertarse no más de 3 o 4 pulgadas (7,5 o 10 centímetros) dentro del área rectal sin forzarlo. Hacer que el paciente puje como si hiciera un movimiento de intestinos puede ayudar al proceso de inserción.
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    Permite que la solución de enema fluya lentamente en el colon. Se sugiere un ritmo de flujo de 4 a 8 onzas (118 a 236 milímetros) por minuto. Pídele al paciente que respire lenta y profundamente; puede sentir que el estómago se expande un poco al recibir el enema, y también que el estómago y el abdomen se vean más llenos. Detén el flujo al primer signo de calambre para que el paciente respire rápida y superficialmente, para luego reanudar el flujo cuando pase el malestar. Interrumpe el flujo las veces que sea necesario para comodidad del paciente. Puedes tomarte hasta 15 minutos para administrar un enema de gran volumen.
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    Masajea el abdomen lenta y profundamente en sentido antihorario. Esto subirá la solución por el colon y ayudará a despegar la materia fecal de las paredes del colon. Comienza desde el lado inferior izquierdo, sube hasta la caja torácica y luego baja por el lado derecho.
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    Cierra el paso del tubo una vez que el enema haya terminado. Esto evitará el reflujo hacia adentro de la bolsa cuando se evacuen los intestinos.
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    Dale tiempo al enema para que haga su trabajo. En promedio, un enema se debe sostener entre 5 y 15 minutos antes de evacuar. Aliviar una constipación requiere más tiempo. Si el paciente siente la urgencia de evacuar antes de esto, haz que respire por la boca profundamente para que se relaje.

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Evacuar el enema

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    Ve al inodoro. Si el paciente tiene problemas para retener el enema, puedes juntar las nalgas o presionarlas con una toalla doblada.
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    Quita el tubo de enema.
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    Pídele al paciente que camine agachado hasta el inodoro. Agacharse empuja las caderas contra el abdomen, ayudando a expeler más solución de enema. Si agacharse se le dificulta mucho, permítele sentarse en el inodoro como normalmente lo hace.
    • Para ayudar a expeler la solución de enema, masajea el abdomen del paciente en sentido horario.
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    Expulsa el enema. La solución de enema y todo los desechos deben salir en unos minutos. Si no, recuesta al paciente en la posición de Sims o en la de rodilla-pecho, espera hasta que regrese la necesidad de evacuar, e intenta nuevamente. En cualquier caso, expulsar toda la solución probablemente tome varias evacuaciones.

Consejos

  • Si se administra una serie de enemas, solo la primera debe tener algo además de agua. Los enemas siguientes deben tener solo agua corriente para enjuagar todo el jabón o la solución química con la que se trató el primer enema y prevenir así una irritación en el colon.
  • No uses agua destilada, ya que extraerá más electrolitos de tu cuerpo a través del colon.

Advertencias

  • Un enema hecho de manera inapropiada puede conducir a lesiones en el intestino o en el recto, provocando un sangrado interno. Si se sospecha una lesión se debe buscar atención médica de inmediato.
  • Demasiados enemas pueden desequilibrar los electrolitos; el abuso del fosfato de sodio puede dañar la cavidad anal.
  • No se recomiendan los enemas a personas con riesgo de perforación intestinal, o a aquellos que tengan colitis ulcerante, diverculitis, enfermedad de Crohn, hemorroides internas o tumor rectal o de colon.

Cosas que necesitarás

  • Bolsa para enema
  • Tubo para colon
  • Pinza para tubo
  • Jabón de enema, sal o bicarbonato de sodio (opcional)
  • Lubricante para piel (jalea K.Y, jalea de petróleo, aceite vegetal o crema fría)
  • Guantes de goma o de látex (opcional)
  • Pie para suero, gancho o clavo
  • Toalla o almohadilla absorbente pesada
  • Agua destilada (en zonas con problemas de pureza del agua)
  • Termómetro

Referencias

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