Cómo crear un hogar minimalista: 16 pasos (con fotos)

Modifica una sola habitación a la vez. A menos que estés en proceso de mudanza, es más difícil simplificar todas las habitaciones de una casa al mismo tiempo. Céntrate en un solo espacio y deja que se convierta en el centro de la tranquilidad. Utilízalo para para inspirarte y seguir con las otras habitaciones. ¡Luego haz lo mismo con los espacios exteriores!

Comienza con los muebles. Estos son los objetos más grandes de toda habitación, así es que siempre es mejor partir con ellos para simplificar un espacio. Entre menos muebles tenga, mejor (dentro de lo razonable, desde luego). Piensa qué muebles puedes eliminar sin sacrificar la comodidad ni perturbar las actividades cotidianas. Mantén algunos muebles de estructura sencilla (como la mesa de centro de la imagen) y con colores sólidos y tenues.

Mantén solo lo esencial. Ya sea que se trate de los muebles o de cualquier otro objeto en la habitación, pregúntate si es verdaderamente esencial. Si puedes vivir sin ese objeto, deshazte de él. Trata de dejar solo lo más básico, ya que siempre puedes agregar otras cosas más adelante. Dibuja el diseño de la casa completa y hazlo tan simple como puedas. Deja solo los componentes más importantes y ve agregando otros objetos decorativos según lo que desees.

Despeja el piso. Los pisos deben estar completamente despejados, excepto por los muebles. No debe haber nada encima de ellos, nada apilado, y tampoco debes almacenar nada cerca de esa área. Una vez que hayas eliminado los muebles menos esenciales, despeja todas las cosas que estén en el suelo. Puedes donarlas, botarlas a la basura o guardarlas en algún lugar donde queden fuera de vista.

Despeja las superficies. Debes hacer lo mismo con todas las superficies planas. No pongas cosas encima, excepto por algunas decoraciones sencillas. Dona o bota a la basura todo lo demás, o solo guárdalo en algún lugar fuera de vista. De esta manera, la habitación se verá mucho más minimalista.

Despeja las paredes. Hay personas que cuelgan todo tipo de cosas en las paredes de su casa. Esto no puede ocurrir en un hogar minimalista. Despeja todas las paredes, dejando solo uno o dos cuadros u obras de arte.

Guarda las cosas fuera de vista. Esto ya se mencionó en los puntos anteriores, pero es importante que guardes todas tus cosas fuera de vista, ya sea en cajones o en gabinetes. Puedes usar repisas para guardar discos de DVD o de música, pero no las uses para nada más, excepto algunas decoraciones sencillas (no para una colección completa de cosas).

Elimina el desorden. Si vas a eliminar el desorden de las superficies y los pisos y a guardar todas tus cosas en cajones y gabinetes, también debes organizar los lugares de almacenamiento. Claro que puedes hacer esto más adelante, si lo deseas.

Consigue algunas piezas de arte sencillas. Para que una habitación no se vea aburrida, puedes colocar una pintura, dibujo o fotografía con un marco sencillo y de color sólido y tenue. Si lo deseas, puedes colocar uno en cada pared, pero trata de dejar algo de espacio libre en ellas, si es posible.

Usa decoraciones simples. Como ya se mencionó, con una o dos decoraciones sencillas se puede acentuar el aspecto minimalista de una habitación. Por ejemplo, puedes colocar un jarrón con flores o una maceta pequeña con algunas plantas. Si el resto de la habitación es de un solo color, puedes darle vida con colores brillantes (como rojo o amarillo) para llamar la atención y darle un toque de energía al espacio.

Prefiere las cortinas sencillas. Puedes dejar las ventanas tal como están o colocar cortinas de un solo color e incluso agregar persianas de madera. Pero no agregues nada más para evitar que el espacio luzca desordenado.

Prefiere los patrones simples. Los colores sólidos son lo mejor para las alfombras (si las tienes), los muebles, etc. En cambio, los patrones complejos como las flores o los cuadros, crean una apariencia de desorden que molesta a la vista.

Aprovecha al máximo los colores tenues. Puedes añadir un toque de colores brillantes a la habitación, pero deben primar los colores más sutiles. El blanco es el color clásico en el minimalismo, aunque puedes escoger cualquiera que no moleste a la vista (los colores naturales son lo ideal, como los azules, cafés, verdes y los tonos canela).

Edita y elimina. Al terminar de simplificar una habitación, siempre hay algo más que se puede hacer. Deja pasar un par de días y vuelve a trabajar en ella con una mirada fresca. ¿Qué más se puede eliminar? ¿Hay algo que puedas guardar fuera de vista? ¿Todo lo que queda es verdaderamente esencial? Puedes volver a trabajar en ese espacio luego de un par de meses, y probablemente verás que puedes simplificarlo aún más.

Busca un lugar para cada cosa. En un hogar minimalista, es importante que cada objeto tenga su lugar. ¿Dónde va la licuadora? Para mayor eficiencia, búscale una ubicación lógica y cercana al área donde la utilizas habitualmente. La clave está en designar un lugar para cada cosa y respetarlo.