Cómo lograr un objetivo: 15 pasos (con fotos) - 绮罗网

Cómo lograr un objetivo

3 partes:Establece tus objetivosHaz un planLlévalo a término

Todas las personas tienen sueños. Ya sean grandes o pequeños, tienen una gran importancia en nuestras vidas. Lograr estas metas está relacionado a tu felicidad y bienestar.[1] Es una manera de aumentar tu autoestima. El proceso de luchar por tus sueños puede ayudar a convertirte en una mejor persona. Por lo tanto, ya sea que tu sueño sea ganar un millón de dólares, convertirte en un artista o ser un atleta de primera categoría, no esperes más. Empieza hoy a trabajar por conseguir tu objetivo.

Parte 1
Establece tus objetivos

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    Determina lo que quieres. Tu primer paso es determinar qué quieres lograr. Puede ser un gran o pequeño cambio, pero dedicar tiempo a pensar en lo que esperas lograr es un paso importante para lograr el éxito.
    • Por ejemplo, ¿tu meta es ser una persona más feliz? ¿Es aprender a tocar un instrumento? ¿Es llegar a ser bueno en un deporte? ¿Es ser más sano? Todas ellas son metas válidas. Depende de ti determinar lo que quieras.
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    Define tus términos. Una vez que tengas un sentido general de lo que quieres, tienes que empezar a pensar en lo que estos objetivos significan para ti. La definición de una meta para una persona puede ser muy diferente de la de otra.[2]
    • Por ejemplo, si tu objetivo es ser más feliz, tienes que pensar en lo que la felicidad significa para ti. ¿Cómo es la felicidad? ¿Qué tipos de cosas te hacen feliz?
    • Esto también se aplica a los objetivos menos generales. Si tu meta es aprender a tocar la guitarra, ¿qué es lo que eso significa exactamente para ti? ¿Estarás satisfecho al aprender algunos acordes para que las personas puedan cantar contigo en las fiestas o te estás esforzando por ser un guitarrista para conciertos de música clásica? Saber tocar la guitarra tiene definiciones muy diferentes
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    Pregúntate por qué. Es importante que dediques un poco de tiempo a pensar en la razón por la que vas a establecer los objetivos que has escogido. Si piensas en tus motivaciones, es posible que termines queriendo modificar tus metas.[3]
    • Por ejemplo, imagina que tu meta es aprender a tocar la guitarra. Te detienes a pensar por qué y te das cuenta de que es porque crees que las personas que tocan la guitarra son populares en la escuela. Esto no indica que realmente haya una dedicación en tocar la guitarra. Es posible que sea una buena razón para detenerte a preguntarte si hay alguna otra manera más fácil de conseguir lo que realmente quieres, que sea más social que musical.
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    Determina si es posible. Por último, pero no menos importante, debes determinar si tu objetivo es realista. Por muy triste que parezca, no todos los sueños pueden convertirse en realidad. Si parece que tu meta va más allá del terreno de lo posible, tal vez sea momento de escoger un objetivo diferente.[4]
    • Imagina que determinas que tu sueño es ser el mejor jugador de baloncesto del mundo. Es una meta difícil de alcanzar para cualquier persona, pero tal vez sea posible para algunas personas. Sin embargo, si solo mides 1,52 m, es probable que este objetivo esté más allá de lo que puedas alcanzar. Esto te predispone al fracaso y te desanima.[5] Aun así puedes divertirte jugando baloncesto con tus amigos. Sin embargo, si quieres ser el mejor en un deporte, probablemente debas concentrarte en uno en el que la estatura no sea tan importante.

Parte 2
Haz un plan

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    Ten una lluvia de ideas y escríbelas. Una vez que hayas establecido una meta general, debes empezar a ser más específico y a hacer un plan para alcanzarlo. Un gran primer paso es una escritura libre. Consigue una hoja de papel y anota algunas ideas que tengas con respecto a los siguientes temas:[6]
    • Tu futuro ideal
    • Cualidades que admiras en los demás
    • Cosas que podrías hacer mejor
    • Cosas de las que quieres aprender más
    • Hábitos que quieres mejorar
    • Este paso tiene la finalidad de ayudarte a fantasear e imaginar muchas posibilidades. Después de que algunas de estas posibilidades estén en el papel, puedes determinar cuáles son las más importantes para ti.
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    Sé más específico. Una vez que hayas pensado en algunas de tus metas y hayas tenido una lluvia de ideas, es momento de que empieces a ser más específico. Usa tus notas de la lluvia de ideas y tus definiciones de la sección anterior. Anota algunas cosas específicas que te gustaría alcanzar o hacer.[7]
    • Un objetivo como “Quiero jugar mejor, así que haré todo lo que pueda” no es una meta eficaz como “Quiero poder tocar mi canción favorita en seis meses”. Los objetivos que no están bien definidos o que son vagos como los que indican “Haré todo lo que pueda” no son tan eficaces ni específicos.
    • Ve más allá de los objetivos generales como “Quiero llegar a ser rico” y concéntrate en logros específicos que te den resultados. En vez de “Quiero llegar a ser rico”, tu meta podría ser “Quiero llegar a ser excelente en la inversión en el mercado de valores”. En vez de “Quiero tocar la guitarra”, tu objetivo podría ser algo como “Quiero ser el guitarrista principal de una banda de rock”.
    • Es buena idea que escribas un poco más aquí, describiendo tus metas de la manera más detallada posible.
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    Considera usar el método SMART (por sus siglas en inglés). Una manera de especificar y evaluar tus objetivos es usando el método SMART. Esta es una estrategia para establecer los objetivos, en la cual debes redefinir tus metas evaluando si son:[8]
    • Específicas
    • Posibles de medir
    • Posibles de alcanzar
    • Relevantes
    • De tiempo ilimitado
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    Clasifica tus objetivos. Muchas personas tienen varias metas. De hecho, en tu escritura libre, es posible que hayas descubierto que ya estás esperando alcanzar más de una meta. Si este es tu caso, es buena idea que las clasifiques en orden de importancia.
    • Clasificar tus objetivos te ayudará a concentrarte en aquellos que son más importantes para ti.
    • Por ejemplo, es posible que quieras conseguir un Doctorado en astrofísica, aprender a tocar guitarra clásica, leer los trabajos completos de Tolstói y correr una maratón. Es probable que hacer todas estas cosas a la vez no sea realista. Determinar qué objetivos son más importantes puede ayudarte a planear para el corto y largo plazo.
    • Parte de este proceso es evaluar tu nivel de compromiso con cada objetivo. Una meta difícil o a largo plazo en la que no te involucres demasiado es una con pocas probabilidades de alcanzar.[9] Si quieres un Doctorado en astrofísica, probablemente no debas convertirlo en una prioridad en tu vida.
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    Debes prever el impacto. Pasa un poco de tiempo pensando en cómo cada uno de estos objetivos afectará tu vida. Esto te ayudará a determinar los beneficios de esforzarte por cada una de tus metas.[10]
    • Pensar en estos términos también te ayudará a visualizar el proceso de luchar por estos objetivos. Esto te puede ayudar a aumentar tu motivación.
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    Crea objetivos bajo los objetivos principales. La mayoría de los objetivos son más fáciles de alcanzar si los divides en tareas más pequeñas. Estas tareas más pequeñas son sub objetivos que se añaden a los objetivos principales que esperas alcanzar.[11]
    • Por ejemplo, si quieres aprender a tocar la guitarra, tu primer sub objetivo podría ser tener una guitarra. Tu siguiente sub objetivo podría ser matricularte en una clase de guitarra. Después, querrás aprender los acordes y escalas más básicas, y así sucesivamente.
    • Crear un horario para estos sub objetivos puede ayudarte a permanecer concentrado y a mantenerte en el buen camino.[12] En el ejemplo anterior, es posible que tengas como objetivo tener suficiente dinero para comprar una guitarra en tres meses. Es posible que planees matricularte en una clase de guitarra una semana después, aprendas los acordes básicos en otros dos meses, y demás.
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    Identifica los obstáculos. Por último, pero no menos importante, piensa en los obstáculos que podrían presentarse en tu camino a conseguir tus objetivos. Pensar en esto de antemano te da la oportunidad de ingeniártelas para ver la manera de superar estos obstáculos.[13]
    • Por ejemplo, es posible que las clases de guitarra te parezcan más caras de lo que puedes costear ahora mismo. Esto podría llevarte a pensar en maneras de ganar más dinero para las clases. También podrías considerar la posibilidad de aprender tú solo con libros o videos didácticos.

Parte 3
Llévalo a término

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    Dedica tiempo. Hay muchas cosas que puedes hacer para que este proceso sea más fácil y para mantenerte concentrado. Sin embargo, al final del día, la mayoría de las metas se alcanzan dedicando bastante tiempo y esfuerzo en convertirlas en realidad.[14]
    • Piensa en el tiempo en que esperas alcanzar tu objetivo y cuándo quieres completarlo. Por ejemplo, imagina que será necesario que te esfuerces 40 horas para dominar lo fundamental para tocar la guitarra y que quieres aprenderlo en un mes. Tendrás que dedicarle un poco más de una hora cada día.
    • No hay forma de que no le dediques tiempo. Si realmente estás comprometido con tu meta, eso es lo que debes hacer.
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    Conviértelo en una rutina. Una manera de hacer que dedicarle tiempo sea más fácil es esforzarte en tu rutina cotidiana. Dedica un tiempo para esforzarte en conseguir tus objetivos todos los días.[15]
    • Por ejemplo, podrías pasar media hora, desde las 6:30, practicando las escalas musicales. Podrías pasar otra media hora, desde las 6:30 hasta las 7 practicando los acordes. Podrías pasar 15 minutos desde las 7:15 aprendiendo a tocar una canción específica. ¡Si te ciñes a esto todos los días (o incluso cada dos días), podrías aprender lo fundamental para tocar cualquier instrumento musical rápidamente!
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    Hazle un seguimiento a tu progreso. Una vez que empieces a trabajar por conseguir tu meta, hazle un seguimiento a tu progreso. Ten un diario, usa una aplicación o ten un calendario de escritorio y anota el tiempo que le dedicas, los sub objetivos que has alcanzado, etc.
    • Hacerle un seguimiento a tu progreso puede ayudarte a mantenerte motivado al resaltar tus éxitos. También puede ayudarte a mantenerte responsable al ceñirte a tu rutina.[16]
    • Tener un diario en el que escribas el proceso diario también es una buena manera de reducir el estrés que podrías sentir por querer alcanzar tus objetivos.[17]
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    Mantente motivado. Una de las partes más difíciles de llevar a término un objetivo, especialmente a largo plazo, es mantenerse motivado. Tanto el hecho de establecer sub objetivos que puedas alcanzar como hacerle un seguimiento a tu progreso puede ayudarte. Sin embargo, es posible que necesites un refuerzo adicional.[18]
    • El refuerzo indica que debes crear consecuencias para tus acciones. Hay dos tipos de refuerzos.
    • El refuerzo positivo significa añadirle algo a tu vida. Por ejemplo, podrías consentirte con un postre por haber alcanzado una meta.
    • El refuerzo negativo es cuando te quitan algo. Si es algo que no deseas, puede ser una recompensa. Por ejemplo, podrías permitirte dejar de hacer una tarea por una semana como una recompensa por haber logrado un sub objetivo. La tarea se “elimina” de tu vida esa semana.
    • El refuerzo es más eficaz en mantener tu motivación que el castigo. Privarte de cosas o castigarte por fracasar puede funcionar en dosis pequeñas. Sin embargo, en vez de eso cíñete a las recompensas siempre que sea posible.[19]

Consejos

  • Cree en ti.
  • Sé sincero contigo mismo. Tu objetivo no será para nada dulce si lo logras haciendo cosas de las que no te sientes orgulloso.
  • No te olvides de las palabras de Lao Tze: "Un viaje de mil millas comienza con el primer paso".
  • Ponlo en escrito. Escribir refuerza los pensamientos. Aunque seas la única persona que vea lo que has escrito, anotar tus objetivos puede darle más poder a tus intenciones.
  • Otras personas con objetivos, ya sean parecidos a los tuyos o no, pueden actuar como un gran sistema de apoyo. Conversa con ellas a diario. Si no puedes verlas en persona, entonces prueba con una comunidad en línea en la que las personas establezcan metas y se hagan responsables los unos a los otros.

Advertencias

  • Las cosas no siempre resultan como las habías planeado. Cíñete a tus objetivos, pero sé flexible. Con frecuencia, algo saldrá de una manera diferente de lo que esperabas, pero eso no necesariamente lo convierte en algo malo. Mantén tu mente abierta.
  • No trates de encontrarle tres pies al gato. Si algo no encaja o no te parece bien, usa una estrategia diferente.
  • Mantén el ritmo. Para las personas que se están esforzando por alcanzar nuevas metas, es normal que les dediquen bastante tiempo y esfuerzo al inicio, pero después pierden impulso. El entusiasmo inicial que viene con un nuevo objetivo es muy grande. Sin embargo, no establezcas desde el principio estándares para los que no estarás a la altura en todo el camino.

Referencias

  1. McGregor, I., & Little, B. R. (1998). “Personal projects, happiness, and meaning: on doing well and being yourself. Journal of personality and social psychology”, 74(2), 494.
  2. McGregor, I., & Little, B. R. (1998). “Personal projects, happiness, and meaning: on doing well and being yourself. Journal of personality and social psychology”, 74(2), 494.
  3. Brunstein, J. C. (1993). “Personal goals and subjective well-being: A longitudinal study. Journal of Personality and Social Psychology”, 65, 1061–1070.
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