Cómo combatir la anorexia: 20 pasos (con fotos)

Cómo combatir la anorexia

4 partes:Satisfacer tus necesidades físicasRecibir tratamiento psicológicoAceptar el apoyo emocional y socialAyudar a otra persona

Cuando una persona se niega a comer la cantidad de comida y bebida que necesita para mantener un peso corporal saludable, significa que tiene una imagen física distorsionada, así como un miedo intenso a subir de peso, es decir, sufre de anorexia. Se trata de un trastorno sumamente peligroso que puede provocar una deshidratación intensa, baja presión arterial, pérdida de densidad ósea y desmayos, entre otras cosas. Por suerte, la mayoría de las personas que padecen anorexia pueden combatirla con la combinación adecuada de terapia física, psicológica y social.

Parte 1
Satisfacer tus necesidades físicas

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    Busca un tratamiento de emergencia si es necesario. La anorexia puede causar problemas serios en la salud y que constituyen una amenaza para la vida. Si necesitas una atención de emergencia, lo primero que debes hacer es ir a la sala de emergencias.
    • Busca una atención de emergencia si sufres de alteraciones en el ritmo cardiaco, deshidratación o desequilibrios electrolíticos.[1]
    • Los síntomas de un desequilibrio electrolítico son debilidad, espasmos musculares, entumecimiento, confusión, ritmo cardiaco irregular, aletargamiento y convulsiones.[2]
    • Si tienes ganas de suicidarte o quieres lastimar tu cuerpo, también debes buscar una atención de emergencia.
    • Dependiendo de la gravedad de tu problema, es posible que el doctor te interne en el hospital para que recibas una atención hospitalaria. En casos menos graves, te enviarán a tu casa para que recibas una atención ambulatoria.
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    Reúnete con un dietista certificado. Esa persona desempeñará un papel importante en tu recuperación. Un dietista profesional puede decirte cuánto peso necesitas subir, así como los mejores alimentos que puedan brindarte las calorías y los nutrientes que necesitas para mejorar tu salud.[3]
    • Los dietistas normalmente trabajarán contigo para desarrollar planes alimenticios específicos que abarquen cada comida del día en cada semana. Estas comidas deben incluir las calorías que necesitas y a la vez deben ser nutricionalmente equilibradas.
    • Es posible que un dietista también te recomiende algunos suplementos de vitaminas y minerales adecuados. Nunca deben reemplazar a los alimentos, pero puedes usarlos para suministrarle a tu cuerpo los nutrientes que le falta.
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    Recupera tu peso saludable. Independientemente de que hayas sufrido complicaciones o no, debes hacer que tu cuerpo vuelva a su peso normal y saludable según tu estatura, género y complexión. Tus doctores trabajarán contigo, pero tú también debes mantenerte comprometido con esta meta.[4]
    • En casos graves, es posible que al inicio necesites que te alimenten por medio de una sonda nasogástrica que se inserta a través de tu nariz y llega hasta tu estómago.
    • Una vez que satisfagas tus necesidades nutricionales inmediatas, debes dirigirte las necesidades de tu peso a largo plazo.
    • Normalmente, se considera que subir de peso entre 450 g y 1350 g (1 y 3 libras) por semana es una meta saludable y adecuada.[5]
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    Programa revisiones médicas habituales. Tu médico de atención primaria tendrá que reunirse contigo de forma habitual para revisar tu peso corporal y tu salud general. Es mejor programar estas citas médicas con anticipación.[6]
    • En estas revisiones, el médico observará tus signos vitales, hidratación y electrolitos. Si se desarrolla algún problema relacionado, el médico también lo observará.
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    Descubre qué medicamentos te podrían ayudar. Actualmente, no se ha desarrollado un medicamento para tratar directamente la anorexia, pero es posible que existan otros problemas que están empeorando tu anorexia y que se pueden tratar con un medicamento bajo receta médica.
    • La depresión está relacionada a la anorexia, así que podrías terminar necesitando un antidepresivo para tratar ese aspecto de tu enfermedad.[7]
    • También podrías usar estrógeno para que te ayude a volver a regular tu ciclo menstrual y evitar que tus huesos se fracturen.[8]

Parte 2
Recibir tratamiento psicológico

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    Debes admitir que tienes un problema.[9] Hay bastantes fuentes que pueden ayudarte, pero para que cualquiera de ellas sea beneficiosa, primero debes admitir que sufres anorexia y que esa enfermedad supone una amenaza seria para tu salud y bienestar.
    • Hasta ahora, te ha atormentado con la idea de que te sentirás mejor si bajas más de peso. Cuando enfatizas un patrón de pensamiento poco saludable por mucho tiempo, se convierte en un reflejo y no desaparecerá de la noche a la mañana.
    • Debes admitir que la búsqueda incesante de esta meta ha llegado a un nivel problemático. También debes admitir que has sufrido un daño físico y emocional debido a esa búsqueda.
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    Debes someterte a una terapia cognitivo-conductual. Reúnete con un psicólogo o un consejero para que te brinde sesiones individuales. Este profesional de la salud mental debe poder trabajar contigo para descubrir la causa psicológica subyacente que está detrás de tu trastorno alimenticio.
    • Con una terapia cognitivo-conductual (TCC), el terapeuta te ayudará a comprender cómo tu pensamiento, diálogo interno negativo e imagen personal negativa influencian directamente en tus malos hábitos alimenticios.[10]
    • Esto quiere decir que debes identificar los patrones de pensamiento y creencias disfuncionales y después trabajar con las soluciones para corregirlos.
    • A menudo, también se recomendarán intervenciones de comportamiento específicas. Es posible que te pidan que establezcas metas y que te des una recompensa por cumplir esas metas.
    • La TCC tiene un tiempo limitado, así que recibirás ese tratamiento por un tiempo establecido. Se puede realizar de forma hospitalaria o ambulatoria.
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    Debes considerar la posibilidad de recurrir a una terapia familiar. Las presiones sociales y el estrés por lo general son algunos de los elementos que influyen en la anorexia de una persona. Si estos problemas forman parte de tus dificultades, considera la posibilidad de conversar con un consejero familiar, matrimonial o grupal.[11]
    • La terapia familiar es el tipo más común de terapia social. Normalmente se realiza con el paciente y toda la familia presente, pero en algunos casos, es posible que se realice con la familia sin que la persona afectada esté presente.
    • Por lo general, estas sesiones ayudan a identificar una disfunción dentro de la familia. Después de identificarla, es posible que el terapeuta trabaje con la unidad familiar para implementar cambios que puedan corregir estos problemas.
    • En ocasiones, algunas actitudes de la familia o dinámicas fomentan accidentalmente la anorexia. Ten en cuenta que las familias que hacen hincapié en la perfección, que tienen problemas para lidiar con las emociones negativas, que se preocupan por la apariencia o el buen estado físico y por el peso corporal (incluidos el cuerpo de los padres e hijos) pueden contribuir al desarrollo de un trastorno alimenticio.[12]
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    Cíñete a tu plan de tratamiento. Es posible que haya momentos en que sientas la tentación de dejar de buscar ayuda o de no asistir a algunas sesiones, pero es importante que te ciñas a tu plan de tratamiento, independientemente de cuán desanimado o incómodo te sientas. Los trastornos alimenticios, entre los que se encuentra la anorexia, tienen el mayor índice de mortalidad de todas las enfermedades mentales. Las personas que sufren este trastorno pueden morir por desnutrición, falla orgánica, falla cardiaca o suicidio. Por ello, recibir el tratamiento adecuado puede ayudarte a mantenerte con vida.[13]

Parte 3
Aceptar el apoyo emocional y social

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    Habla acerca de ello. Encuentra algunos seres queridos y conversa acerca de las dificultades que tienes con respecto a tu imagen y patrones alimenticios.[14]
    • Ten en cuenta que es normal sentir miedo, vergüenza o satisfacción al hablar con otra persona. Aunque tengas esos sentimientos, hablar te ayudará.
    • Asegúrate de que la persona con la que hables te ayude en vez de lastimarte. Alguien que te anime a seguir con tus hábitos alimenticios poco saludables o que te humille no sería una persona adecuada para que te comprenda.
    • Si no te sientes bien confiando en un familiar, busca a un maestro de confianza o un consejero con quien puedas hablar.
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    Busca un grupo de apoyo. Pídele a tu doctor, nutricionista o consejero que te recomiende a un grupo de apoyo de trastornos alimenticios de la localidad. Muchas personas en el grupo estarán lidiando con problemas similares, así que debes poder encontrar comprensión y motivación.[15]
    • Cíñete a los grupos de apoyo formales y que son guiados por un profesional de la salud mental para que consigas mejores resultados.
    • Algunos grupos informales sin querer pueden convertirse en grupos a favor de la anorexia y es posible que animen a las personas a competir para ver quién es más delgada.
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    Encuentra un buen modelo a seguir. Busca al menos una persona en tu vida que pueda mantenerse firme como un modelo a seguir tanto en la salud física como mental. Cuando sientas un conflicto acerca de algo que tiene que ver con tu anorexia, recurre a esa persona para que te guíe.[16]
    • Tu modelo a seguir podría ser alguien que conozcas personalmente o un personaje famoso.
    • Solo asegúrate de que tu modelo a seguir realmente proyecte una imagen de una persona con buena salud. Por ejemplo, no escojas una supermodelo flaquísima o un famoso experto en pérdida de peso. Lo mejor sería escoger a alguien que es conocido por tener una buena imagen personal, a pesar de no tener un cuerpo perfecto.
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    Aléjate de los desencadenantes. Debes evitar las situaciones sociales, emocionales y psicológicas que desencadenan sentimientos de una tener una mala imagen personal, una baja autoestima o problemas similares, especialmente cuando ya estás en el camino a recuperarte. Es importante examinar los factores externos que puedan tener un efecto en tus comportamientos. No se trata de culpar a alguien más o eludir la responsabilidad, sino poder obtener una perspectiva panorámica de tu vida en lugar de una visión más cercana.
    • Quizás necesites renunciar o reconsiderar tu participación en algunos deportes o actividades que se enfoquen en un cuerpo delgado, como el ballet, la gimnasia, el modelaje, la actuación, el deporte, el patinaje artístico, la natación, las carreras de caballos y las luchas.[17]
    • Evita mirar las revistas de moda y estado físico.
    • No mires ninguna página web que esté a favor de la anorexia.
    • Distánciate de tus amigos que siempre hacen dieta o que conversan acerca de la pérdida de peso, o de aquellos que fomenten la pérdida de peso poco saludable (tener atracones de comida y eliminar las fiestas, hacer pactos para perder peso, etc.).
    • Contén las ganas de subirte a la balanza.
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    Trata bien tu cuerpo. Busca maneras de mimar tu cuerpo de vez en cuando. Al tratar tu cuerpo con un cuidado adicional, puedes aprender a amarlo poco a poco, lo cual hará que seas menos propensa a lastimarlo al no comer.[18]
    • Usa ropa cómoda. Usa estilos que expresen tu personalidad en vez de aquellos que tengan el fin de impresionar a los demás.
    • Mima tu cuerpo de vez en cuando con un masaje, una manicura, un baño de espuma, un nuevo perfume o una loción aromatizada.
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    Busca maneras de permanecer activo. Debes ser activo social y físicamente. Hacerlo puede ayudarte a regular tu salud mental y física. No obstante, ten en cuenta que algunas personas recurren al ejercicio excesivo para compensar lo que comen. No adoptes un mal hábito para eliminar otro. Habla con tus doctores sobre el tipo y la duración del ejercicio apropiados para ti.[19]
    • Es posible que el ejercicio cardiovascular intenso dificulte el aumento de peso, así que debes reducir este tipo de actividad. Por otro lado, el ejercicio suave como el yoga puede mantener tu circulación sanguínea saludable y promover una mejor sensación de bienestar físico.
    • La tentación de aislarte en esta época puede ser fuerte, pero es importante que te resistas a ello. Pasa más tiempo con amigos y con tu familia. Si esta no es una opción, busca maneras de participar en tu comunidad.
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    Debes darte recordatorios. Recuérdate de vez en cuando lo que puedes perder si te rindes y todo lo que puedes ganar si continúas en el camino de la recuperación. El apoyo social es importante, pero el apoyo personal también lo es.
    • Una manera sencilla de recordártelo constantemente es escribirte notas. Escribe palabras de motivación, como “Eres una persona hermosa” o “Eres un proyecto en desarrollo”, y colócalas cerca por tu espejo o clóset.

Parte 4
Ayudar a otra persona

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    Sé una buena influencia. Deja que tu ser querido te vea como un modelo a seguir en cuanto a la salud mental y física. Lleva una dieta equilibrada, y trata tu cuerpo con amor y respeto. Evita martirizarte cuando encuentres algo de tu cuerpo que no te agrada. Modela una imagen corporal saludable al hablar bien de ti y hacer todo lo posible para acabar con ese tipo de cuerpo “ideal” que pueda los medios de comunicación adoran. Nunca sabes quién pueda estar mirándote y que necesite palabras de aliento.[20][21]
    • Come bien y haz ejercicios.
    • No guardes revistas de moda y de estado físico cerca de tu sala, especialmente en un lugar en el que tu ser querido la podría ver.
    • No hagas comentarios negativos acerca de tu peso o del peso de otra persona.
    • Halaga a tu amigo o familiar en atributo no relacionados con la imagen, tales como la inteligencia o la creatividad.
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    Come con él. Una manera de hacer que tu ser querido vuelva a tener hábitos alimenticios saludables de manera gradual es pasar más tiempo comiendo con él. Haz que la experiencia en general sea agradable para reforzarle la idea de que comer es algo placentero.[22]
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    Apóyalo sin asfixiarlo. Debes estar disponible para tu ser querido, pero presionarlo puede hacer que se aleje de ti. Siempre recuérdale que estarás a su lado para hablar o simplemente para escuchar en caso de que te necesite.
    • No te comportes como el policía de la comida. Debes anotar mentalmente las comidas y calorías que tu ser querido consume, pero no lo mires de cerca a la hora de comer.
    • En general, no te comuniques de forma negativa. Esto significa que no debes amenazarlo, usar tácticas para asustarlo, tener un ataque de ira ni insultarlo.
    • Refuerza los comportamientos positivos en lugar de enfocarte todo el tiempo en los negativos. Felicita a tu amigo por los progresos pequeños en la dirección correcta, tales como comer toda una comida o evitar la autocrítica negativa frente al espejo.
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    Permanece paciente y calmado. De algún modo, debes verte como un observador objetivo. Esta es su lucha, no la tuya. Hacer esta distinción puede ayudarte evitar que tomes todo esto como un insulto personal.[23]
    • Verte como un observador o un desconocido podría hacerte sentir un poco inútil al inicio, pero obligarte a reconocer que la solución está fuera de tu alcance puede ayudarte a comportarte de manera más sensata y objetiva.
    • Cuida tu propia salud mental. Si la anorexia de tu ser querido ha desencadenado problemas emocionales o psicológicos en ti, busca ayuda de un consejero profesional.

Advertencias

  • Si sospechas que tú o alguien que conoces podría padecer anorexia, busca ayuda lo más pronto posible. Mientras más pronto busques un tratamiento, más pronto te podrás recuperar. El tratamiento temprano también puede evitar que aparezcan algunos de los problemas de la salud más serios.

Referencias

  1. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/anorexia/basics/treatment/con-20033002
  2. http://cancer.unm.edu/cancer/cancer-info/cancer-treatment/side-effects-of-cancer-treatment/less-common-side-effects/blood-test-abnormalities/electrolyte-imbalance/#a3
  3. http://www.anad.org/blog/dietitian-can-help-recovery-eating-disorder/
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